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viernes, 10 de abril de 2015

¿ES CIERTO QUE LA PUBLICIDAD DE LOS PARTIDOS NO CUESTA?

Todos sabemos que, desde que los partidos políticos tomaron en su poder este país, se destinan miles de millones de pesos para su mantenimiento, sus campañas y la operación del Instituto Federal Electoral (IFE), es decir todos los ciudadanos de este país mantenemos a los políticos que están en el poder porqué con nuestros impuestos pagamos sus enormes sueldos,  pero además becamos a los políticos que no están en el poder porqué cobran su mesada como dirigentes, asesores, promotores o simples empleados del partido.

Se nos presentó como una gran toma de conciencia, (por parte de diputados y senadores), la modificación a la ley electoral posterior a las elecciones del 2006 que eliminaba la posibilidad de contratar publicidad en radio y televisión por cuenta de los partidos políticos. Utilizando en su lugar los tiempos asignados al estado en radio y televisión que los concesionarios tienen la obligación de facilitar gratuitamente. Con esto se ahorrarian varios cientos de millones de pesos, nos dijeron.

¿Realmente se ahorró algo? La respuesta es NO. En lugar de disminuir el presupuesto de gastos a los partidos políticos que ya no tendrían que invertir en publicidad de radio y televisión, sucedió todo lo contrario, les fueron asignados mas recursos que los que se supone ahorrarian. Pero eso no fue todo, el IFE (Instituto Federal Electoral convertido ahora en Instituto Nacional Electoral) requirió un fuerte aumento en sus gastos de operación por la necesidad de implementar el control de la asignación de los anuncios en todas y cada una de las radio difusoras y emisoras de televisión de toda la república y el monitoreo de su cumplimiento.

Nos ha quedado claro que la medida de utilizar los tiempos del Estado en los medios no tenía el objetivo de ahorrar recursos, sino de ampliar los mecanismos de control. Al mejor estilo de los ya bien desprestigiados países totalitarios ahora los partidos políticos en nuestro país pueden decir a su estilo... LO MISMO TODOS.

Pero que pasa con esos famosos "tiempos del Estado" que son ahora utilizados por los partidos para sus campañas proselitistas. Nos dicen que no le cuestan al estado, por lo tanto son un regalo, una panacea.

Primero, cuando se modificó esta ley también se incluyeron reglas para su utilización. La más importante para lo que tratamos de aclarar, (ver  si en realidad cuestan o no cuestan), son los horarios de trasmisión. Se determinó que todos los anuncios de campaña se debían trasmitir entre las 6:00 y las 22:00, es decir se eliminó totalmente un tercio del día para las operadoras que transmiten las 24 horas. Por otra parte, si bien, las autoridades tenían a su disposición cierta cantidad de tiempo por ley, era notorio que no se utilizaba totalmente. Es cierto que las compañias de radio y televisión eludían la transmisión de los tiempos del Estado de los horarios mas importantes, los llamados triple A.

Sin dificultad podemos decir que las radiofusoras y las televisoras debieron ver restringido su espectro de venta, principalmente en el horario triple A que generalmente no se tocaba. Sin lugar a dudas lo primero que pensamos es: Que bueno que les quitaron esas ganancias a esos monopolios. Sí, esta bien, pero que pasa con los cientos de pequeñas radio difusoras o televisoras independientes (que han sobrevivido a la voracidad de los monopolios) que hay por todo el país.

Las grandes cadenas y las independientes pequeñas o medianas tienen plantillas de personal que mantener, costos fijos que sufragar. Al dejar de recibir los ingresos provenientes de la publicidad política, inevitablemente aumentaron sus precios. Lo que inevitablemente aumentó los costos de promoción de los productos de las empresas. Lo que inevitablemente aumentó los precios de los productos que todos compramos.

"Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando ésta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola".Adrian Rogers.

Al final nada es gratuito, el tiempo de transmisión tiene un costo de operación para las empresas de radio y televisión que de alguna forma tienen que resarcir y que al final alguien tiene que pagar por ello y ese alguien somos todos nosotros, los consumidores. 

Por otra parte la medida entraña una gran iniquidad, ya que la prensa escrita e internet no fueron sujetos de confiscación de espacio en sus paginas.

Fue una gran mentira decir que la publicidad política en radio y televisión es gratuita y una insolente burla decir que por tal motivo las subvenciones a los partidos políticos iban a diminuir. 


Adolfo Camacho Gómez

viernes, 20 de marzo de 2015

DERECHO LEGÍTIMO DE LOS ESTADOS SOBRE LAS PARTICIPACIONES FEDERALES.

Ya basta de hablar de las participaciones federales como si fueran una graciosa dádiva que el gobierno federal  hace a los estados.

