Mexicali, B. C.

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Mexicali, B. C. México

viernes, 11 de abril de 2014

LAS REFORMAS ENVENENADAS DE PEÑA NIETO


El centralismo y el autoritarismo es la marca de origen que el PRI tiene indeleblemente grabada en sus genes. Y el presidencialismo es la fruta podrida que nace de sus entrañas.
En el fondo, en el mero corazón de las reformas de Enrique Peña Nieto. Tras el oropel de modernidad con que han sido presentadas a la opinión pública se oculta la fruta envenenada, la ponzoña.
Nadie duda que las reformas presentadas por Peña Nieto vienen a plasmar algunos de los necesarios cambios que la nación mexicana necesita. Pero en cada una de ellas, muy bien escondida, está la trampa del centralismo, presidencialismo y autoritarismo que con mucho esfuerzo, a cuenta gotas e inclusive con la sangre derramada por muchos mexicanos, hemos podido ir desmantelando.

La eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes, que proveía una recaudación directa para los Estados, implicó, menos que la intención de formalizar causantes que por cierto ya eran regulares, más bien quitar poder de los Estados de decidir libremente que hacer con dicha recaudación. Por el contrario las dificultades de entender y administrar el nuevo sistema fiscal ocasionó el cierra de miles de micro empresas que indudablemente acrecentaron las filas de la informalidad.


Se revoca la federalización del sistema educativo argumentando corregir desviaciones y abusos por parte del sindicatos de maestros y autoridades Estatales, pero se olvida decir que si bien la administración del Presidente Ernesto Zedillo subrogó el presupuesto a los Gobiernos Estatales, el sindicato nacional de maestros siguió intacto acordando directamente con la Presidencia y que era y sigue siendo el meollo de la corrupción.
En lugar de darle al pueblo de cada estado las facultades para que ampliamente la ciudadanía pueda intervenir, supervisar y acotar el gasto que los Estados hacen en educación, con el fin de evitar que los gobernadores y los líderes sindicales manejen a su antojo el cuantioso presupuesto, Peña Nieto centraliza de nuevo el gasto en educación y el pago a todos los maestros de todos los confines de la república. De nueva cuenta los gobiernos y ciudadanos de todos los Estados de la república son considerados como menores de edad. De nueva cuenta para reparar un baño en una escuela de un pueblito o contratar a un nuevo maestro se le tendrá que pedir permiso al nuevo Emperador personalizado en Peña Nieto. Si ya hacían marchas y plantones en la ciudad de México los maestros de algunos Estados, ahora lo tendrán que hacer los maestros de toda la república para suplicarle al Emperador que les conceda un aumento de sueldo.
A partir de ahora los ciudadanos de los Estados somos para el nuevo Emperador menores de edad porque ya no podremos organizar las elecciones en nuestro propio Estado. No, ahora el Instituto Nacional Electoral (INE) será el que nos organice y controle las elecciones de nuestro propio gobernador y de nuestros presidentes municipales.
Si las leyes secundarias sobre telecomunicaciones se aprueban como las presentó el nuevo Emperador, él tendrá ahora el poder de cancelar la concesión de una radiodifusora o una televisora por considerar, según su criterio, que atenta contra la estabilidad de la nación. Pero como preámbulo y amenaza de cierre el nuevo Emperador tendrá el poder de censurar lo que se dice o no se dice en la radio o lo que se ve o no se ve en la televisión.
El presidencialismo, centralismo y autoritarismo del PRI ya lo vemos por todos lados. Baste señalar lo que pasa en Michoacán. El omnipotente nuevo Emperador en lugar de sustituir al gobernador por los causes que la constitución y las leyes determinan, opta por instalar un virtual gobernador llamándole Comisionado. Una persona que no es de Michoacán, una persona que no fue elegida por los michoacanos para que los gobernara, una persona que no obedece a los michoacanos sino al nuevo Emperador. De nueva cuenta para el nuevo Emperador los michoacanos son menores de edad.
Para abatir la pobreza en México, (No discutiré en este momento si el método es el correcto o no), designa a la señora Rosario Robles, quien fue vinculada a actos de corrupción durante su paso por la jefatura del Distrito Federal y que su propio partido, el PRD, la expulsó de sus filas por el mismo hecho. Cuando es señalada, con razón o no, de utilizar los recursos y personal del programa para combatir la pobreza con fines políticos proselitistas, el nuevo Emperador, mucho antes de que se investigara y se aclarara el hecho, en público y en transmisión nacional de televisión, dirigiéndose a ella personalmente, expresa su despótica frase “No te preocupes Rosario”. Con lo anterior le dice a toda la Nación, por si alguien tuviera alguna duda,  que no le importa lo que los ciudadanos que gobierna opinen, aquí, en el México que hoy gobierna, la única palabra que vale, que importa y que debe ser aceptada y obedecida sin chistar es la del Nuevo Emperador.
Enrique Peña Nieto ha hecho toda su carrera política siguiendo fielmente todas las mañas, no del viejo PRI ni del nuevo PRI, sino del PRI de siempre, porque no nos engañemos, el PRI no ha cambiado ni cambiará. Para nadie es desconocido, porque fue obvio, que ganó la presidencia a base de de un enorme y desproporcionado gasto en su campaña y también en su pre-campaña desde la gubernatura del Estado de México, que ya gobernaba como un Nuevo Virrey. Con el Nuevo Emperador en el poder nunca sabremos cuanto de los escandalosos endeudamientos de los estados gobernados por el PRI fue a parar a su campaña.
No cabe duda, Enrique Peña Nieto buscará y aprovechará cualquier rendija y entresijo que le permita la inocente oposición para incrementar el centralismo, autoritarismo y presidencialismo, que es el sello distintivo del PRI.   

martes, 25 de marzo de 2014

VENEZUELA. EL PUEBLO SE JUEGA SU ULTIMA CARTA.


Es difícil saber lo que pasa actualmente en Venezuela. Pero trataré de entenderlo. Para empezar muy pocos somos conscientes que oficialmente ese país, en 1999, cambió de nombre de República de Venezuela a República Bolivariana de Venezuela, en alusión al prócer libertador Simón Bolívar, pero que en los hechos han traicionado todos los ideales que enarbolaba, como veremos enseguida. Este cambio se realizó mediante un referendo que incluía la promulgación de una nueva constitución. Los más conocedores de lo que sucede en ese país nos dicen que ese cambio implicó la concentración del poder en el otrora presidente Hugo Chávez, quien con ese poder continuó adecuando las leyes para convertirse en un virtual dictador, nulificando totalmente al poder legislativo y al poder judicial. Desde entonces Hugo Chávez y ahora su sucesor Nicolás Maduro son los que, en forma personalísima, deciden sobre la vida y hacienda de los Venezolanos.
Las intensiones de Hugo Chávez nunca fueron un misterio. Su ideal de nación era instalar en Venezuela una copia del  otrora régimen comunista y por supuesto totalitarista de la Unión Soviética y su símil más cercano, Cuba. Para convertirse, no en un Bolívar, sino en un Stalin o en un Castro Ruz o la combinación de ambos.
Como en todos los países que cayeron bajo la férula soviética, ya sea por sometimiento o por una sincera afinidad ideológica de sus dirigentes, en Venezuela se han venido confirmando todas las circunstancias que los llevaron a la ruina.
Ya nadie puede dudar que en Venezuela se ha establecido una dictadura de facto. El poder se concentró irracionalmente  en el anterior presidente Hugo Chávez, quien si no se hubiera muerto, se habría podido reelegir indefinidamente, pero aunque la muerte frustro sus intenciones, no impidió que nombrara como su sucesor al ahora presidente Nicolás Maduro. Alegaba Chávez y ahora lo hace Maduro, que han sido elegidos en elecciones “libres”, pero de eso sabemos mucho los mexicanos, con un general Porfirio Díaz que se mantuvo en el poder durante más de 30 años y un PRI que gobernó por más de 70  años y en ambos casos decían que lo habían hecho mediante elecciones “libres”.
En Venezuela, sistemáticamente, se ha venido instalando una economía estatista, para lo cual las expropiaciones han sido el arma utilizada. Empezaron con los campos agrícolas, que en muchos de los casos ni siquiera fueron expropiaciones, sino descaradas confiscaciones, para dárselos en usufructo a los llamados colectivos. Como consecuencia la caída en la producción agrícola no se hizo esperar, produciéndose una escasez de proporciones bíblicas. Se siguió con la confiscación de industrias y de entidades financieras calificadas de entreguistas al servicio del imperialismo yanqui o simplemente porqué sus dueños expresaban desacuerdo con las medidas tomadas por el gobierno.
No se puede decir con seriedad que actualmente en Venezuela hay libertad de expresión. En los hechos ya no existe radio, prensa o televisión que puedan expresar otra cosa que no sea lo que el presidente Nicolás Maduro quiera que se diga. Los que se atrevieron a hacerlo han sido clausurados, confiscados o sus propietarios encarcelados.
El principal sustento económico de Venezuela, su industria petrolera, ha venido decayendo alarmantemente por su cada vez más grande ineficiencia. PDVSA, la empresa estatal que maneja el petróleo tenía a la llegada al poder de Hugo Chávez 22,000 trabajadores, actualmente cuenta con 110,000 con una producción menor. Por otro lado malbarata el petróleo, vendiéndo el barril por abajo del precio de mercado a países de la región a cambio de que implanten en ellos el sistema marxista.
Con todo lo anterior la inversión extranjera y la privada nacional se han detenido por completo y otras han decidido huir de Venezuela antes de ser confiscadas. Por lo que se ha producido una desinversión. La inflación llegó al 56% en 2013. Se manejan dos tipos de cambio oficiales para el dólar y otro extraoficial o clandestino para todo aquel que no tiene acceso a los dólares oficiales.
La restricción de la oferta de dólares ha ocasionado que la industria disminuya drásticamente su producción por falta de insumos y que la importación de mercancías de todo tipo se haya prácticamente detenido. Se han dado distorsiones tan aberrantes como por ejemplo, en el mercado de automóviles, un automóvil usado vale más que uno nuevo. Artículos de primera necesidad como jabón y papel higiénico son difíciles de conseguir y otros productos como leche y azúcar se han racionado. 
Según información proporcionada por el periódico cubano Granma (periódico oficial y al parecer único) uno de los principales ingresos de ese país provienen de la exportación de alrededor de 50,000 médicos por cuyos servicios el gobierno cubano cobra directamente al país que los recibe. En 2014 el gobierno cubano espera recibir por este concepto $8,200 millones de dólares. Puede parecer exagerada la cifra. Pero veamos el ejemplo de lo que sucede en el caso con Venezuela.
Venezuela tiene en su territorio 25,000 médicos cubanos, es decir el 50% del total de médicos exportados. A cambio de ello Cuba recibe en pago 115,000 barriles diarios de petróleo. Si la cotización del petróleo al día de hoy es de $98.90 dólares por barril, el pueblo de Venezuela le está pagando al gobierno de Cuba, que no al pueblo cubano, $11,373,000.00 dólares diarios, es decir, nada menos que $4,151,327,500.00 dólares anuales. Para ponerlo más claro, el pueblo Venezolano paga diariamente por cada médico cubano  $454.94 dólares. No puedo resistir preguntarme ¿Cuánto le pagará el gobierno de Venezuela a sus propios médicos venezolanos? O lo que es peor ¿Lo sabrán? 
Esta nueva explotación humana del gobierno cubano es compartida por 65 países más, uno de ellos es Brasil que tiene contratado con el gobierno cubano los servicios de 11,400 médicos, el resto están repartidos en países de Centro América y África. Pero ¿en qué consiste la explotación a que me refiero? La explicación es increíblemente sencilla, el gobierno cubano le paga a cada médico exportado $61.00 dólares mensuales, el resto se lo quedan ellos.
Para ser más claros en este asunto, pongamos por ejemplo el caso venezolano. El gobierno cubano recibe diariamente $454.94 dólares por cada médico y le paga a cada uno de ellos $61.00 dólares mensuales.
Ahora si podemos entender la razón y el porqué de las manifestaciones de buena parte del pueblo venezolano en contra de su presidente Nicolás Maduro.
Maduro no se cansa de decir que las manifestaciones están orquestadas desde el exterior, expresamente ha acusado a los Estados Unidos y a Colombia.  Solo la soberbia y el ansia de poder de este personaje le impiden ver que él es el único responsable de la inconformidad de su pueblo, por querer implantar un sistema político que el pueblo repudia.
La respuesta y manejo de Nicolás Madura ante las manifestaciones ha dejado bien claro que han sido las de un dirigente déspota y totalitario.
Estoy seguro que el pueblo venezolano no desmayará a pesar de la brutal represión. Ellos saben que se juegan su última carta.

