Mexicali, B. C.

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lunes, 21 de septiembre de 2015

PAPA FRANCISCO VIAJE PASTORAL O POLÍTICO

EL PAPA FRANCISCO. VIAJE PASTORAL O POLÍTICO. 

Bien por los buenos oficios del Papa para la distensión de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.

Mal por Castro denunciando mentirosamente como culpables a los países desarrollados de Europa de la migración masiva de sirios, cuando son estos países quienes en mayor y menor medida los están recibiendo.  Pero sínicamente omite mencionar a los miles o decenas de miles de cubanos que han perecido ahogados en el golfo de México y el mar Caribe en su único afán de huir de la opresión de su régimen y buscar una vida mejor.  Esos desdichados migrantes no tienen nombre ni rostro porque para el régimen de los Castro sus vidas no valen nada.

Mal por el Papa Francisco que no denuncia ni menciona para nada la constante violación de los derechos humanos que sufre el pueblo cubano, la falta de libertades, la falta de oportunidades, la pobreza generalizada del pueblo solo apenas arriba del umbral de desnutrición. Mal por el Papa que bien sabe que la gente reunida para su bienvenida fue previamente seleccionada e instruida, porque los católicos tradicionales fueron detenidos al salir de sus casas. Mal por el Papa por no denunciar ese estado policiaco en donde los hijos se convierten en espías y delatores de sus padres y viceversa.

Un premio nobel de la paz parece estar en el horizonte. Me acusarán de sacrílego, pero es necesario decirlo, todo parece alinearse y El Papa da la impresión de estar muy interesado en ello. Visitó Ecuador y Bolivia y no dijo una sola palabra sobre la concusión de las libertades en esos países, más bien se mostró complaciente con sus líderes quienes han cambiado o tratando de cambiar las constituciones de sus países con el afán de perpetuarse en el poder. Sobre la trágica situación de los derechos humanos en Venezuela ha sido decepcionantemente tibio. Que se haya hecho una parodia del “Padre Nuestro”  equiparando al fallecido dictador Hugo Chávez con Dios pareció no importarle en lo más mínimo, como tampoco parecen importarle los presos políticos venezolanos.

Escalar el discurso papal de paz instalándolo en el contexto de la contención de una tercera guerra mundial parece más promoción que realidad. Por supuesto si nos plantamos en el axioma popular de que, si es posible que suceda una cosa en algún momento sucederá, todo es posible, pero seamos realistas por ningún lado se ve la posibilidad de una tercera guerra mundial. Conflictos focalizados entre algunas naciones siempre habrá, habrá también algunos que lleguen a las armas, así mismo habrá la participación de otras naciones para tratar de sofocarlos o inhibirlos, pero en el horizonte no veo una nación que trate de dominar al mundo por las armas, bueno cuando menos en mi horizonte, yo no tengo asesoría divina.

En este juego todo cuenta y la historia de Jorge Mario Bergoglio tuvo que ser ajustada. La línea era demasiado delgada y más bien propensa a ser considerado simpatizante de la dictadura del General Videla en Argentina, pero bien se puede decir que cuando menos fue omiso, ya que no se sabe que decidida y públicamente se haya lanzado contra  la dictadura. Para cambiar esto ahora se menciona que protegió a algunos sacerdotes y se hace énfasis en su misión pastoral.

Pues así están las cosas. Su mediación entre Cuba y Estados Unidos es imposible de comparar con lo hecho por Juan Pablo II en Polonia, sencillamente porque en Polonia la dictadura terminó y en Cuba ya dejaron bien establecido los Castro que mientras ellos vivan su dictadura jamás terminará.  


Adolfo Camacho Gómez