Mexicali, B. C.

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sábado, 23 de febrero de 2013

ENRIQUE PEÑA NIETO; arrogante, inepto y manipulador.


Cuando las cifran empiezan a ser manipuladas con fines políticos, lo único que demuestra quien lo hace es ineptitud.
Enrique Peña Nieto empieza a ser víctima de las perentorias exigencias que implica ser presidente de la república. Muy pronto cumplirá los primeros cien días de su gobierno y los resultados son magros. En cien días poco resultados se pueden entregar, menos aún, si se tiene en cuenta que al inicio de una nueva administración los nuevos funcionarios apenas están aprendiendo. Pero por mucho que esta exigencia parezca inverosímil, se vuelve muy real, sobre todo para los medios de información y sobre todo para los partidos de oposición que no ganaron o que perdieron.
Sin embargo y a pesar de lo antes dicho, Enrique Peña Nieto ha incurrido en la toma de una decisión  que muestra solo dos cosas; arrogancia e ineptitud.
Enrique Peña Nieto ha decidido cambiar el primer día de su administración una gran parte de la estructura del gobierno federal.
Esto, lo único que muestra es que Peña Nieto posee una buena dosis de arrogancia. Es arrogante porqué la historia de las naciones y sus gobiernos nos enseñan que mientras más estables sean sus estructuras mejor desempeño pueden logran a corto y largo plazo. No se puede cambiar la estructura de un gobierno sin antes haber probado y medido de primera mano y afondo el funcionamiento de las estructuras actuales. Un cambio de estructuras de dirección en una organización y menos en un gobierno, puede hacerse de buenas a primeras, menos si se reconoce que la estructura anterior ha venido funcionando. Un cambio de esta naturaleza tiene que hacerse con cautela y en donde se sabe, por experiencias propias o estudiadas en otros modelos, que los cambios estructurales que aquí se pretenden instalar darán con toda certeza mejores resultados que los anteriores.
Cambiar por el simple hecho de querer parecer diferente, es no solo arrogancia, sino también ineptitud.  Es ineptitud porque no se demuestra que los cambios ofrecidos resultarán en una mejor eficiencia de la administración. No se nos dice con exactitud cómo es que se hará más con menos. Por el contrario el presupuesto aprobado indica que se gastará más y con una estructura mayor.
El reacomodo general, el traslado de funciones de una secretaría a otra, el ajuste de presupuestos que por necesidad se tienen que hacer y que son asignados por ley, hacen que la administración se vea entorpecida y por consiguiente los resultados se retrasen. Un costo adicional muy importante de tomar en cuenta.
Llegarán muy pronto sus primeros cien días de gobierno y los resultados son magros. Que hace entonces Peña Nieto; Manipula cifras. Muestra las cifras negativas de la administración anterior y esconde las suyas.
La nueva Secretaría de Gobernación, reestructurada y aumentada en sus funciones, publica una cifra de desaparecidos de 27,523 personas. Todas ellas, hace énfasis, en el sexenio anterior del presidente Calderón. Es una información premeditadamente engañosa y que a todas luces pretende manipular a la opinión pública. Todos los medios de comunicación replicaron la información sin siquiera cuestionar la más mínima inquietud respecto a ella.
En primer lugar es una cifra que se venía informando año con año, por lo que sorprende la sorpresa con la que la recibieron y replicaron los medios informativos. Da que pensar sí éstos también están  manipulados por el nuevo gobierno.  Ahora bien la cifra no nos dice los rangos de edades en que está integrada. Siendo que esta información es vital para comprenderla.
Para dar una idea a que me estoy refiriendo, mencionaré que en Estados Unidos solamente en el año 2012 hubo alrededor de 12,000 niños desaparecidos, es decir personas que fluctuaron entre los 0 y los 18 años. Estos se dan principalmente por el secuestro de infantes ejecutados por los cónyuges y por el abandono del hogar de adolecentes orillados por diferentes motivos: maltrato, hogares destrozados o disfuncionales etc. Por otra parte el centro nacional de infantes desaparecidos en Estados Unidos informa que recibe diariamente alrededor de 500 llamadas diarias informando la desaparición  de un infante. Si estas cifras se transpolan a un sexenio y se comparan con las mexicanas. Se verá claramente que, sin dejar de ser un grave problema, no es ni con mucho diferente a lo que sucede en otros países. 
Es por esto que dar una cifra de 27,523 desaparecidos, sin más, es de suyo mal intencionado y manipulador. No nos dicen cuantos infantes y cuantos adultos incluye. No nos informan nombres y datos personales con el fin de que la población ayude a encontrarlos.  No se nos explica si es una cifra total de denuncias, ni cuántos de ellos han sido encontrados o si todos ellos permanecen desaparecidos.
Pero lo que es peor y que solo muestra una terrible desconsideración para con las familias afectadas y que es una simple manipulación de la opinión pública, es que no se informa junto con la cifra dada, cuantos han sido encontrados por la nueva administración, es decir, que es lo que la nueva administración está haciendo, ya, para recuperarlos. Solo se dice y se recalca el hecho de que 147 son desapariciones forzadas, como queriendo hacer la reducción del enfoque a solo estas por el hecho de que son atribuidas a las policías y al ejército. Pero de nueva cuenta no detalla que cantidad corresponde a que policía y qué cantidad al ejército. Y se anuncia con fanfarrias que se creará una comisión para investigar estas últimas. Pero ¿Solo éstas? ¿Y qué pasa con el resto? Con esto solo se pasa de una desconsideración a una verdadera afrenta para los familiares del resto de los desaparecidos.  
Es decir Enrique Peña Nieto ofrece una cifra para justificar que no ha hecho nada.