martes, 31 de diciembre de 2013

LA DICTADURA CUBANA CUMPLE 55 AÑOS.

Hoy se cumplirán 55 años del triunfo de la revolución cubana. Desgraciadamente los resultados  de este medio siglo transcurrido son muy pobres.
La revolución castrista enarboló la bandera de acabar con la dictadura de Fulgencio Batista. Pero después de 55 años veo con tristeza que aquella fue sustituida por otra más férrea e intolerante. Con la perniciosa maldad de que ésta se ha convertido en una mezcla de dictadura imperial y reinado hereditario,  al estilo de la más rancia tradición monárquica. Una ironía que se repitió inexorablemente en todos los países que abrazaron el comunismo en el siglo pasado.
En todos los países que adoptaron el sistema comunista se suprimieron prácticamente todas las libertades individuales. El estado les impuso lo que sus ciudadanos debían hacer, hablar y  pensar. Cualquier disidencia fue aplastada a sangre y fuego. Por desgracia Cuba no fue la excepción.
El país que impide la libre salida de su país a sus ciudadanos, con el argumento que sea, no es más que un país carcelario.
Para salir subrepticiamente de su país los cubanos han debido utilizar precarias embarcaciones, por esto han sido mundialmente conocidos como balseros. Vivo en la frontera norte de México con Estados Unidos por lo que conozco de primera mano las muertes que ocasiona el atravesar a pie unos pocos kilómetros de desierto o unos cuantos metros de corriente en el Río bravo. Muertes de las que se lleva un preciso registro. Por esto me hago la inquietante pregunta de cuantos cientos o miles de cubanos han muerto ahogados y han quedado sepultados en el insondable mar, por cada balsero que tuvo la suerte de alcanzar las costas de Centro América, México o Estados Unidos ¿Cuantos han dejado su vida en el trayecto? Debido a que han tenido que salir clandestinamente de su país no hay registro de ninguna clase, simplemente desaparecen. Tal vez algún día, cuando los cubanos tengan la posibilidad de expresarse libremente, hagan el recuento de sus pérdidas.
Se dice que el mayor logro cubano ha sido la educación y la salud gratuita y generalizada. Pero de qué calidad es, no lo podemos saber.
 Sistemáticamente Cuba ha evitado que sus niños sean evaluados con la prueba PISA (por sus siglas en ingles Program for International Studens Assessment) que muchos países aplican con el fin comparar sus sistemas educativos con el de otros países y así poder mejorarlos. Esta negativa sistemática del gobierno cubano en lugar de beneficiarle le perjudica, porque de salir muy bien evaluados sería un respaldo de que su sistema funciona. Pero suponiendo que el nivel de aprovechamiento de sus alumnos es muy alto, ¿De qué les sirve? Es desperdiciado miserablemente. Esa situación la comparo con la hipotética situación de una familia, de cualquiera de nuestros países, donde los hijos estudian, se gradúan, obtienen sus títulos y el padre se empeñara en que todos ellos siguieran viviendo en su casa sin ejercer su profesión, viviendo exclusivamente del sueldo del padre. Este absurdo solo se vive en cuba por que el ciudadano, que no tiene la fortuna de formar parte de la élite gobernante, no tiene la posibilidad de elegir en que trabajar.
El gobierno cubano dice que su sistema de salud es de lo mejor,  pero igual que en la educación, no sabemos en el exterior nada de su situación real, salvo lo que los lideres cubanos nos quieren decir. Son secretos bien guardados; el índice de mortalidad, la morbilidad epidemiológica, el tabaquismo, alcoholismo y la drogadicción. Se habló con rimbombancia de los médicos cubanos enviados a Venezuela como bienes exportables, ya que el gobierno cubano cobra al venezolano por cada médico. Pero estos no son más que brigadas médicas rurales, similares a las de todos nuestros países latinoamericanos, para curar gripes, tos e infecciones gastrointestinales, con el agravante de la falta de medicamentos ya que estos no vienen con los médicos. Parece ser que las medicinas escasean tanto en Cuba como en Venezuela. Baste decir que el ex –presidente Venezolano Hugo Chávez fue a curarse a Cuba, supongo, porque en Venezuela eran incapaces de curarlo, pero igual en Cuba no pudieron curarlo.
Después de 55 años de dictadura comunista en Cuba, son pocos y cada año son menos los hombres y mujeres que conocieron el régimen de Fulgencio Batista o anteriores a éste y solo conocen la de los hermanos Castro. La inmensa mayoría solo conoce esta última. Para ellos la pobreza, el racionamiento, la falta de literatura, cine, radio y televisión libres es parte de su vida cotidiana. No tienen punto de comparación. Decidir por sí mismos es algo que simplemente no pueden hacer ni imaginan como hacerlo.
Esto me recuerda el reportaje subrepticio realizado en la comunista Corea del Norte, donde unos médicos voluntarios Estadounidenses operaron las cataratas de los ojos de decenas de Norcoreanos y al serles quitadas las vendas de los ojos lo primero que veían era un gran cuadro del dictador Norcoreano Kim Jong-il y se desvivían en gracias y reverencias ante la imagen del Querido Líder, para enseguida salir de la sala sin siquiera voltear a ver a los médicos que los habían curado.
Es el grado de adoctrinamiento a que, me temo, ha sido sometida esta nueva generación de cubanos. Odiar a Estados Unidos y hacerlo responsable de todos sus males es el más refinado proyecto comunista de los líderes cubanos, para evadir su fracaso.
Me pueden decir que en cualquiera de nuestros países Latinoamericanos los ciudadanos viven carencias de todo tipo, si es cierto, pero no son impuestas por decreto y hay la esperanza de superarlas, EN CUBA NO EXISTE ESA ESPERANZA.   

FELIZ AÑO NUEVO 2014.  

miércoles, 25 de diciembre de 2013

PEÑA NIETO MIENTE DE NUEVO.


¿A poco tú ganas más de $ 60,000.00 pesos?

Es la pregunta que se hace en un comercial televisivo que trata de apoyar la reforma fiscal de Peña Nieto.
Si el salario promedio cotizado al IMSS es de $ 7, 750.00, la respuesta casi unánime de los asalariados mexicanos es indiscutiblemente NO.
¿Qué le dice intrínsecamente al mexicano promedio este anuncio?
En primer lugar; le deja bien claro que está bien jodido y que con toda seguridad jamás en su vida podrá superar esa calamidad, porque  según las propias cifras del IMSS solo el 0.6% rebaza los 10 salarios mínimos, es decir $ 18,250.00.
El engaño consiste en que, el comercial televisivo trata de crear la imagen de que la reforma fiscal es beneficiosa para el trabajador, siendo que realmente no le aporta ningún beneficio. En el mejor de los casos queda como estaba, o sea, bien jodido.
Pero por otra parte, en este comercial ni por ningún otro lado, le dice Peña Nieto al trabajador que la misma ley a disminuido parcialmente la posibilidad de deducir las prestaciones que los patrones le otorgan a sus trabajadores. Lo que provocará que los patrones dejen de incrementar dichas prestaciones y lo que es peor, tal vez las eliminen.
Siendo claros, el trabajador está bien jodido y más lo estará con la nueva ley fiscal.
En segundo lugar; la frase “¿A poco Tú?” expresada como lo hace el comercial en forma inquisidora, inocula a los trabajadores la idea de que ganar $ 60,000.00 o más es una maldad, que el trabajador común y corriente no debe aspirar a ganar más de esa cantidad. Que los que ganan más de $ 60,000.00 serán castigados por haberlo obtenido.
En tercer lugar; Peña Nieto le esconde al trabajador la realidad de que en diversas formas, con la nueva ley fiscal, le ha aumentado los impuestos a las empresas y que estos aumentos de impuestos representan un costo adicional para ellas, que ineludiblemente terminarán siendo repercutidos en un aumento de precios de sus productos y servicios. Por lo que el salario de los trabajadores les rendirá menos, lo que es igual a ganar menos.
También esconde el hecho de que la nueva ley fiscal aumenta el IVA en toda la zona fronteriza y Quintana Roo del 11% al 16%. Dice que es injusto que estos mexicanos no paguen lo mismo que el resto de la república. ¡FALAZ MENTIRA! Lo que es injusto es que el resto de la república pague un 5% más.
Esconde también que la nueva ley fiscal aumenta en diversas medidas las bebidas azucaradas, los alimentos que mal calificados les llama “comida chatarra”. Si por el aumento logra lo que dice proponerse y estos productos disminuyen su consumo, las empresas disminuirán su producción y en consecuencia habrá una enorme cantidad de despidos. Si por otra parte la gente igual los sigue consumiendo con los nuevos precios, se verá disminuido su poder adquisitivo, lo que es igual, de nuevo, a ganar menos. De cualquier forma pierde el trabajador.
Queda claro pues que Peña Nieto  ¡MIENTE!  El trabajador está jodido y seguirá jodido, lo cual a Peña Nieto ¡NO LE IMPORTA!
Según el diccionario de la lengua española de la Real Academia Española:
JODER: DESTROZAR, ARRUINAR, HECHAR A PERDER.

sábado, 6 de julio de 2013

LA GRAN ESTAFA, EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO.



