Nicolás Maduro no entiende que al haber confiscado las
tierras agrícolas más productivas y ponerlas en manos incapaces destruyó la
base alimentaria del pueblo.
Nicolás Maduro no entiende que al haber expropiado o
confiscado unidades industriales destruyó la capacidad del país de proveer a su
pueblo de los artículos más básicos para su subsistencia.
Nicolás Maduro no entiende que al haber confiscado los
medios de difusión eliminó la posibilidad de conocer el verdadero pensamiento
del pueblo, pero que no escuchar la opinión del pueblo no significa que el
pueblo haya dejado de tener opinión.
Nicolás Maduro no entiende que eliminar a los líderes de la
oposición no significa que desaparezca la oposición.
Nicolás Maduro no entiende que en los hechos se ha
convertido en un dictador similar a Pinochet, Videla o Castro, solo por
mencionar algunos de la región de diferente filiación pero igual de nefastos
para sus pueblos.
Nicolás Maduro no entiende que su dictadura totalitaria
puede durar algunos años, más que menos o menos que más, pero que al fin caerá
como han caído todos los totalitarismos o caerán los que no han caído, porque
todos los pueblos tienen un límite de resistencia y su anhelo de libertad jamás
podrá borrarla.
Nicolás Maduro no entiende que al necesitar forzar a los
medios de comunicación para hablar en
cadena nacional significa que de otra
manera el pueblo no lo escucharía porque no quieren escucharlo.
Nicolás Maduro no entiende que al haber destruido la
producción agrícola e inhibido la producción industrial en muy poco tiempo
habrá hambruna en Venezuela.
Nicolás Maduro no entiende que al tener el 65% del pueblo
viviendo directa o indirectamente del Estado significa que el país ya no es
viable.
Nicolás Maduro no entiende que en este momento no pasará a
la historia como un héroe, sino más bien, como una mala pesadilla para su
pueblo.
Nicolás Maduro no entiende que será el aparato que ha creado
para sojuzgar al pueblo y no la oposición quien prescinda de él cuando no lo
necesite.
Nicolás Maduro no entiende que está en sus manos revertir la
conculcación de todas las libertades para que la historia y su pueblo lo juzguen
como un hombre de bien.
Nicolás Maduro no sabe que no sabe.
Adolfo Camacho Gómez