Mexicali, B. C.

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Mexicali, B. C. México

sábado, 29 de agosto de 2015

¿REGRESARÁ EL BANDIDAL?

La Confederación  Nacional Campesina (CNC) nace el 28 de agosto  de 1938 por un decreto del presidente Lázaro Cárdenas, pero también al mismo tiempo como un apéndice del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) fundado por Lázaro Cárdenas para desmontar el Partido Nacional Revolucionario (PNR), fundado por Plutarco Elías Calles, pero con el mismo principio hegemónico y antidemocrático y que finalmente cambiaría su nombre en 1946 al actual Partido Revolucionario Institucional (PRI).  La CNC es creada, en consecuencia, más como un medio de control político y corporativo que como un deseo genuino de mejorar el campo mexicano. Darse cuenta de esto es sencillo, basta ver la pésima situación del campo después de 77 años.

Pues bien, se anuncia que Enrique Peña Nieto (presidente de México), presidirá el  77 aniversario de la CNC.

La nota del periódico Excélsior del día 26 de septiembre anuncia que “En el recinto ferial, el mandatario atestiguará la firma del convenio entre la CNC y Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), a través del cual se analizará el Presupuesto Base Cero vinculado al agro para el 2016”. Ver nota de Excélsior

La interpretación es clara, como no hay mucho que celebrar se abre la chequera del gobierno, es decir de nuestros impuestos, a la CNC.

La película ya la vimos; la relación de la CNC con las instituciones financieras del Estado ha sido, en opinión de algunos, un  nido de corrupción. Ésta nueva alianza, la cual, sin tapujos atestiguará nada menos que el presidente de la república nos traslada a las épocas del Banco de Crédito Ejidal, el cual fue vergonzosamente  conocido como BANDIDAL, que deja bien claro el titulo de bandidos para funcionarios y lideres que robaban con descaro los dineros que debieron pero nunca llegaron, como deberían, a los campesinos empobrecidos hoy como hace 77 años. 

Con esas experiencias se armó el desorden y la corrupción. Así el Banjidal se empezó a llamar Bandidal; el Banco Agrícola, el Ladrícola; el Banco Aropecuario, el Agiopecuario; la Productora de Semillas, la Revolvedora de Semillas;  a la Aseguradora se le llamó la Abrochadora, Extensión Agrícola, fue Extorsión Agrícola, en fin, el ingenio de los paisanos te gritaba que la podredumbre penetraba en todo el campo. Se llegó al colmo de que entre la aseguradora y el banco, los empleados te proponían “entrarle fuerte” y tendrías ganancias seguras o no tendrías nada”  -Párrafo de la página 86 de libro Los condenados en su tierra, del escritor Rubén Mújica Vélez.

Que ésta vez puede ser diferente, tal vez, pero por un lado tenemos a un presidente que dice públicamente que la corrupción es cultural y por lo tanto según su opinión muy difícil de acabar, así mismo el propio presidente como algunos de sus principales colaboradores están instalados en una línea de conflicto de intereses tan delgada que una mayoría de la población no cree en su honestidad. Por otro lado tenemos a una Confederación Nacional Campesina cuyos líderes durante 12 años seguramente no tuvieron acceso a las arcas del Estado, pero que están a punto, incluso oficialmente, de volver hacerlo. 

Por el bien de los campesinos espero que la historia no se repita. 


Adolfo Camacho Gómez



domingo, 16 de agosto de 2015

LA FALSA DEMOCRACIA DEL PRI

Manlio Fabio Beltrones, Nuevo Presidente del PRI,
Con Enrique Peña Nieto Presidente de México.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) quiere mostrar hacia el exterior una cara de ser democrático, es decir, permitir que todos sus agremiados participen en la elección de sus dirigentes, pero como esto es una práctica imposible para este instituto político trata de encubrir su autoritarismo con una retórica infantilmente rebuscada para tratar de dar una imagen ante la opinión pública muy diferente a lo que en realidad es. La realidad es que al interior del PRI todos sus agremiados saben que la selección de dirigentes siempre viene de arriba, por el inefable método del “dedazo”, entendiéndose esto como el índice que señala a la persona elegida. En el caso del presidente del partido y los puestos más elevados, este derecho de elección o más bien de designación le corresponde en ésta ocasión a Enrique Peña Nieto, que como presidente de la nación, es considerado a su vez el jefe natural del PRI. Aunque formalmente existe un dirigente del partido, en los hechos está subordinado a la voluntad de Enrique Peña Nieto. Si Enrique Peña Nieto consulta o no su decisión es irrelevante, cuando él apunta su índice y señala a la persona elegida en automático todos los PRIistas aceptan sin chistar su decisión porque está implícito que aquel que no lo haga automáticamente quedará proscrito, sin la más mínima posibilidad de acceder tanto a puestos dentro de la nomenclatura del partido como a puestos de elección popular.
  