Las participaciones federales a los estados son el derecho que los estados tienen sobre la recaudación de los impuestos que la federación hace en los propios estados. Dicho de otra manera son los impuestos generados por la actividad económica de cada uno de los Estados y que mediante el pacto federal  los estados cedieron a la federación la prerrogativa de recaudarlos a cambio de que la federación se quede con una parte, que en principio debió ser la menor,  para la administración y seguridad nacional, por ejemplo, y el resto devolverlo a los estados en donde los ciudadanos de cada uno de ellos deberían ser los legítimos derecho-beneficiarios de los mismos por haberlos generado en su entidad ellos mismos.
   
La mega-cefalea prevaleciente de nuestro sistema político de hecho confiscó a los estados el derecho a los impuestos recaudados en sus entidades y durante muchos años la federación los distribuyó a su antojo de manera discrecional.

No fue hasta que un gobierno estatal fue de un partido diferente al PRI, el Estado de Baja California por el PAN en 1989 gobernado por Ernesto Ruffo Appel, que se puso de manifiesto la inequidad con que eran repartidos los impuestos.  No olvidemos que el gobierno federal NO genera ingresos, los ingresos son generados por las entidades federativas (Los Estados) pero debido al pacto federal el Sistema de Administración Tributaria (SAT) los recauda y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es la encargada de distribuirlos mediante las reglas establecidas.

Al abrirse el sistema político con la llegada al poder en los Estados de otros partidos políticos diferentes al PRI, incluyendo el Distrito Federal, la necesidad del reparto más justo de los impuestos ya no solo fue una evidencia sino una exigencia, la cual se hizo mayúscula cuando el PAN llegó a la presidencia de la república y los Estados gobernados por el PRI fueron mayoría. Los gobernadores estatales PRIistas que antes eran sumisos ante el gobierno federal de pronto se convirtieron en furiosos reclamantes ante la administración federal PANista.

La administración federal de los gobiernos emanados por el PAN, fiel a su filosofía de subsidiariedad, hizo lo que desde siempre se debió hacer, distribuir las participaciones federales con la mayor equidad posible. Ese intento de justicia en reintegrar a los estados los impuestos que los propios estados generan con su actividad económica fue realmente parcial debido a la herencia cultural centralista. (Por ejemplo, Baja California recibe a lo más el 23% de los impuestos federales que genera). No obstante el nuevo flujo de dinero, debido a la atrofiante mega-cefalea, la mayoría de los recursos  generados por los estados son manejados por el gobierno federal, quien se abrogó el derecho de decidir en qué, cómo, cuándo y dónde se deberían invertir o gastar en los Estados los dineros generados por los propios Estados, es decir su derecho como Estados Libres y Soberanos de decidir sobre sus propios recursos les fue confiscado por el gobierno federal. Dicho de la manera coloquial acostumbrada, “se etiquetaron” las participaciones.  Reservándose el gobierno federal además, por la costumbre ancestral centralista hecha ley, derechos sobre actividades de desarrollo estatales como son; aeropuertos, puertos marítimos, carreteras, ferrocarriles, energía eléctrica, petróleo, agua, radio, televisión, comunicaciones, salud, educación, áreas territoriales designadas federales, subsuelo  y territorios ejidales, estos últimos, que conforman la mayor parte territorial de los Estados son regidos por leyes federales por lo que quedan prácticamente fuera del control de los estados para su desarrollo. En la época Echeverrista se confiscó la actividad pesquera de manos particulares para ser entregada a unidades cooperativas que al final fracasaron rotundamente.

Ante este nuevo flujo de efectivo y su relativa libertad para administrarlos, que las administraciones Federales PANistas trataron medianamente de corregir, los gobernadores y las administraciones estatales, unos francamente inexpertos y otros indecentemente corruptos, sin distingos… o mal administraron o descaradamente robaron o despilfarraron los recursos. Otros, mal que bien, con una ciudadanía más vigilante han invertido y gastado sus dineros, no dineros de la federación, repito, sus dineros, en educación, salud e infraestructura y su avance se ha hecho notar. 

Con el regreso del PRI al gobierno federal se ha regresado y acentuado  la administración centralista que tanto daño hizo al país. Cada una de las famosas reformas constitucionales de Enrique Peña Nieto, ya aprobadas o por aprobar, llevan como sello indeleble, en forma descarada  o muy bien camuflada, la acumulación de poder del ejecutivo federal.

Cierto, la subsidiariedad que es derecho irrenunciable de los estados a propiciado que algunos corruptos hayan robado descaradamente, no obstante, la justa repartición, es un principio al que los “Estados” Unidos Mexicanos jamás deben de claudicar. Cada una de las constituciones de los Estados consignan al “Estado Libre y Soberano de…”, sin embargo cada uno de los Estados en los hechos ha cedido su soberanía a la federación porque le han cedido el control absoluto de los recursos que ellos generan. En última instancia que la justicia de los Estados castiguen a sus gobernantes corruptos. 

