Mexicali, B. C.

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Mexicali, B. C. México

miércoles, 27 de mayo de 2020

A QUÉ VIENE LA REPENTINA PREMURA DE LÓPEZ

De improviso, López Obrador anunció, que en virtud de que en México no hay capacidad para cursar la especialización de 40,000 médicos, solo se becarán a 10,000 médicos en México, 30,000 se enviarán al extranjero para su especialización. No olvidemos que el propio López Obrador denigró a los estudiantes que fueron a estudiar al extranjero, dijo que solo traían malas mañas. Canceló las becas de los que estaban fuera del país, obstaculizó los trámites para su renovación, la de ellos y la de los nuevos postulantes.
¿Porque ahora tanta premura para hacer lo contrario? 
  
Aquí mi opinión. Lo primero que nos hace levantar las cejas es ¿Porque resultó de repente tan urgente la especialización de 40,000 médicos mexicanos? Claro el Covid-19 ha desnudado las carencias de nuestro sistema de salud ¿Pero es todo?

Veamos un panorama más amplio, según Índex Mundi en 2016 México tenía una densidad de médicos por cada 1000 habitantes de 2.25, arriba de Chile 1.08 en 2016 y de Brasil 2.15 en 2018, pero un poco abajo de Estados Unidos 2.59 en 2016 y Argentina 3.96 en 2017. Veamos ahora los europeos; Noruega 4.63 en 2017, Dinamarca 4.46 en 2016, Suecia 5.4 en 2016, Alemania 4.21 en 2017, Reino Unido 2.81 en 2017, Francia 3.23 en 2016, España 4.07 en 2016 e Italia 4.09 en 2017. En esta muestra la densidad de médicos incluye tanto médicos generales como médicos de especialidades. La OMS sugiere una densidad de 2.3 que incluye médicos, enfermeras y parteras. Estos dos últimos conceptos no se incluyen, como ya se apuntó, en los datos arriba descritos. Sin tener los datos a la mano de enfermeras y parteras, estimo que México lo cubre con creces. Es importante señalar que la especialización no elevará la densidad de médicos en México, ellos ya lo son. Aquí se abre otra interrogante que debe preocuparnos ¿Quién cubrirá la falta de esos 40 mil médicos becados?

Se puede apreciar con toda claridad que no hay una correlación directa entre la densidad médica y la letalidad del Covid-19 ya bien conocida por todos. En México durante esta crisis no se ha percibido falta de médicos y enfermeras, lo que sí ha sido evidente es la falta de medicamentos e insumos médicos y una muy deficiente comunicación asertiva, veraz y oportuna para evitar los contagios. 

Volvamos al principio, una especialidad en México puede tomar de 3 a 4 años, según la especialidad que se opte. Cursos al vapor para especialistas no existen o son un fraude. Los especialistas de que habla López Obrador estarán terminando en 2023 o 2024, si iniciaran su curso ya. La pregunta es obvia ¿Porque tanta urgencia? La solución más práctica es fortalecer las especialidades en las universidades mexicanas, si se apoya con becas adecuadas, suficientes, sin perder sus derechos laborales, habrá muchos candidatos. Los que aprueben los duros exámenes para una beca en el extranjero y dominen el idioma, que sean debidamente apoyados por el Estado Mexicano, pero solo debe ser en las universidades más prestigiosas del mundo. De esa manera con solidez se irá cubriendo el déficit de especialidades médicas en México.  

La pregunta sigue en el aire ¿Porque tanta urgencia? Recuerdan cuando Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, vino a la toma de protesta del presidente López Obrador, éste manifestó que aceptaba un intercambio de información médica con Cuba. Todos entendimos que se hablaba de las misiones médicas cubanas que no son más que tratos mercantiles que la Organización Mundial de Vigilantes de Derechos Humanos (HRW por sus siglas en inglés) ha calificado de semi esclavitud.