Los dos supuestos, la elección democrática y al selección directa, son válidos, solo que hay ámbitos para cada uno.

Los estatutos del PRI podrán decir que es un partido democrático, pero la realidad es que jamás este partido ha sido democrático. Desde sus más remotos antecedentes  hasta la fecha la designación directa o dedazo ha sido su práctica natural  (La más nefasta invención de este partido fue la designación por dedazo de la sucesión presidencial).  Está, pues, muy claro que en el PRI, en sus ámbitos interior y exterior, la democracia ni se practica ni se fomenta, por el contrario se ufana de no serlo cuando proclama, por ejemplo, tener un “candidato de unidad”.

La selección directa o dedazo es el único método que el PRI ha utilizado para la designación de sus cuadros al interior, la de funcionarios en sus gobiernos y la de candidatos a puestos de elección popular. Al interior de su partido es su prerrogativa, pero en el ámbito gubernamental es nefasto.

Como ya lo mencioné, la más perniciosa de éstas prácticas es la designación por dedazo del sucesor presidencial. Desde Álvaro Obregón hasta la fecha es difícil encontrar un ex presidente que explícita o implícitamente no se haya lamentado de su selección, así de mala ha sido ésta práctica.

En cuanto a la selección de funcionarios, salvo algunos pocos que deben ser ratificados por los senadores o diputados, que por cierto no garantiza que sean los mejores, parece no haber una reglamentación que obligue a la selección de los más capacitados.

La disciplina, entendida ésta como la obediencia ciega, es lo que parece prevalecer y ella se presupone cuando hay un fuerte lazo de amistad. Parece ser, entonces, que el amiguismo es la primera opción para la selección de funcionarios en los gobiernos del PRI. Dije parece prevalecer, porque  hay otra opción que compite por el liderazgo y es el lazo familiar, en donde se incluye la familia directa, la familia política, los compadrazgos y los padrinazgos. Después de los funcionarios de primer nivel donde el amiguismo parece prevalecer, los lazos familiares se extienden en redes interminables. Sin ir más lejos los medios digitales han dado a conocer hace pocos días puestos ocupados nada menos que por familiares del presidente Peña Nieto. Esta nefasta costumbre está tan arraigada que fue trasladada a los sindicatos - para heredar los puestos de trabajo -  de las instituciones de gobierno y las empresas paraestatales y esto fue porque los sindicatos en México no tienen como origen la protección de los derechos laborales sino como medios de control político, es decir, en general fueron y siguen siendo en gran medida apéndices de partidos políticos.

Mientras la selección de funcionarios públicos se haga de ésta manera, la otra lacra de México prevalecerá, la corrupción, porque el puesto público no se lo deben a su capacidad sino al amigo o familiar.
  
Hace años escuche por radio en una entrevista que le hacían a una dama, quien era funcionaria de un país nórdico que por desgracia no recuerdo ni el nombre del país ni el nombre de ella, pero su conversación sí que la recuerdo porque llamó poderosamente mi atención. El entrevistador le preguntaba si temía que cuando llegara de regreso a su país no tuviera trabajo ya que estando de visita en nuestro país su gobierno había cambiado. La funcionaria contesto que en absoluto no tenía temor de perder su trabajo ya que su puesto lo había obtenido por haber sido la mejor calificada en un proceso de selección y que solamente lo podría perder si se demostraba que su desempeño no era el requerido. Esto jamás se podría ver en México.
 
El ámbito de la democracia, en nuestro país, que debiera ser el filtro por el cual se eligiera a los más honestos y los más capacitados gobernantes es hasta ahora según mi opinión un fracaso.

 Y en el ámbito de la selección de funcionarios públicos, tanto de administración, de operación, así como de justicia, en lugar de ser un proceso que permita que solo lleguen los mejor capacitados, es más bien una mafia donde se reparten y cobran favores y lealtades. 


Adolfo Camacho Gómez