Cada sexenio en los primeros meses del gobierno entrante se elabora un plan nacional de desarrollo. Pero pocos saben que este enorme y rimbombante documento se hace, no por una explosión de las habilidades del presidente en turno, sino porque la ley le obliga a ello. Dicho de otra manera, si no fuera una obligación legal jamás se haría.
Cada nuevo presidente nos dice en él, que el producto interno bruto crecerá hasta la estratosfera (es decir la riqueza en el país), en consecuencia que disminuirá la pobreza, que aumentará el empleo, que todos los  mexicanos tendrán educación, que todos además tendrán acceso a la salud, etc. etc. Todas son promesas alegres por decir lo menos.
Hace algunos días el presidente Enrique Peña Nieto hizo una presentación exuberante de su plan nacional de desarrollo  2013-2018.
Aunque se llena la boca, diciendo que para su elaboración se ha consultado a todo mundo, la realidad es que el 99.9% de los mexicanos desconocen que existe tal cosa y desconocen aún más en qué consiste dicho plan. Tenemos aquí la primera y fundamental gran mentira de Peña Nieto, si no, dígame usted si le preguntaron alguna vez su opinión para su elaboración.
Para todos aquellos que no lo sepan se los repito, el plan nacional de desarrollo 2013-2018 de Peña Nieto dice tener como objetivo general:

Llevar a México a su máximo potencial.

Primera y gran estupidez. Si hubiera preguntado siquiera a algunos mexicanos nunca hubiera escrito ese enunciado. ¿Cuál es el máximo potencial de México? ¿Ser más grande, rico, poderoso  qué quien?
Tal parece el enunciado salido en una tormenta de ideas de algún departamento de recursos humanos en cualquier empresa de México.
Una más de las promesas que Enrique Pe­ña Nieto jamás cumplirá.

sábado, 23 de febrero de 2013

ENRIQUE PEÑA NIETO; arrogante, inepto y manipulador.


Cuando las cifran empiezan a ser manipuladas con fines políticos, lo único que demuestra quien lo hace es ineptitud.
Enrique Peña Nieto empieza a ser víctima de las perentorias exigencias que implica ser presidente de la república. Muy pronto cumplirá los primeros cien días de su gobierno y los resultados son magros. En cien días poco resultados se pueden entregar, menos aún, si se tiene en cuenta que al inicio de una nueva administración los nuevos funcionarios apenas están aprendiendo. Pero por mucho que esta exigencia parezca inverosímil, se vuelve muy real, sobre todo para los medios de información y sobre todo para los partidos de oposición que no ganaron o que perdieron.
Sin embargo y a pesar de lo antes dicho, Enrique Peña Nieto ha incurrido en la toma de una decisión  que muestra solo dos cosas; arrogancia e ineptitud.
Enrique Peña Nieto ha decidido cambiar el primer día de su administración una gran parte de la estructura del gobierno federal.
Esto, lo único que muestra es que Peña Nieto posee una buena dosis de arrogancia. Es arrogante porqué la historia de las naciones y sus gobiernos nos enseñan que mientras más estables sean sus estructuras mejor desempeño pueden logran a corto y largo plazo. No se puede cambiar la estructura de un gobierno sin antes haber probado y medido de primera mano y afondo el funcionamiento de las estructuras actuales. Un cambio de estructuras de dirección en una organización y menos en un gobierno, puede hacerse de buenas a primeras, menos si se reconoce que la estructura anterior ha venido funcionando. Un cambio de esta naturaleza tiene que hacerse con cautela y en donde se sabe, por experiencias propias o estudiadas en otros modelos, que los cambios estructurales que aquí se pretenden instalar darán con toda certeza mejores resultados que los anteriores.
Cambiar por el simple hecho de querer parecer diferente, es no solo arrogancia, sino también ineptitud.  Es ineptitud porque no se demuestra que los cambios ofrecidos resultarán en una mejor eficiencia de la administración. No se nos dice con exactitud cómo es que se hará más con menos. Por el contrario el presupuesto aprobado indica que se gastará más y con una estructura mayor.
El reacomodo general, el traslado de funciones de una secretaría a otra, el ajuste de presupuestos que por necesidad se tienen que hacer y que son asignados por ley, hacen que la administración se vea entorpecida y por consiguiente los resultados se retrasen. Un costo adicional muy importante de tomar en cuenta.
Llegarán muy pronto sus primeros cien días de gobierno y los resultados son magros. Que hace entonces Peña Nieto; Manipula cifras. Muestra las cifras negativas de la administración anterior y esconde las suyas.
La nueva Secretaría de Gobernación, reestructurada y aumentada en sus funciones, publica una cifra de desaparecidos de 27,523 personas. Todas ellas, hace énfasis, en el sexenio anterior del presidente Calderón. Es una información premeditadamente engañosa y que a todas luces pretende manipular a la opinión pública. Todos los medios de comunicación replicaron la información sin siquiera cuestionar la más mínima inquietud respecto a ella.
En primer lugar es una cifra que se venía informando año con año, por lo que sorprende la sorpresa con la que la recibieron y replicaron los medios informativos. Da que pensar sí éstos también están  manipulados por el nuevo gobierno.  Ahora bien la cifra no nos dice los rangos de edades en que está integrada. Siendo que esta información es vital para comprenderla.
Para dar una idea a que me estoy refiriendo, mencionaré que en Estados Unidos solamente en el año 2012 hubo alrededor de 12,000 niños desaparecidos, es decir personas que fluctuaron entre los 0 y los 18 años. Estos se dan principalmente por el secuestro de infantes ejecutados por los cónyuges y por el abandono del hogar de adolecentes orillados por diferentes motivos: maltrato, hogares destrozados o disfuncionales etc. Por otra parte el centro nacional de infantes desaparecidos en Estados Unidos informa que recibe diariamente alrededor de 500 llamadas diarias informando la desaparición  de un infante. Si estas cifras se transpolan a un sexenio y se comparan con las mexicanas. Se verá claramente que, sin dejar de ser un grave problema, no es ni con mucho diferente a lo que sucede en otros países. 
Es por esto que dar una cifra de 27,523 desaparecidos, sin más, es de suyo mal intencionado y manipulador. No nos dicen cuantos infantes y cuantos adultos incluye. No nos informan nombres y datos personales con el fin de que la población ayude a encontrarlos.  No se nos explica si es una cifra total de denuncias, ni cuántos de ellos han sido encontrados o si todos ellos permanecen desaparecidos.
Pero lo que es peor y que solo muestra una terrible desconsideración para con las familias afectadas y que es una simple manipulación de la opinión pública, es que no se informa junto con la cifra dada, cuantos han sido encontrados por la nueva administración, es decir, que es lo que la nueva administración está haciendo, ya, para recuperarlos. Solo se dice y se recalca el hecho de que 147 son desapariciones forzadas, como queriendo hacer la reducción del enfoque a solo estas por el hecho de que son atribuidas a las policías y al ejército. Pero de nueva cuenta no detalla que cantidad corresponde a que policía y qué cantidad al ejército. Y se anuncia con fanfarrias que se creará una comisión para investigar estas últimas. Pero ¿Solo éstas? ¿Y qué pasa con el resto? Con esto solo se pasa de una desconsideración a una verdadera afrenta para los familiares del resto de los desaparecidos.  
Es decir Enrique Peña Nieto ofrece una cifra para justificar que no ha hecho nada.           