Esta promesa de López a Díaz-Canel parecía olvidada, pero en 2019 arribó a México con pequeño grupo de médicos cubanos. El rechazo no se hizo esperar por una importante cantidad de intelectuales, médicos mexicanos, comunicadores y sociedad. Tal vez por ello se dejó dormir el plan por un tiempo, pero los cubanos no estaban dispuestos a olvidar, habían perdido el trato de alrededor de 50,000 médicos de sus misiones en Brasil y Bolivia, si se estima que por cada médico el gobierno cubano recibe entre 5 y 7 mil dólares mensuales, ponderando una media perdieron 3,600 millones de dólares anuales. Tanto en Brasil como en Bolivia se puso de manifiesto que no todos los que llegaban en las misiones eran médicos, había una buena cantidad que eran solamente enfermeros, pero también había vigilantes y adoctrinadores, fue el principal motivo de que los echaran.

México, desde que llegó López al poder, fue objetivo cubano para recuperar sus dólares perdidos. La crisis de la epidemia del Covid-19, a ambos les cayó como anillo al dedo, con premura activaron el plan y arribaron varios cientos de médicos cubanos, según nuestro gobierno, para apoyar en la crisis. Pero ya se ha demostrado que médicos no faltan.

El rechazo creció, ahora fue casi unánime y a los médicos cubanos, parece, los tienen escondidos. Priva sobre todo ello un oscuro trato. Nadie sabe cuántos y en qué hospitales están ubicados, cuánto se le paga a ellos y al gobierno cubano, si serán evaluadas sus habilidades y conocimientos por algún centro universitario mexicano como es normal que se haga con cualquier médico mexicano que quiere ejercer en el extranjero, si tienen visa de trabajo, si su pasaporte les fue entregado a cada uno o confiscado por las autoridades cubanas como lo han hecho en otros países donde los han recibido, por el temor a que deserten, si son libres de ejercer la medicina privada por su cuenta, si podrán traer a sus familias, en suma si no son los modernos esclavos.

Pero surgió la idea salvadora, y ésta con toda seguridad provino del ladino gobierno cubano urgido de dólares. En vista del rechazo de médicos cubanos en México, porque no hacerlo al revés, médicos mexicanos en Cuba. Mándamelos para acá, a deber dicho Díaz-Canel a López, me pagas por la especialidad lo que yo te hubiera cobrado por mis médicos y tú les das su mísera beca que acostumbras.

Así pues, López ha encargado al ajonjolí de todos los moles, el secretario de relaciones exteriores Ebrard, que fuera por el mundo para auscultar cuáles universidades podrían ser elegidas para sus 30,000 becarios médicos. De entrada, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unidos, Bélgica, los países top de la medicina están descartados. En ellos se requiere que pasen estrictos exámenes de conocimientos y habilidades y dominen el idioma, podrá haber algunos, pero será solo un puñado que pueda pasarlos y acceder a las becas que otorgan esas universidades prestigiosas. Si no logran esas becas están fuera del ranking mexicano porque el semestre llega a costar hasta 50 mil dólares. Sólo queda China y Cuba. Se inventará toda una faramalla para que al final quede como finalista solitaria Cuba. Es ideal para los planes de López y su 4T, regresarán muy bien adoctrinados y no pocos se colocarán como catedráticos en universidades mexicanas que transmitirán ese adoctrinamiento a sus alumnos. Si no, al tiempo.

Adolfo Camacho Gómez

miércoles, 20 de mayo de 2020

YO JAMÁS DIJE QUE LO MATARAN

Voy a referirme a la amenaza que hace algunos días, aparentemente un cartel delincuencial hizo contra el diario Reforma, amenazando de bombardear su edificio si no dejaban de criticar al presidente López Obrador.

En relación de ese hecho quiero reseñar este cuento:

Se dice del jefe de gobierno de un país hipotético (Aquí ponga usted cualquier país), en una conversación con funcionarios, amigos y mirones, en voz alta comentó —Ya no aguanto a fulano de tal, no lo puedo ver ni en pintura— Días después, el presidente, extrañado de no ver a fulano de tal preguntó por él a su ayudante y el ayudante contestó —Ya nunca lo va a molestar— ¿Que pasó, se fue de la ciudad? replicó el presidente, y el ayudante agregó —No, pero jamás va usted a volver a verlo— Entonces el presidente sorprendido entendió el mensaje y expresó —¡Yo jamás dije que lo mataran, solo dije que no lo quería ver! —

La moraleja es, que una expresión de odio dicha por un poderoso, aunque sea al azar, puede ser interpretada como una orden por cualquiera que quiera congraciarse con él y las consecuencias pueden ser catastróficas.

