López Obrador festejó que CONEVAL en su informe ultimo arrojó que había disminuido la pobreza por ingresos 5.6%, pero no mencionó que la pobreza extrema pasó de 8.7 millones en 2018 a 9.1 millones en 2022. Estos nueve millones de mexicanos son los que no tienen para llevar a su boca los nutrimentos diarios necesarios para una vida razonablemente sana.
Así de claro, CONEVAL reporta que al 31 de diciembre de 2022
disminuyó la pobreza por ingresos, pero aumentó la pobreza extrema
Pero los indicadores de carencia social, es decir
pobreza social, sumados los 6 INDICADORES, aumentó 2.1%.
Es aquí donde las cosas no empiezan a tener sentido,
cuando menos para un lego.
Por ejemplo, en rezago educativo dice que aumentó en
2022 solo 0.2%, incluso de 2020 contra 2018 dice que solo aumentó otro 0.2%,
cuando por la pandemia INEGI había reportado una deserción de 2.9 millones de
niños y jóvenes entre 3 y 29 años.
En el rubro de carencia por acceso a los servicios de
salud el rezago aumentó 22.9%, es decir, 37 millones de mexicanos se quedaron sin servicios médicos proporcionados por el gobierno.
Está claro que las cifras de CONEVAL, en su conjunto lo que reflejan es que, la pobreza social aumentó, y no lo que festeja López Obrador, al presentar las cifras parciales y no el cuadro completo
Iniciemos con el Seguro Popular; éste tenía en enero de
2019 cuando se anunció su cancelación para la creación del INSABI, 52 millones
de afiliados. A la cancelación del INSABI el 29 de mayo de 2023 tenía 15
millones de afiliados, es decir, por la sustitución del Seguro Popular por el
INSABI 37 millones de mexicanos perdieron el acceso a la salud.
Volvamos a la disminución de la pobreza por ingreso que dice el CONEVAL. Es verdad, el ingreso creció debido entre otras cosas al aumento de salario mínimo, aumento en las ayudas sociales, pero también a las remesas que en 2022 estaban a 20 pesos por un dólar. Esas remesas que en 2022 sumaron casi 60 mil millones de dólares, se debe a que Estados Unidos le ha dado trabajo a millones de mexicanos que han tenido que irse por que aquí no pueden vivir por falta de trabajo o por la violencia incontrolable.
Ahora bien, ese
mayor ingreso ¿Realmente les permitió a las familias vivir mejor? No podemos
disociar el ingreso, de lo que ese ingreso le puede o no permitir vivir mejor a
las familias, es decir ¿Realmente el aumento en el ingreso hizo menos pobres a las
familias?
Las dudas empiezan a surgir. Según un reporte
publicado por el Economista escrito por Yolanda Morales del 12 de junio de
2023, citando cifras del INEGI, señala que, la clase media disminuyó 6.2 millones, ésta no
disminuyó por que se hicieran más ricos, sino porque como consecuencia de la
pandemia se hicieron más pobres.
Durante la pandemia las familias tuvieron que gastar hasta lo que no tenían porque los servicios médicos que proporciona el Estados fueron insuficientes y deficientes en una forma que rayó lo criminal. Por supuesto no hubo medicamentos especializados, (claro, si los hubo para la élite gobernante, incluso para el propio presidente), pero no para la población general. Las familias tuvieron que hacer esfuerzos extraordinarios para conseguir los medicamentos que pudieran salvar a sus seres queridos donde fuera y al precio que fuera. Se endeudaron a más no poder. El oxígeno, de vida o muerte para los enfermos graves, se tenía que conseguir, cuando había, a precio de oro. Y lo digo por experiencia propia. La población se vio en la necesidad de recurrir a clínicas, hospitales y médicos particulares, que vaciaron las reservas familiares que les quedaban.
Un recién informe del Banco de México, señala el gran aumento en el uso del crédito a través de las tarjetas para el pago de medicinas y médicos (el tarjetazo, como se dice coloquialmente), que es el crédito más caro, porque solo por el pago de intereses se arruinan personas y familias.
En 2022 alcanzó casi los 44 mil millones de pesos el pago con tarjeta de médico y medicinas.
Agregue usted que la pandemia provocó la pérdida de millones de empleos. Pero también los millones de mexicanos que quedaron desprotegidos por la cancelación del Seguro Popular, antes, durante y después de la pandemia han tenido que recurrir a la medicina privada, pagando de su bolsillo los servicios médicos y las medicinas. También muchos mexicanos, aún con seguridad social, antes, durante y después de la pandemia han tenido que adquirir de su bolsa sus medicamentos por la ya permanente falta de ellos en los servicios médicos del Estado.
No hay que olvidar tampoco, los gastos funerarios
extraordinarios, por las 800 mil muertes en exceso debido al pésimo manejo de
la pandemia del gobierno mexicano.
Como si esto fuera poco, los alimentos, por la
inflación, han aumentado un 38%.
Si la población ha tenido que gastas muchísimo más en
servicios médicos, medicinas, oxígeno, otros insumos médicos, gastos funerarios
y en alimentos, ¿Cómo explicar la disminución de la pobreza que pregona López Obrador?
No hay que descubrir el hilo negro, la realidad es tremendamente cruda. Basta con salir a la calle y preguntar a las personas si el dinero que ganan hoy les alcanza para comprar más, o comprar menos víveres y cosas. La respuesta no invalida necesariamente las cifras de CONEVAL, pero si desenmascara la mentira demagógica de López Obrador.
Adolfo Camacho
Gómez.