domingo, 17 de febrero de 2013

EL INFIERNO SI EXISTE


¡Puta madre!  Dijo el chilango al cruzar la puerta del avión que acababa de aterrizar en el aeropuerto de Mexicali.
Eran los primeros días de agosto.
 En esta tierra aún persistía la cortesía de pasar por los amigos o compañeros de trabajo cuando arribaban al aeropuerto.
 Eran las 10 de la mañana.
Yo llegué en mi fabuloso Grand Marquis del ’82, nuevecito, que contaba con una eficiente refrigeración, por lo que al bajar del automóvil sentí el cálido abrazo de los 98oF una extraña sensación que solo los mexicalenses de corazón podemos disfrutar.
¿Qué tal tu vuelo?  Pregunté.
Muy bien, contestó el chilango…hasta que me bajé del avión… ¡puta madre! Esto es el infierno, y acto seguido hizo la pregunta-afirmación que los mexicalenses odiamos y que la mayoría de los visitantes formulan ¡¿No sé cómo diablos pueden vivir en este infierno?!
Como siempre hago ante esta pregunta, la ignoré. Como respuesta le señalé el carro, abrí la cajuela y guardamos su maleta.
¿Qué temperatura estará haciendo? Preguntó el chilango.
Alrededor de 98 grados, contesté.
Estás loco, eso no puede ser, replicó.
Sonriendo le dije, son 98 grados Fahrenheit.
 Ah sí, replicó, se me olvidaba que todos aquí están apochados… en mexicano ¿Cuánto es?
Muy fácil le dije, a 98 le restas 32 y lo multiplicas por .55556. Sonreí para mis adentros pues sabía lo que a continuación iba hacer.
Acto seguido sacó su flamante mini agenda-calculadora de bolsillo, que en aquellos días estaban tan de moda, como ahora los celulares,  hizo la operación y abriendo los ojos casi gritó ¡36.7 grados centígrados a las 10 de la mañana!
Es correcto le dije, y para entre las 3 y las 5 de la tarde esperamos alrededor de 46 o 47 grados centígrados.
Yo no me bajo del coche, dijo, nos vamos directo a Tijuana.
En esta tierra no se dice coche, se dice carro le respondí, tratando de distraer su atención, lo cual consigo de inmediato.
Si, no me acordaba que todos aquí son pochos.
No… le contesté, los de aquí somos mexicalenses. Se les llama pochos a los hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos  pero solamente en el sur de California. Por cierto la palabra pocho nació del entrelazamiento de dos palabras, pachuco y cholo, ambas de origen náhuatl  o sea tus antepasados y aunque se le quiso dar un tono despectivo, para los pochos era un orgullo ser nombrados de esa manera.  Actualmente las palabras pachuco, cholo y pocho han dado paso al gentilicio Chicano, que de ser también tratado en un principio como un término despectivo se ha convertido en un poderoso símbolo artístico y cultural.
Ya deja de hacerle al sociólogo y dime como van las cosas por aquí.
Todo marcha bien en términos generales, pero es necesario que revisemos a fondo las acciones de la competencia que en el futuro nos pueden perjudicar. No hemos  dejado de ganar mercado mes a mes y no quiero que el segundo semestre se nos caiga.
Bien si quieres lo platicamos en el camino a Tijuana.
Podría ser, pero creo que es necesario que veas y sientas por ti mismo las reacciones del mercado, no quiero que luego te llegue información por otro lado y te quieran sorprender. Yo sé que a ti no te gusta que te agarren los dedos contra la puerta.
Está bien me convenciste, vamos al hotel para registrarme.
Pues ya llegamos.
¡Carajo! ¡Bien sabias queme  ibas a convencer de quedarme!
Lo vas a disfrutar y va a  hacer de mucho provecho para todos. Si mis apreciaciones son correctas puedes sacar de esto un buen plan para toda la región.
Nos detuvimos en la puerta del hotel y bajamos del carro, le di las llaves al botones junto con una propina y le pedí que lo estacionara y llevara la maleta de mi compañero a su habitación. Esperé a que se registrara y lo invité al bar.
Vamos a que te refresques un poco.
El lugar estaba bien refrigerado, como suelen estar estos sitios aquí en Mexicali. Nos sentamos en una mesa frente a un gran ventanal que nos permitía ver una piscina sobre la cual caía un chorro de agua que provenía de una estructura que simulaba el final de un acueducto. A su alrededor había un prado cubierto de un césped muy bien cortado y poblado de palmeras. Dentro, una tenue música llenaba el ambiente.
Por favor denos dos clamatos, pero apenas pintados, le dije al barman, sin siquiera preguntarle a mi amigo que quería.
No me vas a apantallar, ya sé que aquí en Mexicali inventaron el clamato.
Es cierto, no esperaba sorprenderte, pero lo que tal vez no sabes es que el clamato fue inventado en este lugar, en esta barra.
¡No mames! Y dirigiéndose al barman preguntó ¿Es cierto lo que dice este pocho?
El barman se extendió en explicaciones, principiando por la indispensable aclaración en el sentido de que últimamente se quieren robar el crédito de la invención del clamato adjudicándoselo a alguien en la ciudad de Nueva York, para lo cual afirmó con vehemencia ¡Es mentira! Se inventó aquí sobre esta barra.
Salimos a recorrer la ruta, como coloquialmente decíamos al hacer trabajo de campo. Recorrimos media ciudad. Con cada cliente lo presenté como el director general, cosa que le impresionaba a  los clientes y a él le agradó tanto que nunca hizo el menor intento por corregirme.
Para mí ya es la una… para mí ya son las dos, decía el chilango a cada hora, recalcando las dos horas de diferencias de los usos horarios. Insinuando que su horario de comer hacía tiempo había pasado. Insinuación que yo ignoraba cada vez.
La realidad de las cosas es que para una persona que no es nativa de Mexicali o no lleva ya algunos años viviendo en la ciudad, el calor de nuestro verano es verdaderamente insoportable. Produce la sensación de que el aire no le llena los pulmones, siente que se ahoga y no hay suficiente líquido que apague su sed. La ropa, empapada en sudor, le empieza a estorbar y trata de deshacerse de ella  hasta donde su pudor le permita.
Iban a ser las tres de la tarde cuando detuve el carro frente a uno de esos negocios que en aquella época proliferaron en Mexicali y que vendían cerveza de barril en tarros congelados. Al bajarnos del carro el pavimento de la calle parecía vaporar por el fortísimo calor, los ojos del chilango estaban enrojecidos, no sé si por el calor o por el coraje, que ya para esa hora parecía no disimular.
A donde vamos ahora, aquí ya son las tres de la tarde… me dijo.  
Esta es la última parada, le dije a la vez que empujaba la puerta del establecimiento.

Es difícil poder describir la cara de satisfacción que puso el chilango cuando sintió la ola de aire frio que salía del local. Quien para entonces ya traía las mangas de la camisa remangadas hasta los codos y desabotonada hasta la mitad. 
Nos sentamos en dos taburetes frente a la barra y el barman sin preguntar sacó de debajo de la barra dos tarros completamente blancos por la escarcha que los cubría y con un movimiento elegante, como haciendo una media elipse, deslizó uno de ellos contra la boca del surtidor, de tal manera que ésta quedara justo al bode del tarro. Lo fue llenando lentamente casi hasta el tope y luego con un hábil movimiento de la muñeca produjo un copete de espuma que chorreando aún lo  deslizo frente al chilango, repitió la maniobra con el otro tarro y lo puso frente a mi; los levantamos, los chocamos y bebimos la helada cerveza con grandes tragos que al pasar por nuestras gargantas producía el efecto, prácticamente literal, de sentir como nuestros cuerpos se iban enfriando.

El chilango guardó silencio por unos segundos, como tratando de alargar el disfrute de la ambarina bebida. Luego, dando la impresión  de ordenar sus pensamientos dijo:

¡AHORA SÉ QUE HACEN USTEDES PARA AGUANTAR ESTE INFIERNO!

viernes, 28 de diciembre de 2012

DUERME NIÑA, DUERME


Paso de prisa por un lado de tu cunita, estas dormidita, profundamente dormidita. Tu abuela vigila tu sueño, su desvelo es su recompensa. Solo verte dormir, con esa tranquilidad inocente que solo los niños de tres años pueden irradiar cuando duermen, me hace sentir que la vida ha valido la pena. La respiración calmada, casi imperceptible, que crea la necesidad de fijar la mirada para saber si lo haces o no, hasta que un pequeño suspiro que estremece todo  tu cuerpecito me da la respuesta afirmativa.

Tu pequeña frente transpira un leve sudor y hace que algunos de tus cabellos formen hilos más gruesos,  que los hacen parecer más obscuros.

De pronto tus labios dibujan una sonrisa. Pareces soñar. Me inclino a imaginar en qué estarás soñando pero sé que es un ejercicio inútil. Sé que a esa mínima edad los sueños ya están presentes, y no por que los niños  los platiquen, sino porque nos lo señalan cuando despiertan los pobrecitos aterrados por un mal sueño. Pero ahora tú, ¿si estás soñando?, pareces disfrutarlo. La paz, la tranquilidad de la inocencia, de saberte, por qué se que  lo sabes,  segura y amada, hace que el solo mirar tu sueño me haga alargar la pausa.

De nuevo suspiras, de nuevo se estremece tu cuerpecito, de nuevo sonríes y yo sigo mi camino con el alma llena. 

Adolfo Camacho Gómez   

jueves, 6 de diciembre de 2012

PORQUÉ NO VOTÉ POR AMLO

En el fervor de las campañas presidenciales del pasado 1ro. De julio de 2012, me preguntaba como cualquier ciudadano por quién votaría. Esta es mi reflexión en relación a mis motivos de porqué no voté por Andrés Manuel López Obrador.
Estuve frente al televisor viendo y escuchando el discurso de Andrés Manuel López Obrador una semana después de las elecciones y quiero pensar que fui uno de miles que hicieron lo mismo. Con toda seguridad ahora sus simpatizantes no son los millones que votaron por él. Para muchos de ellos la elección ya pasó y continúan con sus vidas. Dieron su voto por un candidato que esperaban que ganaría y no gano, pero no por el personaje que ven paulatinamente transformarse en otra persona o más bien presentar la persona que realmente es.
Me fuerzo a pensar que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es congruente en su discurso y su actuar, pero los hechos me indican todo lo contrario.
Nace políticamente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) conjuntamente con su actividad laboral, nunca se ha desempeñado en la actividad económica real, tal vez es por eso que cuando habla de los hombres que la representan los señala con índice de fuego como si fueran el mismísimo demonio. Entre otras cosas acusa a los grandes empresarios de no pagar impuestos, mostrando un absoluto desconocimientos del funcionamiento del sistema tributario mexicano. Por cierto él jamás ha hecho pública una declaración personal de impuestos.
En 1983 fue electo presidente del PRI en su natal Tabasco. En 1984 deja la presidencia del PRI en Tabasco y se traslada a la ciudad de México para asumir la Dirección de Promoción Social del Instituto de Protección al Consumidor, Aunque también antes, de 1977 a 1982, fue delegado en Tabasco del Instituto Nacional Indigenista, es decir medra en la burocracia estatal o partidista, siempre en espera de algo mejor, misma a la cual ahora llama alta burocracia y dice que no sirve más que para gastar el presupuesto y debe ser abolida. Es decir, solo cuando se sirve de la burocracia o se beneficia de ella es buena. Un doble discurso que usa constantemente con un descaro inaudito.
En 1988, se une a un grupo importante de priistas encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas para forma una corriente de militantes inconformes. Pero, ¿Inconformes con qué? No podía ser de otra manera, se inconformaron porque Cuauhtémoc Cárdenas no obtuvo la candidatura presidencial por parte del PRI, terminando, el grupo que integraba la disidencia, por separarse definitivamente del PRI.
Pretenden ir por ideales más elevados pero la verdad desnuda es el simple deseo de alcanzar el
poder.
En ese mismo año AMLO creyó obtener su recompensa siendo nombrado candidato a la gubernatura de Tabasco por el Frente Democrático Nacional, nombre como se denominó a la escisión del PRI, pero para su mala estrella perdió precisamente contra el candidato del PRI Salvador Neme Castillo y por primera vez se llamó a robado y sobre lo cual publicó su libro “Tabasco, víctima de un fraude”. Es todo un descubrimiento del pensamiento íntimo de este individuo con todas sus implicaciones que posteriormente aflorarían. Su libro es una queja personalísima, expone una afrenta, que según él, se había perpetrado en su persona el único y legítimo representante del pueblo. Reitera una y otra vez que no le interesa el poder, pero pelea rabiosamente por él.
Lo insensato de todo esto es, que durante toda su militancia dentro del PRI, tiempo en el que fue partícipe y beneficiario activo o pasivo de todas las prácticas ilegales o cuasi legales que son costumbre en ese partido, no levantó una sola voz de rebeldía, simplemente las aprovechó.
La pregunta queda en el aire para la posteridad. Si Cuauhtémoc Cárdenas se hubiera alzado como candidato presidencial del PRI en aquella ocasión ¿Habría existido el PRD? Con toda seguridad no, pero Cuauhtémoc Cárdenas hubiera sido presidente y también con toda seguridad Andrés Manuel López Obrador hubiera sido gobernador de Tabasco o tal vez secretario de estado o inclusive presidente, pero siempre sometido a la nomenclatura priista, es decir, tanto Cuauhtémoc Cárdenas como López Obrador serían hoy dinosaurios priistas retirados, disfrutando de sus pensiones.