Un gobernante tiene la obligación de cuidar lo que dice en público y privado.

Por desgracia el presidente López Obrador, no mide sus expresiones, bien puedo decir que lindan en el odio, contra todo aquel que no concuerda con sus ideas de gobernar. No entiende que no toda la población con derecho a votar, votó por él. Algunos ciudadanos expresaron su rechazo en las urnas, otros simplemente fueron apáticos y no ejercieron su derecho a elegir, pero eso no significa que estuvieran de acuerdo con sus propuestas. La suma de los apáticos y los que no lo votaron hacen la nada despreciable suma del 60% de los ciudadanos registrados para votar.

La libertad de expresar las ideas es uno de los principales derechos inalienables del ciudadano en cualquier sociedad democrática. Pero además es el derecho primordial por el que la izquierda, que desde todos los foros posibles hicieron campaña para llevarlo al poder, ha luchado desde siempre.

La historia del siglo pasado y el presente está plagada de ejemplos de líderes, que con el afán de imponer sus ideas o perpetuarse en el poder han sembrado en sus países el odio contra quienes no comulgan con sus planes. La división entre buenos y malos, los buenos son los que están a su favor y los malos los que cuestionan sus ideas. Ese odio sembrado conscientemente por un líder carismático ha llevado a esa gente buena a obedecerlo ciegamente y cometer crímenes atroces, ejemplo; en la ex Unión Soviética, China, Alemania de Hitler, Camboya, Libia, Uganda, Irak, Cuba y Venezuela entre otros, sumando por millones sus víctimas. Estas víctimas fueron denunciadas o victimadas por sus propios conciudadanos, vecinos, compañeros de trabajo e inclusive familiares que fueron ideologizados.

Ideologizar es lo que hace López Obrador todos los días en sus mañaneras. Es una arenga diaria dirigida su masa de seguidores, que en lugar de informar se dedica a señalar a todo aquel que manifiesta desacuerdo con sus ideas y todo aquello que a su juicio estorba a su cuarta transformación. Aquí está incluido el periódico Reforma, pero también todos los medios hablados, escritos televisados o en redes por internet que lo critican. Pero también instituciones que le estorban en sus planes autoritarios, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Nacional de Transparencia y Derecho a la Información, la Secretaria de la Función Pública, el Instituto Nacional Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando no decide a su favor. Expresa también una animadversión casi patológica con todo aquello que representa superación personal y excelencia, aquí algunos de sus señalamientos; "los que van a estudiar al extranjero adquieren malas mañas, los científicos becados son elitistas, los ingenieros y arquitectos no son necesarios porque cualquiera puede construir una casa o a los médicos les importa más el dinero que la salud de sus pacientes", etc.

Todo esto tiene un corolario, infundir entre sus seguidores la premisa que ser pobre es una condición natural y buena. Aquí se incluyen sus discursos, que parecen más homilías cristianas, incitando a la austeridad espartana; dos pares de zapatos, un traje y si se puede un carrito es suficiente para vivir, lo demás es lujo insano, pero no se queda ahí, inyecta su ponzoña diciendo — Ya los lujos no se ven bien, ya no es como antes, las extravagancias, ya la gente las ve mal—

Este discurso tiene dos interpretaciones, decirles a sus seguidores, de quienes López Obrador está bien consciente que son los que menos tienen y que en sus maquinaciones piensa que los tiene sujetos mediante sus ayudas sociales, con las cuales nunca saldrán de su pobreza, que está muy bien que se queden allí, que lo que es malo es la riqueza. Para ellos la pésima educación y mediocre salud que provee el estado debe ser suficiente y deben estar agradecidos.

