Mexicali, B. C.

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sábado, 25 de junio de 2011

LA FUTILIDAD DE LOS COMENTARISTAS DEPORTIVOS.

Hace unos días un reportero de ESPN (Siglas en ingles que en español  significan Cadena de Programación de Deportes y Entretenimiento), se vio en verdaderos aprietos cuando el Chepo De la torre (Entrenador de la selección de futbol de México) a una pregunta de ese reportero le respondió con otra pregunta.
Para tratar de ser explicito trataré de reconstruir la pregunta del reportero y la respuesta-pregunta del Chepo.
El reportero: ¿Tienes la obligación de ganar la copa oro?
El Chepo: ¿Tú tienes la obligación de estar aquí?
Muy probablemente el Chepo sabía que le preguntarían eso y estudió muy bien su respuesta convirtiéndola en pregunta.
Tanto la pregunta del  reportero como la del Chepo, tienen como únicas respuestas un sí o un no.
En los dos casos tanto el Chepo como el reportero están en un predicamento; en el caso del Chepo a un SÍ, el reportero  repreguntaría ¿Qué pasa entonces si no ganas? Y si su repuesta fuera un No, entonces abriría la puerta para un sinfín de comentarios en su contra. En el caso del reportero, cayó inocentemente y respondió NO, es decir que no estaba ahí por obligación, queriendo decir que hacía su trabajo por vocación y gustosamente,  si en caso contrarió la respuesta del reportero hubiese sido SÍ, entonces se entendería que estaba forzado a estar ahí aunque él no lo quisiera. El reportero hubiera tenido que haber sido tan inteligente como el Chepo y eludir la respuesta-pregunta, pero no lo fue.  
Aunque objetivamente la respuesta del Chepo tendría que ser SÍ, el objetivo de su respuesta-pregunta era cortar de tajo esa pregunta, cosa que logró, ridiculizando además al reportero.
Hasta  ahí las cosas hubieran sido intrascendentes, salvo que en el programa diario vespertino de ESPN, las cuatro personas que lo transmiten conjuntamente iniciaron un linchamiento verbal del Chepo De la Torre. Entre los adjetivos que le dedicaron hubo; falta de valor, irresponsable, arrogante, irascible, y así por el estilo, cada uno competía por adjudicarle el calificativo más insultante, dentro de los límites aceptados en televisión. Pero aun así esto parece ser una especie de derecho del que gozan las gentes que a través de un micrófono o una cámara de televisión se dirigen al público,  y que además nadie debe atreverse a conculcar.
Entonces llegaron a una conclusión unánime y por la forma en que lo expresaron dogmática. El reportero en cuestión, ellos mismos y toda su cofradía, estaban ahí para preguntar y el entrevistado, en este caso el Chepo De la torre, estaba únicamente para responder, por ningún motivo cabía la posibilidad de que el entrevistado hiciera preguntas al entrevistador, como el Chepo De la torre rompió ésta sacrosanta regla se hizo acreedor a todos los epítetos que le endilgaron.
Ahora bien, ¿Qué mostraron estas personas con esa actitud? Lo que me resulta indiscutible, cuando menos en este caso, es que fue más inteligente el  entrevistado que el entrevistador. Tan fue así, que parecían una especie de pandilla atacando a un solo hombre por espacio de casi una hora y que por otra parte no estaba ahí para poder defenderse, con el único fin de revertir su incompetencia que fue puesta en evidencia.
También resulta evidente que los reporteros esperan que el entrevistado sea dócil, amable, obsequioso y prolijo en sus respuestas, no importando que tipo de preguntas le hagan. Preguntas que en muchos casos son ofensivas y en otras estúpidas por decir lo menos. Alegan en su defensa que el entrevistado esta en su derecho a negarse a contestar, sí, esto es cierto, pero lo que no dicen es que cuando el entrevistado se arroga este derecho y no contesta alguna de sus preguntas, después en sus programas, ya sin la presencia del entrevistado, lo denigran hasta decir basta.
  Para finalizar ¿Quién les dijo a esta gavilla que el entrevistado no debe hacer preguntas? ¿A  tanto llega el temor a su incapacidad para contestar una simple pregunta? ¿Por qué consuetudinariamente se empeñan en sus programas en atacar  y muchas veces denigrar inmisericordemente a personas que no están presentes?
Hoy más tarde se jugara el partido Estados Unidos-México. La moneda está en el aire, sí gana México no faltará quien diga que era normal que ganara, que no se ha hecho nada extraordinario, que no hay ningún motivo para elogiar al Chepo ya que únicamente ha hecho su trabajo. Ah pero si pierde México el Chepo será como la carne en la tabla del carnicero para los reporteros.