En 1994 fue candidato por segunda ocasión para la gubernatura de Tabasco, volviendo a perder, ahora contra Roberto Madrazo Pintado del PRI. Con o sin razón nuevamente no reconoció su derrota y su malestar no se quedó ahora en la escritura de otro libro, sino que inició una marcha desde Tabasco al Distrito Federal esperando que el presidente de la república, pasando por encima de las leyes, al verse presionado por la difusión nacional e internacional de su protesta, diera un golpe de mazo en su favor. No sucedió lo que él esperaba, pero descubrió el beneficio personal que podía obtener con la agitación de masas populares. Es una llave que sigue utilizando hasta la fecha. Pero, por nuestra parte, también descubrimos otra faceta de su obscuro pensamiento. Esperaba con toda vehemencia que se torciera o se ignorará la ley en su beneficio simplemente porque él creía tener la razón y esperaba que todos debieran comprenderlo de esa manera y simplemente aceptarlo. Y si no hacían lo que él esperaba que se hiciera entonces todo el mundo estaba equivocado, solo su verdad y su razón debían prevalecer. Había aparecido el absolutista.
En 1996 contendió para la presidencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) contra Heberto Castillo y Amalia García. A pesar de las inconformidades y acciones truculentas que se dieron y se dan perenemente en todas las elecciones internas del PRD tanto Heberto como Amalia se portaron como políticos de altura o simplemente no quisieron enfrentarlo y dejaron el paso libre a AMLO.
Durante su presidencia de partido en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas fue candidato para jefe de gobierno del Distrito Federal por el PRD, saliendo triunfador. Podríamos pensar que el triunfo se debió a una estrategia bien elabora por López Obrador pero de ninguna manera esto fue así, Cuauhtémoc Cárdenas en ese tiempo era el líder absoluto del PRD, él mismo llevó las riendas de su campaña y contaba con una mayoría de simpatizantes precisamente en el Distrito Federal (DF). Casi fue una consecuencia lógica. Por otra parte ya se notaba un distanciamiento de López Obrador en contra de Cuauhtémoc Cárdenas, tal vez celoso de la popularidad de éste.
En el año 2000, AMLO compite por la candidatura para la jefatura de gobierno del DF junto con Demetrio Sodi y Pablo Gómez. Es curioso que los contrincantes de su mismo partido objetaran su legal residencia mínima de 5 años en el DF ya que también mantenía una residencia legal en tabasco, tal vez porque seguía viva su esperanza de competir por tercera vez a la gubernatura de su estado natal. Nunca quiso o pudo aclarar plenamente esta situación, sin embargo a pesar de todo se alzo con la candidatura. Vemos aquí aflorar otra faceta de la compleja personalidad de López Obrador, cuando las leyes o reglamentos no le favorecen simplemente los ignora porque en su fuero interno considera que no deben ser aplicables en su persona y a su vez elabora inverosímiles teorías de conjuras y complots en su contra.
Ganó la jefatura del DF contra Santiago Creel del Partido Acción Nacional (PAN) por una diferencia de tan solo el 2.78%. ¿Que hubo carruseles, acarreados, compra de votos y aprovechamiento de los programas sociales por parte del PRD para ganar la elección? Nadie lo duda, sin embargo en esta ocasión AMLO defendió su triunfo como una elección limpia y legítima. El PAN con una tradición de verdadera democracia acepta su derrota. A pesar de la pequeñísima diferencia nunca se pidió voto por voto ni casilla por casilla, no se hicieron plantones ni marchas. López Obrador lo deja muy claro; cuando los excesos en gastos de campaña son en su favor, cuando el peso del estado opera en su favor, cuando la coacción y compra de votos opera en su favor, la elección es limpia y legítima.
Del análisis de su actuación como jefe de gobierno del DF hay muchas versiones, unas a favor y otras en contra. Yo solo deseo referir el reporte de Transparencia Internacional que dice que la corrupción en el DF no solo no ha disminuido sino que ha aumentado. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestra que la pobreza se ha mantenido igual. La Secretaria de Educación Pública (SEP) manifiesta que los NINIS (seudónimo de jóvenes que ni estudian ni trabajan) han aumentado. El empleo o desempleo, (por ver el ángulo desde la perspectiva de unos y otros), ha mantenido la media nacional según la Secretaría del Trabajo. En cuanto a la seguridad o delincuencia únicamente podemos hacer referencia a la información no muy transparente que el propio gobierno del DF nos quiere dar y ellos dicen que ha disminuido sustancialmente, algunos lo creen, otros no. Yo solo quiero referirme a lo que un ciudadano defeño, bien informado, me comentó en respuesta a una pregunta mía. Yo había leído en uno de tantos informes sobre la droga en México que regularmente publican periódicos de Estados Unidos en el que se daba a conocer que independientemente del trasiego de la droga hacia Estados Unidos el consumo de la misma había crecido exponencialmente en México, y que la región de mayor consumo era el Distrito Federal y su zona conurbada con el Estado de México. Dato por lo demás creíble y sustentable por el simple hecho de que esa región muestra la mayor concentración poblacional y también una concentración importante, aunque muy desigual, de riqueza. Bueno yo le preguntaba a esta persona, ¿si los informes estadunidenses estaban en lo correcto, porqué no veíamos luchas entre pandillas o carteles de la droga como en otros estados? Con un gran sentido de la realidad me contestó que él estimaba que las matanzas se dan más bien por el control de las rutas de trasiego, y el DF no es una ruta de trasiego. Por otra parte me dijo, los americanos tienen razón, ya que para la venta callejera de droga, el DF es como un gran centro comercial, es ampliamente conocido que en cualquier bar se puede encontrar un distribuidor de droga y en las calles cualquier esquina es un buen lugar de venta y las famosas tienditas parecen operar con entera libertad. Las autoridades o están metidas en el negocio o simplemente los dejan operar para no alborotar el avispero.
Por otra parte me dijo, los asaltos; en taxis, autobuses, en el metro o a plena calle, los robos de autos, a casas particulares y negocios y los secuestros exprés, son parte de la vida cotidiana. Los defeños parece que ya nos acostumbramos a vivir en ese remolino de inseguridad, nadie denuncia por miedo a que las autoridades estén coludidas con los delincuentes o por la interminable pérdida de tiempo al hacerlo. En general nos damos por bien librados, casi agradecidos con los ladrones, si solo perdemos dinero, auto o celular.
Puede usted creerlo o no, es su derecho. Pero el hecho innegable es que los vecinos del Distrito Federal lo viven cotidianamente.
Aquí me referiré a un hecho que por ser tan evidente tal vez pasa desapercibido. Desde que se establecieron las olimpiadas nacionales el Distrito Federal era una potencia, siempre ocupaba el primer lugar, pero desde que el PRD llegó al poder el DF ha sido relegado de los primeros tres lugares. Tal vez no se le dé a este hecho la debida importancia, pero en el trasfondo refleja la actuación de sus gobernantes y sus prioridades, las cuales en este caso no tienen nada que ver con la gente a la cual presumen dedicarse, principalmente la juventud.
En su defensa AMLO argumenta con vehemencia la creación de la pensión para los adultos mayores. 
Quiero referirme a ésta en particular, aunque no es muy diferente a otros sistemas asistencialistas. Siempre que se establece un sistema de ayuda como éste es aplaudido y bien recibido por la sociedad y cuando alguien se atreve a descalificarlo se le tacha de mezquino e insensible con los más desprotegidos, es prácticamente inatacable
.
Veamos ahora la real verdad intrínseca en esto. Un sistema de esta naturaleza debe ser establecido con un fondo alimentado por la misma sociedad con participaciones bien definidas y enfocadas exclusivamente a ello. Cuando se decide con ingenua simpleza quitarle un pedazo al presupuesto general ya establecido de un gobierno, lo único que se hace es desatender otros rubros para cubrir el nuevo, desembocando en la necesidad de pedir prestado, aumentar impuestos o como es el caso del DF pedirle más dinero a la federación. Es un hecho que las participaciones federales al DF han ido creciendo en los gobierno perredistas muy por arriba de su crecimiento económico real.
Pero veamos un poco de números; la deuda pública del Distrito Federal al 31 de marzo de 2012 fue de 55,778.6 millones de pesos. En 1996 un año antes de que el PRD obtuviera el poder en el DF era de 7,390.4 millones de pesos. Juzgue usted mismo.
Los sistemas asistencialistas con el tiempo toman vida propia, nadie debe engañarse pensando que son emergentes o temporales ya que son imposibles de eliminar, crean su propia burocracia y con el tiempo van creciendo en número de beneficiarios y por consiguiente en su costo. Es por eso que desde su fundación deben ser diseñados para que cuenten con un financiamiento propio. Si no se hace esto, con el transcurrir de los años, que pueden ser diez, quince, veinte o muchos más, su financiamiento se vuelve tan insostenible que puede llevar a la quiebra a un país entero. Ejemplos en el mundo sobran; Grecia, España, Italia y Francia son un fiel reflejo de lo aquí expuesto. Lo curioso es que cuando esto sucede sus creadores y receptores de todos los elogios por haberlo hecho ya no existen, solo están los que recibirán la total reprobación por tratar de corregir los errores de aquellos.
Andrés Manuel López Obrador supo utilizar con gran eficacia el gran escaparate que le proporcionaba ser jefe de gobierno del DF. Hace conferencias de prensa todos los días, ataca toda iniciativa del presidente Vicente Fox, lo cual le permite erigirse en líder absoluto del PRD, dejando muy atrás a Cuauhtémoc Cárdenas, su principal contrincante dentro de su partido, pero eso no le impide denostarlo públicamente al grado de crear una seria enemistad entre ellos. Queda entonces el camino libre para demandar la candidatura de su partido para la presidencia de la república en el 2006. AMLO nos muestra aquí otra faceta de su personalidad, un contendiente o contrincante político es para él un enemigo al que no únicamente hay que vencer sino aplastar. El déspota ha hecho su aparición.