Por otra parte, es una incitación al odio hacia todo aquel que, para el pobre, es rico, es un llamado al linchamiento social de todo aquel que a ojos de sus seguidores parezca “extravagante”.

Toda la bonanza que prometió López Obrador en su larga campaña al poder, se ha desmoronado en tan solo estos primeros 17 meses de su gobierno. Por delante solo hay en su futuro, cuando menos el inmediato, un crecimiento, tal vez no visto en las últimas décadas, de la pobreza. Pobreza es pues, lo único que tiene por ofrecer, de ahí su discurso de alabar la pobreza y demonizar cualquier tipo de riqueza por más mínima que esta sea.

La gente sensata se lo dice, pero eso a López no le gusta. Tiene margen de rectificar, pero su obnubilación no se lo permite, es por eso que atacar a todo aquel que exprese la más mínima crítica es su respuesta y en su ataque lleva la impronta que siembra odio en sus seguidores contra ellos.

Ya que no esperamos que López Obrador cambie un ápice su forma de gobernar y su modo de expresarse, esperemos que ese odio que irradia a diario no se convierta en una tragedia.


Adolfo Camacho Gómez


martes, 19 de mayo de 2020

¿ES INEVITABLE LA IMPÚDICA CONCENTRACIÓN DE RIQUEZA POR UNA MINORÍA DE PAÍSES Y PERSONAS?


Cada vez que se publica la lista de los más ricos del mundo se pone de moda hablar de la concentración de la riqueza y los medios explotan el filón con todo tipo de comentarios, estadísticas y análisis. Exhiben a los personajes más ricos del mundo y casi siempre, con razón o no, denostando el origen o la forma de su enriquecimiento. Es común que en el lector o el espectador quede la idea de que la concentración de la riqueza es un fenómeno exclusivo de nuestro tiempo, casi siempre lo explican como resultado del capitalismo salvaje pero sin definir con exactitud que es el capitalismo y menos el capitalismo salvaje. Ahora utilizan Neoliberalismo como un adjetivo despectivo, pero también sin explicar qué entienden como tal.

Es muy cierto, pocos en el mundo, ya  sean personas, empresas o países, detentan una gran concentración de riqueza, solo que esta situación no es privativa de este tiempo ni de un solo sistema económico y social. Los más ricos del mundo según Forbes.

Ya en la antigua Mesopotamia la riqueza era monopolizada por Reyes, Tiranos, Sátrapas, sus linajes y sus cohortes, el resto de la gente eran pueblos empobrecidos y subyugados.

En tratándose de la emblemática y democrática Atenas, que no Grecia, porqué Atenas era solo una polis entre todo lo que hoy conocemos como Grecia y Macedonia. En Atenas, entonces, contra todo lo que se podría esperar de su sistema democrático había una élite rica que gobernaba. Si bien los Arcontes eran elegidos por el pueblo y  que, contra lo que se podría suponer, hacían proselitismo y propaganda para lograr la preferencia de los votantes. Pero para ser sujetos de elección deberían reunir una serie de estrictos requisitos, como los detalla el propio Aristóteles:

"¿Quién es tu padre y de que demo proviene? ¿Quién fue el  padre de tu padre? ¿Quién tu madre? ¿Quién fue el padre de tu madre y en que demo tuvo su origen? ¿Poses un santuario de Apolo legado por tus ancestros y un Zeus que proteja tu hogar? ¿Dónde están sus santuarios? ¿Tienes un mausoleo donde repose tu familia? ¿Dónde se encuentra? ¿Tratas con el debido respeto a tus padres y cumples con las obligaciones pecuniarias y militares que el estado impone?"  

 No es difícil suponer que solo algunos ciudadanos de rancio linaje, pero sobre todo ricos podrían cubrirlos cabalmente. De hecho eran elegidos, como el propio Aristóteles lo describe,  entre los aristoi, palabra que proviene de los micénicos, primera civilización de habla griega, que significa literalmente Los Mejores, huelga decir entonces que aristocracia significa Gobierno de los Mejores. Podemos decir entonces que Atenas era una Democracia Aristocrática. Los Arcontes, en tiempos de Aristóteles eran elegidos por 10 años y uno entre ellos era elegido anualmente como Arconte Epónimo y era El Arconte principal, el jefe de gobierno, y le daba su nombre al año que le tocaba gobernar. Había el Arconte que se encargaba de las funciones religiosas, el que se encargaba de dirigir al ejército y así sucesivamente para cada una de las funciones de gobierno.

