Mexicali, B. C.

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Mexicali, B. C. México

lunes, 26 de junio de 2023

ABSURDA PROHIBICIÓN DE LOS NACIMIENTOS EN MÉXICO

Imagen publicada por El Sol de Tampico con
la leyenda "Nacimientos, tradición que une a
las familias"

El próximo miércoles la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), deberá pronunciarse sobre el primero de los amparos, (popularmente conocido como el amparo Grinch) sobre la prohibición de la colocación de los tradicionales nacimientos en lugares públicos en México.

Aunque ciertamente la cantidad de católicos ha ido en descenso en las últimas décadas, el censo de 2020 arroja que el 78% de los mexicanos se declararon católicos, lo cual representó alrededor de 98 millones de mexicanos.

Según la publicación digital de Agenda Estado de Derecho, “Este problema se originó porque, con motivo de los festejos de fin de año, se colocaron en un Ayuntamiento adornos alusivos a la celebración de la navidad, dentro de ellos el nacimiento también llamado pesebre o portal en otros países.

Una persona promovió juicio de amparo en su contra alegando que la exhibición de tales adornos resulta contraria al principio de la laicidad. El asunto fue atraído por la Primera Sala de la Suprema Corte –amparo en revisión 216/2022- en dónde uno de los Ministros presentó un proyecto de sentencia, el cual no ha sido aprobado por la Sala, en el que se propuso que, la exhibición de tal nacimiento, resulta contraria al referido principio constitucional.

Lo anterior, por considerar, básicamente que el Ayuntamiento actúo contra el rol neutral e imparcial que debe adoptar frente a las diversas religiones o convicciones que pueden válidamente profesar dentro del Estado laico. Al colocar, en espacios públicos, símbolos de la religión cristiana, razona ese proyecto de sentencia, puede presumirse que la autoridad buscó el acondicionamiento del pensamiento de la persona, así como condicionamiento del despliegue de su personalidad. Incumpliendo así, con la obligación de garantizar a la persona la posibilidad de practicar su laicismo, tanto individualmente como asociado con otras personas, sin que se le impongan imágenes o insignias propias de una religión, en este caso la cristiana, que no comparte”.

Aquí se presenta el típico caso de que una minoría, en este caso una sola persona, que trata de imponer su pensamiento sobre una mayoría. Sería un despropósito que la SCJN le diera la razón, porque el nacimiento no solo es una tradición cristiana, sino también una herencia cultural, que es bien recibida tanto por cristianos como no cristianos en general, como parte de las tradiciones mexicanas en las épocas navideñas.

Podría decirse, siguiendo ese pensamiento, que la exhibición de los monolitos y las imágenes de coyolxauhqui, diosa de la luna, Huitzilopochtli, dios de la guerra, Tláloc, dios de la lluvia, y otros más en museos y escuelas, puede presumirse que la autoridad busca el acondicionamiento del pensamiento de la persona, así como condicionamiento del despliegue de su personalidad. Incumpliendo así, con la obligación de garantizar a la persona la posibilidad de practicar su laicismo”, invocando la misma tesis del Magistrado.

Con ese mismo criterio, estaríamos a un paso de que, en el futuro, se impidiese la colocación de los tradicionales nacimientos en aparadores de empresas privadas o la exhibición de las propias figuras para la venta en las tiendas, o más, prohibir la industria artesanal de los mismos. Pero también prohibir en miles de tiendas de abarrotes la colocación de crucifijos o imágenes de la advocación preferida de sus propietarios. O llegar al extremo de prohibir que los trabajadores de gobierno, en este caso en un principio, por tratarse de edificios públicos, portaran colgantes con crucifijos o medallas con advocaciones católicas.

¿Parece exagerado? Pue solo falta que se dé un primer paso para que las prohibiciones se vengan en cascada.

Sería absurdo que la SCJN diera ese primer paso, aprobando el proyecto del Magistrado que propone prohibir el establecimiento de nacimientos en lugares públicos.

Por esta vez estoy de acuerdo con la frase de López Obrador "prohibido prohibir", aunque él mismo haya incumplido su palabra, espero que esta vez la SCJN no prohiba.

Adolfo Camacho Gómez. 

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martes, 20 de junio de 2023

EL VIOLENTO ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

 

¿Es la violencia desatada en la administración de López Obrador con su política de “abrazos no balazos” producto de una ingenua ignorancia o una deliberada política?

 

Es imposible indagar en la mente de López obrador, pero su actuación ante a la violencia desatada y la impunidad con que se desenvuelve el crimen organizado, indica no ser el resultado de su ignorancia sino producto de una deliberada y siniestra decisión.

Es patente, en los cinco años y medio que lleva la administración de López Obrador, la deferencia mostrada con el crimen organizado como jamás se había visto. Contra, los que ha catalogado como sus adversarios políticos no muestra recato alguno en injurias, sin embargo, en ocasión de referirse, en una de sus mañaneras diarias al Chapo, inmediatamente corrigió; “el señor Joaquín Guzmán Loera, no me gusta mencionarlo por su apodo”, pero además, en reporte de AC Consultores, publicado por el portal e-Consultores el 19 de junio de 2023, detalla que el 81% del territorio nacional está en manos de los cárteles del crimen organizado y detalla que en 1400 municipios de los 2400 de México tiene presencia el crimen organizado, indica que solo en los primeros 12 días de junio ha habido 1000 ejecuciones.

Esos asesinatos solo son una pequeña parte de los 157000 que se han registrado en la administración de López Obrador. Cifra que no tiene comparación con ninguna de las administraciones anteriores.  