Aunque AMLO insiste en investirse de honestidad, su mandato en el DF no estuvo exento de escándalos de corrupción. Primero su director de finanzas fue descubierto gastando millones de pesos en las Vegas, posteriormente se destapó el escandaloso asunto de los videos donde se ve a un muy cercano y conocido colaborador suyo recibiendo fajos de billetes, quien por otra parte aún opera bajo su sombra. El verdadero destino final de ese dinero nunca se aclaró suficientemente, pero la presunción general fue la campaña de AMLO. La adjudicación de contratos para obras a lo largo de todas las delegaciones fueron objeto de innumerables denuncias pero la Ley de Transparencia en el Distrito Federal es menos que letra muerta. Lo anterior solo fue el preámbulo para que la personalidad oculta de López Obrador surgiera con toda su fuerza al enfrentar el famoso caso del “desafuero”.
Originado en 1989, en un gobierno anterior al de AMLO, por la expropiación de un predio llamado El Encino y sobre el qué el gobierno del DF inició la construcción de una vialidad, en contra de lo cual se inconformaron los propietarios y obtuvieron del poder judicial la suspensión definitiva, lo que implicaba detener la construcción en progreso. López Obrador hizo caso omiso del ordenamiento legal cayendo en desacato. El congreso votó a favor de eliminar el fuero constitucional que protegía a López Obrador dejándolo sujeto de ser procesado legalmente con posibilidades muy reales de caer en prisión.
A todo esto ¿Qué hace López Obrador? En lugar de hacer una fuerte defensa legal, que para los expertos era perfectamente viable, decide ignorar totalmente los causes legales e inicia una defensa mediática y hace parecer al presidente Vicente Fox, con razón o no, como el instigador de la demanda con el fin de sacarlo de la carrera por la presidencia de la república para el año 2006. Urde la idea de un complot de conjurados en su contra donde incluye al propietario del predio afectado, al PAN, al PRI, a los integrantes del congreso que votaron a favor del desafuero, a las autoridades judiciales, a un grupo de empresarios que para él son los dueños del país, al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, por supuesto al presidente Fox y a todos los medios de comunicación y analistas políticos que no estaban de acuerdo con él. Si no fuera la triste realidad, cualquiera podría pensar estar ante un esquizofrénico con delirio de persecución. Sin embargo su estrategia le dio resultado, las diatribas en contra de los medios de comunicación hizo que, por no parecer parciales, hicieran eco de cuanta frase salía de su boca. Echó mano del recurso ya probado de utilizar a la gente en innumerables marchas, plantones y mítines, que aunque él y todo mundo sabe muy bien no son representativas de la sociedad, si presentan mediáticamente una imagen perturbadora. Al final AMLO ganó la disputa. El gobierno temió convertirlo en un mártir si lo encarcelaba y desestimó los cargos en su contra. Para López obrador fue la confirmación, además, de que se puede burlar la ley apretando los botones precisos. Aquí vemos nuevamente al hombre que se envuelve en un manto de honestidad y anticorrupción pero no le importa pasar por encima de ley, engañar a la gente y mentir con todo descaro.
Andrés Manuel López Obrador obtiene sin problemas la candidatura de su partido para contender por la presidencia de la república en 2006. El PAN elige como su candidato a Felipe Calderón Hinojoza, un hombre que aparentemente no tenía las preferencias del presidente Vicente Fox. Durante el transcurso de la campaña AMLO pareció llevar la delantera, lo que le hizo mostrar una más de las facetas de su verdadera personalidad. Se mostró arrogante y autoritario al grado de no asistir a uno de los dos debates que se habían programado, lo cual le costó un gran rechazo de la población. Se presentó al segundo debate únicamente para poner en evidencia su falta de capacidad para debatir con ideas razonables y razonadas. Para el público que vio los dos debates, en ambos, Felipe Calderón salió triunfador.
Se llevó a cabo la elección el día primero de julio de 2006 y por primera vez se pudo seguir por internet el cómputo de las actas de las casillas de toda la república. Durante una buena parte del proceso López Obrador iba arriba de Calderón, pero paulatinamente Calderón fue achicando la diferencia hasta que por la madrugada del día dos rebasó a López Obrador por un pequeño margen. En ese momento el Instituto Federal Electoral suspendió el conteo sin declarar a ninguno de los candidatos como ganador. Aunque se había acordado por todos los partidos que no se proclamaría por parte del IFE ningún ganador si la diferencia entre el primero y el segundo lugar era menor del 2% y que en esta situación ningún candidato se debía manifestar triunfador, tanto Felipe Calderón como López Obrador se declararon ganadores a la media noche del día primero.
Hasta aquí las cosas parecían normales, pero el día 2 por la mañana López Obrador, tal vez ya teniendo información dura en el sentido de que había perdido, declara que el IFE había cometido fraude en su contra. La diferencia era mínima, lo cual le permitía elaborar toda clase de suposiciones; habló de fraude cibernético por parte del IFE, de votos a su favor declarados nulos, manipulación de actas, bueno hasta acusó a sus propios representantes de casilla de haber ayudado a cometer el supuesto fraude.
Durante el escrutinio de los votos, es decir el recuento posterior a la elección donde se hace la verdadera sumatoria oficial de las actas de cada casilla abriendo únicamente para su recuento los paquetes que mostraran irregularidades marcadas por la ley, López Obrador exigió a las autoridades del IFE que se recontaran la totalidad de las casillas con el estribillo de “voto por voto, casilla por casilla” y para esto convocaba manifestaciones y marchas todos los días. El IFE termina el escrutinio con un saldo favorable a Felipe Calderón y todo queda en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Éste ordena la apertura de poco más de once mil casillas para su recuento, pero los resultados solo se modifican mínimamente declarando oficialmente a Felipe Calderón como presidente electo.
Ante este fallo AMLO no solo se muestra inconforme sino también iracundo, convoca a un mitin en el zócalo de la ciudad de México donde se autoproclama Presidente Legítimo y pronuncia su fatídica frase “al diablo con las instituciones”, y convoca a todos sus seguidores a un plantón en la avenida Reforma, una de las principales vialidades de la ciudad y quizás la más famosa, donde permanece alrededor de tres meses obstruyendo la libre circulación de millones de ciudadanos. Esta medida y su virulento discurso lo llevan paulatinamente a un declive vertiginoso en el favor de la gente, en contraposición de lo que con toda seguridad en su mente delirante imaginaba y que era ver a todo México unido a su derredor y con él en el centro como su líder salvador. Poco a poco se fue dando cuenta que esta imagen jamás se iba a realizar y comienza un peregrinaje por todo el país denunciando la supuesta conjura para la ejecución de un fraude en su contra y publica su libro “La Mafia nos robo la Presidencia”. El resultado no fue nada despreciable ya que en un buen porcentaje de la población quedó fija la idea de que sí fue realizado tal fraude.
En relación a este supuesto fraude puedo decir que, a mi entender, todas las argumentaciones hechas por López Obrador o sus correligionarios en este sentido fueron debidamente desacreditadas. Refuerzo esta idea con el veredicto de innumerables observadores internacionales debidamente acreditados que avalaron el resultado. No está por demás decir que tanto estos observadores como los primeros países que reconocieron a Felipe Calderón como presidente legalmente electo fueron tachados por López Obrador como cómplices del fraude.
Terminada esta primera gira, aunque presiento que para AMLO no fue una simple gira sino un largo peregrinaje de un moderno apóstol revelando la verdad a los infieles, se ocultó por varios meses solo para resurgir como un hombre nuevo. Una nueva era está por iniciar, México necesita un salvador y él es el único posible, el momento de anunciarlo ha llegado, una nueva organización popular ha surgido de la cual él es su gran abanderado “Movimiento de Regeneración Nacional” (MORENA). ¿Cuáles son las intensiones de López Obrador con esto? Escudriñar la mente de este individuo o de cualquiera es un ejercicio solo para especialistas, pero sus palabras y acciones nos dicen mucho, así como el propio nombre del movimiento, Re-generación, lo cual podemos entender fácilmente como generar otra vez, volver a empezar, acabar con lo viejo o existente para iniciar una nueva era, son solo algunas de las interpretaciones que podemos deducir y todas ellas concuerdan con aquella fatídica frase “al diablo con las instituciones”. Lo ha expresado una y otra vez, para él, el país está podrido y nada tiene sentido si no se refunda desde sus cimientos. Su plan, él mismo nos lo explica, es fundar comités en cada una de las comunidades grandes o pequeñas del país, que abracen y difundan su idea, cada uno de los fundadores deberá convencer a cinco nuevos seguidores y estos a su vez a cinco más ad infinitum y de esta manera crear una poderosa red de creyentes.
Y aquí es donde AMLO trata con el mayor descaro de ocultar sus verdaderas intenciones. Desde el inicio de su movimiento afirma una y otra vez que no se trata de una actividad proselitista en busca, nuevamente, de la presidencia de la república para el 2012, sino que su intensión es sentar los elementos de una nueva “República Amorosa”, aunque nunca explica bien a bien que quiere decir con eso, deja caer aquí y allá conceptos de honestidad, no confrontación, hermandad, moralidad, como si hablara de una religión. Pero también va dejando entrever que toda esta red ciudadana, bien convencida y entrenada, deberá estar lista para surgir o levantarse a una sola voz de su líder. Muy pronto la moralidad y honestidad que pregona es olvidada ya que con todo cinismo dice que no puede expresar que quiere ser candidato presidencial porque la ley le prohíbe hacer precampaña, pero en la práctica es lo que hace todos los días. Mayor cinismo y desvergüenza no puede haber.