Poco se dice que en la Atenas democrática de ese tiempo la esclavitud era cosa común. Una forma típica de obtener esclavos era a través de los vencidos en las guerras y  por supuesto el floreciente comercio de esclavos. Pero también había una forma muy común en que los propios ciudadanos atenienses podían caer en la esclavitud y era por el impago de una deuda, arrastrando a la esclavitud no solo al deudor sino a toda su familia.

Pero también el dinero de los poderosos socavaba con efectividad la que se creía impoluta democracia ateniense. Darío III Codomano, rey de Persia, utilizaba todos sus medios pare vencer a Alejandro Magno y su inmensa riqueza se lo permitía. Demóstenes, influyente arconte de Atenas, recibió un regalo, nosotros diríamos soborno, de Darío III por nada menos que 100 talentos de oro (El talento era básicamente una unidad de peso y el talento griego equivalía aproximadamente a 24 kg. es decir 2400 kilos de oro, hoy día aproximadamente 103 millones de dólares) con el fin de que promoviera la guerra contra Alejandro Magno, quien, muy joven, hacía poco, había sido nombrado rey de Macedonia. Demóstenes, incentivado por el soborno persa, utilizó toda su astucia para convencer al rey de Tebas, ciudad colindante al norte de Atenas,  quienes habían quedado bajo una especie de dictadura blanda de Macedonia, para que se revelaran contra Alejandro Magno. Los tebanos fueron seducidos por Demóstenes y mataron al representante de Macedonia y a toda su guardia. La respuesta de Alejandro Magno no se hizo esperar y arrasó con Tebas.

Habiendo descubierto, Alejandro, que el levantamiento había sido provocado por Atenas y específicamente por Demóstenes, a las puertas de Atenas pidió, para no destruirla, que una delegación de atenienses encabezada por Demóstenes fuera enviada para negociar la paz. Demóstenes, sabiendo que si iba se enfrentaba a una muerte segura, nuevamente con su astucia convenció a los atenienses que formaran una delegación con los más respetables y apreciados por Alejandro. Se hizo la paz, Demóstenes salvo su vida y disfrutó de los 100 talentos de oro. Hoy a esto le llamaríamos “capitalismo salvaje”.

Contra la idea generalmente asumida entre la mayoría, en el sentido de que los grandes sabios y filósofos de la antigüedad eran hombres acéticos, frugales y modestos, aunque los hubo, la realidad es que eran hombres ricos y pudientes. De hecho tenía que ser así para que tuvieran la oportunidad de dedicar muchas horas de su vida a sus estudios e investigaciones, de otra forma no podrían haberlo hecho.

 Aristóteles era hijo de un renombrado médico, llamada Nicómaco, quien fue médico personal del Rey de Macedonia Amintas III, nada menos que el padre de Filipo II, quien a su vez fue el padre de Alejandro Magno. Así pues, toda la infancia y primera juventud de Aristóteles vivió en el palacio real de Macedonia teniendo como compañero de juegos nada menos que a Filipo II creándose una gran amistad entre ellos, lo que llevó a que, ya siendo rey Filipo II, nombrará a Aristóteles preceptor de su hijo Alejandro Magno, de quien sin duda podemos decir que sus acciones cambiaron el mundo de su tiempo y sus repercusiones continúan hasta ahora.
   
Platón, que no era su nombre sino su apodo que sugiere espaldas anchas, su nombre era Aristocles, nació en una familia aristocrática por excelencia, hijo de Aristón, descendiente de Codro último de los reyes de Atenas.