 Es necesario repetirlo El gobierno federal NO genera recursos, los recursos son generados por los Estados que traducidos en impuestos son recaudados por la federación mediante el pacto federal.

El “Principio de Subsidiariedad” es el principio en el que se basan todas las democracias avanzadas y en ello se fundamenta su desarrollo. México lo ha soslayado y los Estados de la República Mexicana se han visto lastrados por décadas o más bien desde siempre, el gobierno federal en turno es quien ha decidido que hacer y dónde hacer, a quien dar y a quién quitar. Los Estados, a fuerza de ser sometidos, se convirtieron en dependientes del poder omnipotente del ejecutivo federal. No se debe olvidar que en otros países el asfixiante centralismo ha provocado que algunas regiones se vuelvan autónomas o simplemente conformen otro país. 

No es gratuito que en los estados del norte del país, por su lejanía del centro omnipotente y por el desdeño y menosprecio secular que éste ha tenido, sus ciudadanos se hayan visto en la necesidad de organizarse y valerse por sí mismos al grado que es innegable afirmar que hay un México diferente al norte del país y otro al sur donde su cercanía al todo poderoso centro federal atrofió su capacidad de decisión porque dejaron en sus manos el hacer o dejar de hacer en sus entidades,  quedando sujetos a la megalópolis como satélites más que como Entidades Federativas. Por desgracia en  la mayoría de los Estados se repitió el atrofiante centralismo, anquilosando en sus  municipios a su vez la capacidad de desarrollarse por sí mismos.

El regreso del PRI a la presidencia de la República trajo consigo el centralismo a ultranza. Haciendo lo indecible por concentrar todo el poder en la esfera central y de ser posible en la persona del Presidente, lo que de hecho ha significado una drástica disminución, sobre la ya mermada capacidad de acción de los Estados Federados.

La eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes, que proveía una recaudación directa para los Estados, implicó, menos que la intención de formalizar causantes que por cierto ya eran regulares, más bien quitar el poder de los Estados de decidir libremente que hacer con dicha recaudación. Por el contrario las dificultades de entender y administrar el nuevo sistema fiscal ocasionó el cierre de miles de micro empresas que indudablemente acrecentaron las filas de la informalidad.

Tal vez pocos recuerden el Impuesto sobre Ingresos Mercantiles que recaudaban los Estados, un impuesto muy sencillo de calcular y por consiguiente asequible de pagar por los contribuyentes. Este impuesto fue sustituido por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y por supuesto arrebatado a los Estados por el gobierno federal.  

Se revoca la federalización del sistema educativo argumentando corregir desviaciones y abusos por parte del sindicatos de maestros y autoridades Estatales, pero se olvida decir que si bien la administración del Presidente Ernesto Zedillo subrogó el presupuesto a los Gobiernos Estatales, el sindicato nacional de maestros siguió intacto acordando directamente con la Presidencia y que era y sigue siendo el meollo de la corrupción. La nueva reforma educativa prácticamente elimina cualquier injerencia de los Estados en la educación de sus ciudadanos. 

El Instituto Nacional Electoral quiere eliminar los organismos electorales estatales, es decir, los ciudadanos de los Estados ya no organizarán sus propias elecciones, dicen que no son confiables, cuando el Instituto Nacional hace tiempo que dejó de serlo.

Por si quedara alguna libertad en los estados, ahora la Administración Federal se ha adjudicado el derecho de fiscalizar los dineros que reciben los Estados, es decir, conociendo la forma de operar de la administración PRIísta a su contentillo decidirá a qué Estado castigar y a cual no. La irracionalidad de nuestro sistema ha invertido los papeles ya que lo justo sería que los Estados fiscalizaran a la Administración Federal sobre los recursos que levanta en los propios Estados. Los Estados se han convertido en simples súbditos del reino central. 

Como se ve, el federalismo es una farsa, el enunciado de la constitución de los “Estados Libres y Soberanos” es letra muerta. El desarrollo que algunos estados han podido lograr nunca ha sido en base al principio de Subsidiariedad  que debería regir a la República sino a pesar de su sistemática negación. El Gobierno Federal nunca ha demostrado ser mejor administrador y menos corrupto que los gobiernos de los Estados, más bien al contrario, la corrupción y la tortuosidad burocrática fue impuesta durante decenios por la organización corporativista del PRI que imponía gobernadores y presidentes municipales que ni siquiera eran originarios de las entidades o ciudades a las que eran asignados pero ni siquiera en muchos casos eran avecindados en ellos.

