Al centro Francisco Vega, Gobernador de Baja California |
Yo como muchos mexicanos donamos lo que podemos a TELETÓN (Fundación
Teletón México), Cruz Roja Mexicana y otras instituciones locales con las que
sentimos debemos ser solidarios.
Ahora bien Teletón nació siendo una asociación civil, es decir, formada
entre ciudadanos para beneficiar a otros ciudadanos.
Así era hasta que
empezó a pedir terrenos a título gratuito del fundo legal de los Estados[1] y participaciones del erario público de los
presupuestos Estatales. Que dejan de ser donativos en virtud de que se
expresan bajo contrato que pasan de una administración Estatal a otra, se fijan como una
condición sine qua non para su establecimiento.
Actualmente se estima
y digo se estima porque los ciudadanos que donamos no tenemos la información
fidedigna de manos de Teletón, se estima pues, que ya el porcentaje de
donativos a Teletón Estatales, considerando terrenos y dineros, es mucho mayor
que el donativo ciudadano, algunos hablan hasta del 190%.
Sería muy saludable
que Teletón publicara el origen de sus ingresos y situación financiera no únicamente
global, sino hospital por hospital, Estado por Estado, para que la población
sepa con exactitud la cantidad del
dinero de nuestros impuestos qué recibe Teletón y el valor a precio de mercado
de los terrenos que le son entregados a título gratuito.
Está muy bien que las empresas y las personas donemos hasta donde la ley lo permita, así es como las asociaciones civiles se soportan.
Ahora bien, los ciudadanos queremos hospitales ESTATALES tan excelentes, tan presentables, tan bien atendidos, como los de Teletón. Pero los vemos decrépitos, con falta de equipamiento, con falta de personal capacitado, con insufrible falta de medicamentos y se nos dice que todo es por falta de dinero, pero por otro lado vemos que le entregan cantidades millonarias del erario público, es decir del dinero de nuestros impuestos, a Teletón.
En mi opinión Teletón debe de ser lo que fue en un principio una institución de ciudadanos para ciudadanos. En otras palabras, lo que es de Dios a Dios y lo que es del Cesar al Cesar.
En última instancia, si Teletón no puede sobrevivir exclusivamente con las aportaciones ciudadanas ¡Que lo diga! Pero que no engañe a la gente diciendo que es una institución netamente ciudadana.
Adolfo Camacho Gómez