Arquímedes, de cuya historia personal se conoce poco, se sabe sin embargo que  su entorno familiar se desarrolló muy cerca de las cúpulas del poder, entre otras cosas, por su libro El Contador de Arena dirigido a su pariente Gelón II rey de Siracusa. En dicho libro describe como expresar números muy grandes  y calcula cuantos granos de arena podrían llenar el universo, cuyo tamaño lo estimaba mucho más grande que el que calculaba Aristarco de Samos. (Arquímedes concluye que se necesitarían 1063 granos de arena).

Pero ¿Que tienen que ver estos personajes con la acumulación de riqueza? Pues muy sencillo, el desarrollo de la ciencia y en consecuencia de la tecnología, desde tiempos muy tempranos ha estado ligado a la riqueza. Primero fueron ricos los que dedicaban su tiempo al pensamiento de las ideas filosóficas, luego fueron mecenas quienes con su riqueza subvencionaban el desarrollo de la ciencia y las artes, por supuesto para beneficiarse de ello, después los gobiernos o las instituciones educativas tomaron bajo su protección a las mentes más preclaras. Es decir el desarrollo de la ciencia ha estado y esta intrínsecamente ligado a la riqueza. En la actualidad la ciencia se desarrolla principalmente en las universidades, algunas que son subvencionadas por los donativos de personajes o empresas muy ricas y a las cuales acceden hijos privilegiados provenientes de familias ricas y otras son subvencionadas por el estado que obtiene sus ingresos de los impuestos que son obtenidos de la riqueza que producen los ciudadanos en sus países. Éstas últimas universidades pretenden democratizar la educación, y con ello la igualdad socioeconómica, algunos países lo logran otros no. Parece haber un circulo en ello, algunos dirán que virtuoso y otros que perverso; a mayor y mejor educación de un país mayor riqueza y a mayor riqueza mayor desarrollo de la ciencia, a mayor desarrollo de la ciencia mayor riqueza y a mayor riqueza, mejor y mayor educación… El hecho es que Estados Unidos, Alemania y Japón Concentran el mayor número de patentes registradas cada año. También es un hecho que al rededor del 80% de las personas más ricas del mundo poseen títulos universitarios, donde prevalecen las universidades más prestigiadas.

Así  tenemos que el más importante desarrollo de la ciencia y tecnología está y ha estado concentrado en una veintena de naciones que detentan el 74% de la riqueza mundial. Y esas naciones reúnen, con raras excepciones, a los hombres más ricos del mundo. Por ahí escuche que dijo, o alguien dijo que dijo, que si Bill Gates hubiera nacido y vivido en México jamás hubiera sido el personaje que es.

En la antigüedad así eran las cosas, muy pocos detentaban el poder y la riqueza. Pueblos empobrecidos lo aceptaban porque aceptaban que las cosas eran así.

El imperio romano oprimía y exprimía a los pueblos dominados. Pero el propio pueblo romano sufría las penurias de la concentración de la riqueza en unos pocos, ya lo decía Nerón “Al pueblo pan y circo”. Así era en los reinos de los sátrapas y tiranos del oriente medio, también así era en el Egipto de los faraones y así era también en los reinos mayas y aztecas, aunque algunos traten de dibujarnos  antiguos pueblos idílicos.
 
Grandes movimientos sociales se iniciaron desde el renacimiento pero principalmente desde la industrialización para tratar de revertir la concentración de la riqueza en unos pocos y que dicha riqueza llegara a los empobrecidos pueblos. Cayeron algunas monarquías, otras monarquías se convirtieron en figuras decorativas, naciones colonizadas se independizaron dando paso a nuevos sistemas de gobierno.

Nace la primera democracia moderna en 1776 cuando los Estados Unidos de América se independizan del Reino Unido. Dicho sea de paso, la independencia de Estados Unidos no fue originada por que los habitantes de las colonias fueran oprimidos, sino porque consideraban que los impuestos que cobraba el Reino Unido eran muy elevados y porque les impedían comerciar libremente sus mercaderías, es decir, les impedían acumular riqueza.  Efectivamente los Estado Unidos fueron democráticos desde su fundación, pero la esclavitud, el racismo y por supuesto la desigualdad social tardaron muchos años en ser mitigados. Es necesario decir también que en ese país, desde su fundación, el esfuerzo personal como medio de superación ha sido parte de su cultura, en contraposición a otros países donde existe la creencia de que el estado casi en forma mágica debe derramar bienestar en su población.  La esclavitud terminó, pero el racismo y la desigualdad persisten en ese país hasta nuestros tiempos. Aunque ciertamente el nivel socioeconómico de sus ciudadanos es uno de los más elevados del  mundo, sin embargo, para sus estándares, persiste una marcada desigualdad entre muy pocos que concentran el 65% de la riqueza de su país y el inmenso resto de su población que se reparte el 35%.