Lo ominoso de todo esto es la similitud con el club de los jacobinos, creado por Robespierre, el cual fue su plataforma de lanzamiento para encumbrarse en el poder durante la revolución francesa. El incorruptible se hacía llamar y tal vez por eso nadie intuyó oportunamente lo que fraguaba su mente desquiciada hasta que se vieron envueltos en el pasaje más horrendo de la revolución francesa, “El Terror”. Robespierre llega al poder con la aureola de defensor de los desprotegidos y una fuerte oposición a la pena de muerte, para el caso contra la guillotina. Pero al triunfar la revolución poco a poco fue haciéndose con el mando de la convención, votó por mandar a la guillotina al rey Luis XVI y su esposa, instauró los comités de “salvación nacional”, los cuales fueron el instrumento para limpiar el país, según sus propias palabras, de los traidores o apátridas y desde ese momento la guillotina no tuvo descanso, ahora los desprotegidos solo le importaban si comulgaban con sus ideas. Uno a uno de sus antiguos correligionarios fueron cayendo bajo la cuchilla de la guillotina y no por no comulgar con las ideas revolucionarias, sino por no estar de acuerdo con las ideas propias de Robespierre o revelarse contra su autoritarismo. El término de ese terrible episodio para Francia solo pudo finalizar con la caída y muerte del propio Robespierre. Fue tan evidente que Francia entera lo celebró.
Lo importante de esto es que en la actualidad en Francia hay toda una corriente que afirma que las matanzas y la destrucción de pueblos enteros, fue una acción necesaria e inevitable y por desgracia esta idea ha tenido y tiene seguidores en todo el mundo. Vista la personalidad expuesta y la manera de actuar de López Obrador me pregunto si será uno de ellos. Claro que las matanzas que se dieron durante las llamadas purgas en la antigua Unión Soviética o durante la llamada revolución cultural en China o en la nombrada reeducación en Camboya y en mayor o menor medida en tantos otros países, todas inspiradas y respaldadas por la misma idea de Robespierre, no parecen ser posibles en la actualidad en nuestro país ni en ningún otro del mundo. Sin embargo la esencia de la idea está muy presente en el Movimiento de Regeneración Nacional de López Obrador, es decir, su objetivo de cambiar desde sus cimientos estructuras y formas de gobierno, hacer a un lado, proscribir y anular a todo oponente está muy vigente, la podemos ver impecablemente ejecutada en países como, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
En el PRI, en el PRD y en todas las asociaciones o coaliciones de las que ha formado parte López Obrador, siempre han habido personajes, como es normal, que no concuerdan con sus ideas o procedimientos y han sido los opositores o contrapesos de su voluntarismo, lo que nos permite entender porqué uno a uno ha ido dejando a esos partidos o asociaciones para llegar finalmente a conformar MORENA, en donde él es su único líder, aquí ya nadie le objeta nada, el dicta lo que se hace o no se hace y como se hace. No tengo ninguna duda que lo anterior refleja el pensamiento fundamental de López Obrador. Más allá de ideas políticas, económicas o sociales, en su entorno, su voluntad es lo único que debe prevalecer.
Así pues con el respaldo de MORENA anuncia en julio de 2010 que participará en las elecciones presidenciales de 2012. No dice abiertamente que él quiere ser el candidato, aunque todo mundo lo sabe, lo que hace es lanzar la fuerza de su movimiento para que los partidos de izquierda luchen por ella. El mismo lo hace público cuando manifiesta que no pretende fundar un partido político sino que un partido ya existente lo registre, pero bajo sus condiciones.
Por su parte el PRD, el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano se han unido en el Frente Amplio Progresista. Recordemos que AMLO es miembro fundador del PRD y aún milita en sus filas. Esta coalición está sopesando seriamente la idea de lanzar como su candidato presidencial para el 2012 a Marcelo Ebrard, jefe de gobierno en funciones del Distrito Federal. Una opción política tan fuerte o quizás más que el propio López Obrador.
Desde su derrota por la presidencia en 2006 Andrés Manuel López Obrador analiza, piensa, estudia y estructura cuidadosamente cada paso, cada movimiento, cada acción para lograr hacerse del poder en 2012. Sin embargo durante todo ese tiempo no se cansa de decirnos que el poder no le interesa. Me pregunto qué tipo de persona le dedica tanto esfuerzo en lograr un objetivo que no le interesa. Me pregunto cuanta falta de moral o simple ética debe existir en una persona para que con todo descaro diga a cielo abierto para que todo mundo lo escuche y lo escuche bien que no hace lo que hace. Dicho sea de paso, López Obrador justifica esa lucha por el poder diciendo, (que dice no desear), que solo lo quiere para transformar a México, promete acabar con todos los males que padece y últimamente parece resumir todos sus delirios utópicos en una Republica Amorosa. Por si parece fuerte mi expresión quiero reafirmar qué, cuando digo delirio, lo digo con todo el razonamiento que soy capaz, nadie puede ofrecer una República Amorosa sino como el fruto de un delirio.
Amenazado todo su esfuerzo con la posible candidatura de Marcelo Ebrard por las izquierdas de México, López Obrador supera a Maquiavelo, juega fuerte por el poder, se mueve tras bambalinas, sigilosamente hace acuerdos y el 11 de marzo de 2012 con el teatro Metropólitan lleno, toma protesta como candidato para la presidencia por el Partido Movimiento Ciudadano, nada menos que uno de los partidos que agrupan el Frente Amplio Progresista.
Con esta jugada, que en los barrios le llamaríamos traicionera, debilita la posible candidatura de Marcelo Ebrard. Y cuando digo traicionera no me refiero solo a Marcelo Ebrard, sino que traiciona a toda la Izquierda mexicana que se ve en la disyuntiva de presentar dos candidatos debilitados o uno fuerte, en la inteligencia de que si no lo eligen a él, su partida ya está jugada, irá por su cuenta. López Obrador de esta manera se alza nuevamente con la candidatura por las izquierdas para la presidencia del 2012.
El resultado lo conocemos, Enrique Peña Nieto del PRI ganó la elección, López Obrador quedó en segundo lugar y Josefina Vázquez Mota del PAN quedó en tercer lugar. La reacción de López Obrador no fue ninguna sorpresa. Inmediatamente acusó al PRI de haber orquestado una gigantesca operación para la compra de votos, algo así como cinco millones de votos, lo que implica afirmar que se compró la voluntad de cinco millones de ciudadanos, involucrando la complicidad de una cadena de autoservicios. También acusó al PRI de haber obtenido fondos ilegales a través de una financiera. Acusó también a las casas encuestadoras por haber venido dando datos durante el transcurso de la campaña favorables a Enrique Peña Nieto superiores al porcentaje real de la elección y otra serie de acusaciones e inconformidades que a su entender deberían ser suficientes para que la elección fuera declarada nula.
El Instituto Federal Electoral procedió a la sumatoria de las actas confirmando el triunfo de Peña Nieto, hecho lo cual turnó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación los resultados obtenidos para que formulara el veredicto final. Este tribunal en una sesión televisada fue exponiendo uno por uno, con gran detalle, todos los argumentos presentados por el Movimiento Progresista que abanderaba López Obrador y uno a uno los fue declarando “infundados”, para finalmente declarar válida la elección y en consecuencia constitucionalmente electo presidente de México a Enrique Peña Nieto.
Por enésima vez López Obrador descalificó la decisión de la autoridad electoral, lo que no es nuevo, lo nuevo es que en esta ocasión no instigó a sus seguidores a un plantones indefinido en la avenida Reforma. En un discurso de denuncia y acusatorio en donde Andrés Manuel López Obrador no pudo dejar de traslucir su rencor y resignación por haber perdido la presidencia por segunda ocasión, anuncia la conversión de su agrupación “Movimiento de Regeneración Nacional” en partido político, con lo que inicia, aunque lo niegue, su campaña política para el 2018.
MIS MOTIVOS.
Es mi anhelo, como el de todos los mexicanos, que nuestro país prospere y prospere rápido y con ello todos los ciudadanos, que la educación sea universal y mejore sustancialmente desde jardín de niños hasta la universidad, que la corrupción sea exterminada, que los sistemas de salud alcancen y alcancen bien a todos en este país, que el delito sea controlado hasta su mínima expresión, que la pobreza solo sea un mal recuerdo.
Este legítimo anhelo de todos los mexicanos lo recogen todos los políticos y nos lo lanzan en sus campañas políticas como inminente realidad. ¡Mienten descaradamente! ¿Pero por qué lo hacen? Mienten porque parece ser que los mexicanos esperamos que lo hagan, porque parece ser que a los mexicanos nos gusta escuchar que nuestros anhelos pueden convertirse en realidad en forma mágica.
Todos los políticos lo hacen y todos los mexicanos les aplaudimos. Entonces qué hace a Andrés Manuel López Obrador diferente. Lo hace diferente el hecho de que se ha pretendido erigir como el adalid de la honradez. El mismo ha pretendido investirse del más puro halo de honestidad, él dice ser el más demócrata entre los demócratas, se proclama el azote de la corrupción, sus seguidores se lo creen y hasta tal vez él se haya convencido así mismo de que lo es.
La realidad es que miente, miente descaradamente. Él es un hombre corrupto hasta los huesos. Andrés Manuel López Obrador jamás ha hecho público de que vive. Desde que dejó el gobierno del Distrito Federal no ha tenido un trabajo que públicamente nos explique de qué vive. ¿Sus ahorros? Él mismo dice que no tiene. Pero me pregunto, ¿Cuándo dejó la jefatura del DF, cuanto le dieron de indemnización? ¿Habrá pensión para los ex-jefes de gobierno del DF de la cual no estemos enterados?
Creó su Asociación Civil Honestidad Valiente. Busqué los estatutos constitutivos de esa asociación civil pero parece que no han sido publicados en ningún lado o tal vez yo no soy un buen buscador, por lo tanto no puedo saber y mucha gente conmigo cuales son los fines específicos para la cual fue creada. Las asociaciones civiles se forman con fines altruistas, no deben tener fines de lucro, sin embargo sí están obligadas a declarar ante hacienda sus ingresos y gastos, lo cual por cierto nunca ha hecho, según el mismo López Obrador ha reconocido diciendo, equivocadamente, que no hay ley que le obligue a hacerlo. Los asociados, organizadores y directivos de una asociación civil lo hacen con fines altruistas como ya dije, su trabajo es un voluntariado, por lo tanto no deben recibir remuneración alguna y remuneración es definida por la ley como cualquier ingreso que se reciba en efectivo o en especie, es decir, alimentación, habitación, vestido o transporte personales. Crear una asociación civil con el fin de obtener fondos para mantenerse o gastarlos en una campaña política no solo es deshonesto es también ilegal. Acaso ya no recuerda AMLO la vehemencia con que atacó a la asociación civil “Los Amigos de Fox” por los mismos motivos que aquí expongo. Cuando lo hace otra persona es corrupción, cuando lo hace él es nobleza, ¡Que descaro!
