Fechado el 25 de enero de 2019, un informe de la ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos) advirtió a Sedena, Marina FGR, al SAT, entre otras dependencias mexicanas de los riegos por el uso de explosivos por el crimen organizado, como los usados en el coche bomba de Celaya y el ataque en Tlajomulco, Jalisco. Nota publicada por el portal digital La Silla Rota el 13 de junio 2023.
Foro publicada por La Silla Rota Guanajuato. Aquí puede leer el reportaje de Patricia Robles |
Como es costumbre de López Obrador, en lugar de tomar nota de la
advertencia, lo que hizo fue descalificarla, minimizando su gravedad. Pero no
se quedó ahí, echó del país a los agentes de la DEA (agencia para el Control de
Drogas de Estados Unidos) que cooperaban con las agencias mexicana en el
combate al narcotráfico, pero también canceló todo tipo de colaboración con
dicha agencia, cancelando además el cruce de información. Posteriormente se
dijo que permitiría que agentes de la DEA operaran en México, pero estos
deberían estar bien identificados, no portar armas e informar con minuciosidad
sus operaciones con anticipación. Es decir, dejarlos expuestos e indefensos
ante las bandas de narcotraficantes, pero también sin la secrecía que requiere
su operación, ya que no tienen ninguna seguridad que la información que
proporcionen a las agencias mexicanas sea filtrada a los criminales.
Bombas transportadas por drones, bombas puestas en caminos para matar a
quienes pasen sobre ellas, bombas accionadas a distancia, minas antipersonales, granadas de fragmentación,
carros bomba, lanza granadas portátiles. Cualquier semejanza con una guerra es
una realidad. Es un hecho que, en algunas zonas de México, que cada vez son
más, se vive una guerra de bajo perfil, que ha producido en casi 5 años de la
administración de López Obrador más de 158 Mil asesinatos, 46 Mil desaparecidos
y 380 Mil desplazados.
Desde el inicio de la presente administración, con la presidencia de
Andrés Manuel López Obrador, los enfrentamientos de las fuerzas armadas con las
bandas del crimen organizado han sido continuos. Pero en los primeros años era
claro que los militares tenían la instrucción de su comandante en jefe, el
presidente de la república, no confrontarlos por su estrategia de “Abrazos no Balazos”. Esto originó en no
pocas ocasiones, vergonzosas situaciones donde vimos a los militares ser
ultrajados por los delincuentes. En el transcurso de este año, al parecer por
el hartazgo de los militares, éstos empezaron a confrontar con fuego a las
bandas criminales, quienes ya se han apoderado de vastas zonas del territorio nacional.
Está respuesta del ejército y la marina inevitablemente a producido el
abatimiento de delincuentes por un lado y de militares por el otro, siendo
claro el balance a favor de los militares.
Este cambio de actitud y respuesta de las milicias mexicanas, es
palpable que cambió la forma de actuar de la delincuencia organizada. Aquí es
donde entra en escena la utilización del terror por parte de los criminales; el
abandono de cuerpos en frente de presidencias municipales o cuerpos colgados en
puentes con narco-mantas que denunciaban la supremacía sobre tal o cual
territorio o amenazas contra autoridades, y masacres a plena luz del día. Estas
atrocidades se volvieron tan cotidianas que empezaron a dejar de ser noticia,
al menos de primera plana.
Si bien, desde 1919, según el reporte de la ATF, se sabía que la
delincuencia organizada se estaba armando con artefactos explosivos, no habían
hecho uso de ellos, cuando menos, no en la proporción que lo han hecho este año.
Algo sucedió al interior de las organizaciones criminales; es posible que se
sintieron arrinconados por las fuerzas armadas. Es posible todo lo contrario,
es decir, que el nivel de apertrechamiento que han alcanzado, hace que no
sientan ningún temor de enfrentar de tú a tú al ejército y la marina, en mi opinión es lo más probable. El hecho es que el terror por medio de artefactos
explosivos hizo su descarnada y descarada aparición en las últimas semanas, ciudades enteras y sus habitantes ahora viven aterrorizados.
Cuatro años tuvieron las autoridades. Cuatro años en que cerraron los
ojos. Cuatro años en que dejaron crecer al crimen organizado.
Lo que ha pasado en los últimos días en el Estado de Guerrero, específicamente
en su capital Chilpancingo, solo es una demostración de la fuerza que han
alcanzado las bandas de criminales. Negar que quien manda en ese Estado es el
crimen organizado, es imposible. Obligaron a las más altas autoridades del
Estado a sentarse a negociar con ello ¿Qué negociaron, que concesiones les
hicieron? Algún día se sabrá. Pero el hecho es que la ley y las autoridades claudicaron.
Cierto, este desastre no se produjo por generación espontánea en esta
administración, pero es imposible ocultar el descarado vínculo que hay con ésta
última.
México no merece esta tragedia, no merece que millones de mexicanos
vivan en una constante incertidumbre, no merecen las mujeres de este país vivir
una zozobra que nunca termina. México no soporta más tener un presidente que se
burla de las masacres, que les dice a los mexicanos que todo está bien, cuando
el pueblo lo sufre en carne viva.
Pero no todo está perdido, ha aparecido una pequeña luz en esta ya larga noche oscura, una luz que brilla con energía propia y que la gente ha empezado a identificar con un corazón y una equis en su centro ¡Xochitl! @XochitlGalvez
Adolfo
Camacho Gómez.