En 1917 la revolución rusa tira el sistema imperial zarista, asesinan  al zar y a toda su familia para cortar de tajo toda posibilidad de que el linaje imperial volviera a renacer. En su lugar se estableció un nuevo sistema marxista-leninista, el comunismo. Con el nuevo sistema todos los medios de producción, es decir las entidades que son las únicas que crean riqueza en un país, fueron apropiados  y administrados por el gobierno, en su caso por el soviet supremo. La teoría era sencilla, ahora los medios de producción son del pueblo, el las administra y trabaja en ellas y la riqueza producida se reparte por igual entre todos, se le llamó "la dictadura del proletariado". El sistema fue acogido con gran entusiasmo, con mayor o menor énfasis, por una cantidad enorme de países en Europa, Asia, África y Latino América. Creyeron ilusamente que era la solución milagrosa de la desigualdad. Arrebatar la riqueza a los ricos para repartirla entre toda la población, así de fácil.

El resultado lo conocemos todos,  líderes que vivían o viven en la opulencia y pueblos empobrecidos. Lo trágico es que para imponer el comunismo, llámese marxismo-leninismo, maoísmo, castrismo o chavismo, se impusieron regímenes dictatoriales, se suprimieron las libertades y millones de sus gentes murieron sacrificados durante los poco conocidos pero sanguinarios procesos de Moscú y las periódicas purgas soviéticas, la revolución cultural de Mao, la reeducación del régimen del khmer rojo en Camboya, etc. Si alguien duda de lo terrible que fueron esos regímenes basta leer “Archipiélago Gulag” de Alexandr Soljenitsin. Pero ¿Y qué paso con la riqueza? la riqueza siguió siendo administrada, usufructuada, acumulada, robada o despilfarrada solo por unos pocos en las cúpulas del poder, el pueblo siguió siendo pobre, para ellos nunca llegó el reparto de la riqueza. La paradoja fue que hacer pobres a los ricos no hizo ricos a los pobres. Cierto, no se trataba de hacer ricos a los pobres, pero no fue posible que sus pueblos alcanzaran ni cercanamente el nivel socioeconómico de los países con sistemas capitalistas.

La concentración de riqueza en unas pocas personas o en unas pocas naciones no es un fenómeno de nuestro tiempo, por desgracia así ha sido desde la más remota antigüedad. Tal vez algunos de nuestros más lejanos antepasados se apropiaban de las cuevas más protegidas, más grandes y más cómodas y de los cotos de caza más productivos, algunos clanes o tribus lucharon para apropiarse de ellos y se hicieron más ricos, matando, sojuzgando o esclavizando a los vencidos. (Evidencia más antigua de un conflicto humano.) Después los pueblos nacientes lucharon por más territorios, por los yacimientos minerales y la producción agrícola. Recordemos que Egipto era el granero del imperio romano y no lo era libremente sino obligado por el imperio. Mientras más rica una satrapía, un reinado o un imperio le permitía tener mejores defensas y mejores ejércitos con los que podía hacerse de cuantos territorios estaban a su alcance apropiándose de sus riquezas, haciéndolos más ricos y más poderosos. El resultado fue la colonización del mundo.

Libertad, igualdad y fraternidad fue el pensamiento de Maximilien Robespierre quien encabezó la Revolución Jacobina que dio origen a la revolución francesa. Sin embargo, habiendo llegado al poder, después de tirar y guillotinar al rey Luis XVI, se convirtió en símbolo de una de las etapas más oscuras y sanguinarias de Francia conocida como la época Del Terror, significándose por matar en la guillotina a miles de ciudadanos franceses, irónicamente la libertad fue selectiva para el naciente régimen revolucionario. Hasta que, hastiados de sangre, le pusieron fin mandando a la guillotina al propio Robespierre.