Lo anterior no se puede entender si no es por una deliberada y criminal política de López Obrador de dejar que los cárteles del crimen organizado se hayan apoderado de semejante territorio nacional.

La pregunta salta de inmediato: ¿Por qué?

Un indicio nos los mostró en las elecciones intermedias de 2021. En ellas exhibió con toda claridad que el crimen organizado operó a favor de todos los candidatos de su partido Morena para ganar rotundamente toda la costa del Pacífico, desde Baja California hasta Guerrero. Es espeluznante pensar que en las elecciones presidenciales de 2024 trate de repetirlo.

Pero también puede ser algo más profundo inherente a la personalidad de López Obrador. Él ha demostrado una insensibilidad inaudita ante el dolor y la tragedia de sus gobernados. Ya mencioné el número impensable de asesinatos, a estos hay que sumar 24,029 desaparecidos, pero también los 800 Mil muertos por la pandemia de Covid-19, la cifra más alta de cualquier país del mundo, esto último debido a la indolencia con que fue atendida. Ni por un minuto pensó en suspender temporalmente sus obras faraónicas; Tren Maya, refinería Dos Bocas y aeropuerto Felipe Ángeles, para dedicarle todo el esfuerzo económico necesario para contratar al personal requerido y adquirir los medicamentos y las vacunas necesarios para combatir con eficacia y oportunidad los estragos de la pandemia. Ha quedado ya bien claro que de haberlo hecho se hubieran salvado miles de vidas.

Solo un gobernante, que teniendo en sus manos la posibilidad de evitar tanto dolor de sus gobernados, no hiciera lo que el sentido común indicaba para evitarlo. Esa insensibilidad y desprecio por el dolor ajeno que López Obrador ha mostrado, sin lugar a duda, es parte inherente de su personalidad, lo ha mostrado una y otra vez ante; los 138 quemados en la tragedia de Tlahuelilpan, los niños con cáncer que han muerto por falta de sus medicamentos, los 10 mineros muertos por la inundación de la mina de Coahuila, los 17 pacientes ahogados en el hospital de Tula, los 26 muertos por la tragedia del metro, los 40 muertos asfixiados en estación migratoria de Ciudad Juárez, en su burla a carcajadas por las masacres.

¿Es posible dudar que un ser humano y en este caso gobernante, anide en su ser tal cantidad de deprecio por el dolor humano?

En algunos individuos el adquirir poder ilimitado les hace aflorar esa inmensa maldad. Los Castro en Cuba, Chávez y Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua. Pero hay casos verdaderamente espeluznantes; uno de ellos Mao Zedong en China, quien con su idea llamada El Gran Salto Adelante que entre otras acciones implicó la colectivización económica de la agricultura provocó la muerte, entre hambruna y ajusticiamientos de entre 24 y 55 millones de chinos. El Holodomor o la gran hambruna, que fue la colectivización forzosa impuesta por Jósif Stalin condenando a una cruel muerte alrededor de 7 millones de personas en toda la Unión Soviética, pero principalmente en Ucrania, requisando las cosechas y alimentos y cercando poblaciones enteras para que nadie pudiera salir. Todos ellos prometieron paraísos, pero resultaron verdaderos infiernos.

López Obrador no es lo mismo, me replicarán. Pero a eso debo contestar que los ciudadanos de aquellos países tampoco creyeron que tales atrocidades pudieran llegar a darse. Castro, al conquistar el poder, afirmaba que no era comunista y en el embriagante sabor de ser parte de aquel triunfo, el pueblo cubano sin darse cuenta fue siendo partícipe de su propia opresión.

López Obrador llegó al poder prometiendo también un paraíso, por demás irrealizable, pero la gente quería creer y lo aceptó. Pero muy pronto López, fue concentrando todo el poder que los mismos ciudadanos le han permitido. Por otra parte, él mismo es fruto de aquellos gobiernos unipersonales en el que se formó y anhela revivirlos en su persona, además, el enorme apoyo popular con que ganó la presidencia le ha permitido hacerse la idea de que puede ir más lejos. Por eso hizo los experimentos en el gobierno de Baja California y en la Suprema Corte de Justicia de extender sus mandatos, sembrando antecedentes para sí mismo. No lo logró y ahora quiere extender su gobierno imponiendo un dócil próximo presidente.

Lo trágico es que ese inmenso apoyo popular, le ha imbuido la idea de ser omnipotente, estar por encima de todo y de todos, incluso de la ley, el mismo lo dijo: “no me vengan con que la ley es la ley”. Ese inmenso poder en manos de un hombre impreparado para manejarlo le ha permitido descarar esa maldad que traía bien escondida. Ante el desastre de su administración se siente inmune, no le importa mentir descaradamente, no le importan los 157 Mil asesinatos, los 24 Mil desaparecidos, los 800 Mil muertos por Covid-19, los 3 Mil niños muertos de cáncer por falta de sus medicamentos.

Todos aquellos gobernantes, anteriormente mencionados, gozaron, en su inicio, de inmensa popularidad, fue tan grande y cegadora, que incluso después de muertos y no obstante las evidencias de sus atrocidades siguen siendo venerados por sus pueblos.

López Obrador no es diferente, se nutre de su popularidad. Es completamente inepto en contener la atroz violencia o siniestramente la permite, pero mientras no baje su popularidad no mueve un dedo para corregir. Pueden morir los miles que sean por la pandemia, por asesinatos, niños por cáncer, por desapariciones, por masacres, por negligencia de las autoridades, por falta de vacunas, pero mientras su popularidad no baje el irá más allá, será más soberbio, más insensible, más siniestro, más despiadado.

Adolfo Camacho Gómez.