Si la realización de la entrevista hubiera sido conocida con
algunos días de anticipación por los mexicanos, Peña Nieto hubiera tenido la valiosa
oportunidad de conocer la opinión del pueblo.
Por supuesto que podría haber
sabido de antemano que había un rechazo general a dicha entrevista, pero
también podía haberse nutrido de valiosa información de lo que el pueblo quería
que le dijera a Trump si ya la entrevista fuera imposible de cancelar.
Esto es lo que estimo que el pueblo mexicano le hubiera
sugerido a Peña Nieto para decir en su discurso:
“Mr. Trump derribe ese
muro que ha creado en su mente.
Porque es un muro
imposible de construir.
Porque el pueblo
estadounidense jamás se lo va a permitir, ya que nunca permitirá convertir a la
nación promotora de la libertad en una copia de la Alemania de Stalin.
Porque el pueblo
mexicano jamás pagará por ese muro.
Si usted Mr. Trump
tiene como arma secreta cobrar una tarifa a los mexicanos para cruzar a los
Estados Unidos será un fracaso, porque
los ciudadanos estadounidenses de todas las ciudades fronterizas norteamericanas
se lo impedirán. Se lo impedirán porque, si usted no lo sabe, el comercio de
esas ciudades fronterizas sobrevive gracias a los compradores mexicanos que se
derrumbarán cuando dejen de cruzar a su país para hacer compras.
Si usted Mr. Trump
quiere prohibir o tasar las remesas de los ciudadanos norteamericanos o residentes de origen mexicano, jamás podrá hacerlo porque tendría que hacerlo
general y no solo para los ciudadanos de un origen racial en particular, y el
pueblo norteamericano jamás lo permitiría.
Si usted Mr. Trump
quiere grabar con impuestos adicionales las exportaciones o las importaciones a
o de México, jamás podrá hacerlo porque los industriales y comerciantes
estadounidenses jamás se lo permitirían, porque muchas industrias y comercios estadounidenses
viven de esas importaciones y exportaciones. Por otro lado la Unión Europea, China, Japón y otros países están deseosos de ganar ese mercado.
Pero suponiendo en una
posibilidad remota, Mr. Trump, que usted se salga con la suya y logre imponer
una tarifa a los mexicanos que crucen la frontera, que logre prohibir o tasar
las remesas y que logre imponer impuestos adicionales a las exportaciones e importaciones
con México, todo en perjuicio no solo de los mexicanos sino también de su
propio pueblo y que con ese dinero pretenda construir su, hasta ahora,
imaginario muro, el pueblo norteamericano jamás le permitirá dilapidar ese
dinero en ese horrendo, oneroso e inservible muro.
Pero suponiendo que a
pesar de todo, Mr. Trump, usted construya ese muro, usted habrá escrito la
historia más negra de Los Estados Unidos de Norteamérica y usted pasará a la historia
como el creador de una nueva era, la era de los balseros latinoamericanos por
qué en sus costas no podrá construir muros.
Mr. Trump con sus
insultos usted está creando muros, muros invisibles, pero que serán más
infranqueables que el muro físico que pretende construir y con lo cual perjudicará
a su pueblo de manera irremediable por muchas décadas.
Mr. Trump, el muro
jamás será construido, no porque los mexicanos no lo quieran, no será
construido porque el propio pueblo norteamericano se lo impedirá.
Mr. Trump, derribe ese
muro de su mente.
Que
Dios lo bendiga y que regrese con bien a su país”. Adolfo Camacho Gómez