Si nos adentramos un poco en los entresijos de la revolución francesa encontraremos que el pueblo ya gozaba de bastante libertad durante la regencia del rey Luis XVI (Si no, cómo es que Robespierre prácticamente no tuvo problemas para desarrollar el movimiento jacobino que lideraba. Y cómo es que el levantamiento que dio origen a la revolución tomó la Bastilla sin oposición). No obstante era un régimen bastante autoritario, como todos en su época, y obviamente el rey, su familia y sus cohortes se repartían las riquezas y es un hecho que la economía pasaba por uno de sus peores momentos y una gran parte del pueblo vivía en la pobreza.  Pero después vinieron; la primera república, el imperio de Napoleón, la restauración de la monarquía, la revolución popular que estableció la segunda república, el segundo imperio napoleónico, la tercera república y la industrialización y el pueblo francés seguía siendo pobre, a pesar que durante todo ese periodo Francia se convirtió en el segundo imperio colonial, después del Reino Unido, más grande del mundo que dominaba casi el 9% del área del mundo, de hecho Francia dejó de ser un imperio colonial hasta la década de 1960.

De la fraternidad del pueblo francés solo ellos pueden dar cuenta, pero la igualdad sigue siendo una asignatura pendiente hasta la fecha. Sin dejar de considerar que Francia es uno de los países en que sus ciudadanos gozan de un nivel socioeconómico elevado, para los franceses esto no es suficiente y consideran que existen grandes desigualdades y prueba de ello son las continuas manifestaciones de maestros, transportistas, obreros, burócratas y agricultores que no en pocas ocasiones han, literalmente, paralizado el país buscando reivindicar algunas prerrogativas económicas y sociales.

No es gratuito que los países que fueron imperios coloniales y extrajeron grandes riquezas de sus colonias estén en la actualidad entre los países comúnmente llamados del primer mundo
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Tener una casa digna en donde vivir es un anhelo de cada familia pero para que esto suceda tienen que haber millones de obreros de la construcción. Es un anhelo de toda persona poder disfrutar de vacaciones pero para que esto suceda tiene que haber millones de servidores en hoteles, transporte y alimentos. Es cuando menos una aspiración de un sin número de individuos de ser propietarios de un automóvil pero para que esto suceda tiene que haber millones de obreros que los construya. Es un derecho de toda persona tener en su mesa los productos alimenticios suficientes para su subsistencia pero para que esto suceda tienen que haber millones de campesinos y recolectores. Es un derecho de todo individuo tener acceso a una educación de calidad pero para que esto suceda tiene que haber millones de profesores. Es un derecho de todo individuo tener acceso a servicios de salud pero para que esto suceda tienen que haber millones de médicos, enfermeras y personal de intendencia, etc.

¿Qué tienen en común estos millones de personas? A todos estos millones de personas lo unen dos cosas: Primero.- Forman parte del 65% de la población del mundo y jamás podrá acumular una fortuna que los pueda catalogar como ricos y Segundo.- Que el 10% no solo nunca podrán ser ricos sino que estarán condenados a vivir toda su existencia en la pobreza.

No obstante, al inicio de la revolución industrial el 90% de la población mundial era pobre, pero le debemos al capitalismo que promovió la industrialización que a la fecha, según el Banco Mundial  solo el 10% podría vivir en pobreza extrema en 2020. Es decir en solo 200 años de los 10,000 en que se dió el primer enfrentamiento humano, gracias al capitalismo y pese a la concentración de la riqueza, la pobreza disminuyó ostensiblemente.  

 La tragedia es que en todo el proceso, desde la más remota antigüedad ha habido y en el futuro habrá, cuando menos en la generación que me tocó vivir, muy pocas personas que se harán inmensamente ricas y muy pocos países que concentrarán la riqueza del mundo.


Adolfo Camacho Gómez