A pesar de su obcecada terquedad de alguna manera López Obrador entendió que obtener dinero a través de una asociación civil era fácil blanco de ataques de sus adversarios políticos, pero también extremadamente laborioso. No obstante queda muy claro que a él le tiene sin cuidado si es ilegal o deshonesto obtener dinero de esa forma.
Fue así que decidió transformar a su agrupación MORENA en un nuevo partido político. Debe parecernos un paso lógico y correcto pero de ninguna manera esto es así, su propio discurso lo desdice. Lo desdice porque él no se ha cansado de satanizar el gasto realizado en la alta burocracia, como él le llama, a los puestos superiores del gobierno federal. Pero ¿Qué son los partidos políticos? ¡Son burocracia de la más alta clase! Son burocracia por que se mantienen con nuestros impuestos. Es un gran sinvergüenza porque ahora pretende vivir de nuestros impuestos exactamente igual que un burócrata privilegiado, similar a los que pretende abolir por innecesarios.
Abundando en este hecho encuentro que la desfachatez con que engaña a la gente no tiene límite ya que cuando habla de la alta burocracia enfila sus dardos envenenados únicamente hacia los empleados federales, pero oculta el hecho de que en todos los Estados incluyendo los gobernados por su propio partido y el propio Distrito Federal donde fue gobernante, tienen alta burocracia y jamás habla de acabar con esa burocracia y de hecho no lo hizo con la que él mismo utilizó para gobernar el DF.
Dice que es demócrata y no solo eso, trata por todos los medios a su alcance de hacer creer a la gente que él es el único demócrata que existe en este país. Pero ¿En verdad lo es? Veamos; dos veces compitió por la gubernatura de Tabasco, fue registrado en las dos ocasiones ante el comité electoral del estado conociendo y aceptando las reglas de competencia, sin embargo en las dos ocasiones desconoció los resultados porque le fueron adversos. Compitió en la designación de candidato de su partido a la gubernatura del Distrito Federal misma en que los contrincantes de su propio partido lo acusaron de no tener la residencia legal para poder ser candidato y contra esto, en lugar de comprobar su legalidad, acusó a sus compañeros de partido de mentirosos y de complotar en su contra. A pesar de su militancia en el PRD apoya descaradamente a candidatos de otros partidos o se hace apoyar por otros partidos cuando le conviene. En la selección de candidato para la presidencia de la república de su partido dice acatar las reglas, pero siempre y cuando los resultados le favorezcan. En las dos elecciones presidenciales en las que ha competido recurre a todos los trucos y mañas a que recurren todos los partidos, pero al perder, se victimiza llamándose a robado y acusa a todo mundo de complotar en su contra.
En el PRI aceptaba su militancia porque se beneficiaba de ella, cuando sintió que esto ya no fue así lo abandonó de la misma forma que hoy abandona el PRD y a todos los partidos que se coaligaron en torno a su candidatura. Los abandona porque la democracia no es su agenda. La democracia existe para él únicamente cuando a mano alzada sus seguidores incondicionales confirman lo que él pide que acepten. Para AMLO la democracia es sinónimo de aceptación incondicional de su voluntad, es así como llega al extremo de formar su propio partido, MORENA, donde él es el único que propone y su voluntad es la única que cuenta. Por consiguiente será el único que decida sobre los dineros que todos los ciudadanos que pagamos impuestos le entreguemos a través del Instituto Federal Electoral.
Dice querer terminar con la corrupción pero la realidad es que miente con todo descaro. Es corrupto cuando en su gobierno en el Distrito Federal se descubre a su Tesorero gastando millones de dólares en las Vegas, lo destituye y lo procesa penalmente, pero jamás nos dice con toda claridad a cuánto ascendió en su totalidad lo robado, ni cuantos más estaban implicados en el delito, ni a dónde fue a parar lo robado, ni exigió la devolución de lo robado. Es corrupto cuando se descubre a su colaborador más cercano aceptando dinero como sobornos por la asignación de obras y se hace el inocente como si él no supiera nada, como si todo mundo ignoráramos a dónde fue a parar el dinero, pero además omite aclarar la asignación de obras en todas las delegaciones sobre las cuales hay infinidad de denuncias. Es corrupto cuando a su colaborador acusado de aceptar sobornos es encarcelado y en prisión es rodeado de privilegios y hasta como se dice, mucho tiempo lo pasaba fuera de ella y que todo esto pudiera pasar sin su conocimiento o más bien con su consentimiento. Andrés Manuel López Obrador no puede evadir su participación en este hecho de corrupción cuando vemos que al salir de la cárcel, al personaje aludido, lo acoge bajo su protección. ¿Será que le resulta indispensable para la recaudación de fondos?
Es corrupto cuando conoce de la corrupción prevaleciente durante su gobierno en el Distrito Federal; en juzgados y ministerios públicos, cárceles, policías y sistemas administrativos, la cual es denunciada a diario por la ciudadanía que la padece y dice tomar medidas para controlarla pero son insuficientes o nulas. Los directivos y empleados bajo su mando se aprovechan y enriquecen con la rampante corrupción. Las Ganancias de la corrupción fluyen libremente hacia arriba y hacia abajo y mientras más abarque la red de corrupción, más silencio y encubrimiento se logra, más enraizamiento se consigue y por más tiempo perdurará. La cruda realidad es que la corrupción estaba cuando él llegó, se desarrolló cuando él gobernó y allí permaneció cuando él se fue. Nada cambió, sin embargo él proclama su honestidad valiente, ¡No tiene vergüenza!
Todo lo hasta aquí escrito es ampliamente conocido porque son hechos públicos. Claro está, lo que discierno de esos hechos es interpretación solo mía. Pero lo que me llevó a la reflexión sobre López Obrador no fueron los hechos en sí, sino lo que su personalidad inspiraba en sus seguidores.
Yo encontré una y otra vez que sus discursos rezumaban, siempre, la necesidad de estar en contra de todo, pero a la vez anunciaban que todos estaban en contra de él. Era común para López Obrador advertir a sus seguidor ¡Quieren que me calle, pero no me callaré! Cuando la realidad era que nadie le pedía que se callara, cuando en realidad todos los medios difundían cada palabra que decía. Pero la advertencia, repetida una y otra vez, sembraba en sus seguidores la idea de que estaba siendo perseguido por decir lo que decía. Esto, aunado a la radical postura de ir en contra de todo, le daba la oportunidad de establecer una división clara entre los seguidores abanderados por él y el resto de la población, infundiendo la idea de que todo ese resto estaba mal. Ellos eran los buenos, los poseedores de la verdad y el resto eran los malos.
 A esto, los denominados analistas políticos le llaman con rimbombancia dividir o confrontar a la población. Yo le llamo por su nombre. López Obrador se ha dedicado a sembrar odio en sus seguidores. Por qué afirmo esto. Porque sembrar odio es muy diferente a no estar de acuerdo con el contrario. Odiar al contrario es desear acabar con él, aquí no caben acuerdos ni negociaciones, la única solución para el que odia es que el contrario no exista. Manuel López Obrador lo dijo muy claro en aquel discurso posterior a las elecciones de 2006 "Al diablo con las instituciones". Pero parece ignorar que las instituciones lo son todo, empezando por los partidos políticos, a uno de los cuales él mismo pertenece, pero también lo son las cámaras legislativas, el poder ejecutivo que incluye al presidente de la república, el poder judicial, las iglesias, las organizaciones no gubernamentales e inclusive las organizaciones privadas, todas son instituciones. Vivir sin instituciones es vivir en la locura, en el caos.
El odio es lo que enfrenta en los pueblos a unos contra otros, pero para esto es preciso encontrar a quien odiar y Andrés Manuel López Obrador es experto en darle a sus seguidores a quien odiar. En un momento puede ser el Instituto Federal Electoral, luego el Tribunal Federal Electoral, el Gobierno Federal, Luego la Suprema Corte de Justicia, después los periodistas que no concuerdan con sus ideas, las televisoras, los candidatos de los partidos contrarios, los diez empresarios más ricos de nuestro país. La visión catastrofista que empapa las ideas de López Obrador lo lleva inexorablemente al odio y su consecuencia inmediata, la violencia.
Ser violento parece ser el distintivo de todo seguidor que quiere descollar en la organización de Andrés Manuel López Obrador.
En este punto debo ser muy claro. El que AMLO no participe en acciones violentas físicamente no significa no ser violento. La violencia discursiva que profesa es más perniciosa que la violencia física, porque la primera tiene la insidia de inocular a miles o millones de personas sin siquiera ser conscientes de ello. De pronto se ven envueltos en una vorágine de destrucción o de agresión, contagiados por el grito anónimo de un agitador profesional.
AMLO sin duda es un líder. Pero tenemos que entender que ser líder no es sinónimo de ser bueno, demócrata y honesto. Ha habido muchos liderazgos en el mundo a través de la historia. Muchos de ellos, me pesa decirlo, aunque pretendieron ser buenos devinieron en funestas consecuencias para la humanidad. Otros, los pocos, en su momento fueron buenos y sus resultados en la posteridad también lo fueron. Tenemos que entender que todo líder lleva consigo la impronta del autoritarismo. Tiene una idea que hacer valer y no acepta correcciones. Se sabe poseedor de la verdad y esta tiene que ser la única verdad. Quien no acepte sus ideas está equivocado. Es por eso que la historia nos enseña que las ideas esgrimidas por líderes regularmente han sido impuestas y no aceptadas libremente.
 Es una trampa cuando se dice que un líder trabaja en el convencimiento de sus seguidores, porque es cierto, eso hace, pero el convencido tiene que desechar sus ideas propias y aceptar las del líder sin discusión. El líder puede ser sublime o puede ser abominable.
Es el gran motivo de la democracia, acotar al líder.
Maquiavelo hace dos propuestas al líder (príncipe), ser amado o ser temido. Cuál cree usted que ha escogido ser Andrés Manuel López Obrador, o más bien, cuál de los dos tipos de líder cree usted que es.