Es necesario que lo repita por última vez; La administración federal NO genera ingresos, son los Estados los que los generan, pero la federación se ha apropiado de ellos como si ella misma fuera la generadora de los mismos y los distribuye con la arrogancia de un gran señor a sus súbditos. Así decide a quién, cuándo y cuánto dar o no dar.


Adolfo Camacho Gómez


sábado, 21 de febrero de 2015

NICOLÁS MADURO NO SABE QUE NO SABE

Nicolás Maduro no entiende que Venezuela no es Rusia, no es China, no es Cuba en el siglo pasado.
  
Nicolás Maduro no entiende que al haber confiscado las tierras agrícolas más productivas y ponerlas en manos incapaces destruyó la base alimentaria del pueblo.

Nicolás Maduro no entiende que al haber expropiado o confiscado unidades industriales destruyó la capacidad del país de proveer a su pueblo de los artículos más básicos para su subsistencia.

Nicolás Maduro no entiende que al haber confiscado los medios de difusión eliminó la posibilidad de conocer el verdadero pensamiento del pueblo, pero que no escuchar la opinión del pueblo no significa que el pueblo haya dejado de tener opinión.

Nicolás Maduro no entiende que eliminar a los líderes de la oposición no significa que desaparezca la oposición.

Nicolás Maduro no entiende que en los hechos se ha convertido en un dictador similar a Pinochet, Videla o Castro, solo por mencionar algunos de la región de diferente filiación pero igual de nefastos para sus pueblos.

Nicolás Maduro no entiende que su dictadura totalitaria puede durar algunos años, más que menos o menos que más, pero que al fin caerá como han caído todos los totalitarismos o caerán los que no han caído, porque todos los pueblos tienen un límite de resistencia y su anhelo de libertad jamás podrá borrarla.

Nicolás Maduro no entiende que al necesitar forzar a los medios de comunicación  para hablar en cadena nacional  significa que de otra manera el pueblo no lo escucharía porque no quieren escucharlo. 

Nicolás Maduro no entiende que al haber destruido la producción agrícola e inhibido la producción industrial en muy poco tiempo habrá hambruna en Venezuela.

Nicolás Maduro no entiende que al tener el 65% del pueblo viviendo directa o indirectamente del Estado significa que el país ya no es viable.

Nicolás Maduro no entiende que en este momento no pasará a la historia como un héroe, sino más bien, como una mala pesadilla para su pueblo.

Nicolás Maduro no entiende que será el aparato que ha creado para sojuzgar al pueblo y no la oposición quien prescinda de él cuando no lo necesite.

Nicolás Maduro no entiende que está en sus manos revertir la conculcación de todas las libertades para que la historia y su pueblo lo juzguen como un hombre de bien.


Nicolás Maduro no sabe que no sabe. 

Adolfo Camacho Gómez

domingo, 25 de enero de 2015

CUAUHTÉMOC BLANCO.

Las burlas y los chistes no se hicieron esperar, pero tampoco el menosprecio por la mayoría de los “comunicadores”, cuando menos los que yo leí en la red, escuché en la radio o escuché y vi en la televisión, sobre la persona de Cuauhtémoc Blanco, ante su anuncio de competir por la pre candidatura a la alcaldía de Cuernavaca por el Partido Social Demócrata (PSD).

Si en general fue noticia el anuncio del Cuau, si se me permite llamarle a Cuauhtémoc Blanco como la fanaticada al fútbol lo apoda cariñosamente, para los programas deportivos fue “La Nota”.  En uno de ellos escuche decir, en clara descalificación y casi con desprecio, que como se le ocurría a Cuauhtémoc Blanco aspirar a ser presidente de una ciudad como Cuernavaca, se ponía en duda en forma contundente su capacidad.  Pero también se dijo que los reglamentos de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) no le permitían ser las dos cosas; hacer política y jugar fútbol, lo que posteriormente confirmó la Federación Mexicana de Fútbol.

Es una realidad que la carrera de futbolista de Cuauhtémoc Blanco está a punto de terminar, pero lo que no ha terminado y tal vez jamás termine es su popularidad. Hoy domingo, cuando faltando solo 15 minutos para terminar el partido se produjo el cambio para que el Cuau entrara a jugar por su equipo Puebla, el estadio Azteca, la casa del equipo América contra quien jugaban, le brindó una ovación unánime sin importar a que equipo apoyaban los asistentes. Una cosa me quedó clara, que el pueblo piensa muy diferente de los líderes de opinión y que éstos no tienen la más mínima idea de las opiniones del pueblo.

Es bastante claro que el PSD haya ofrecido la candidatura a Cuauhtémoc Blanco por su enorme popularidad y contar con ello para lograr los votos suficientes para mantener su registro. Por otra parte es claro también que sus posibilidades de ganar contra los partidos fuertes son mínimas. Pero suponiendo lo imposible ¿Qué pasaría si ganara?

Debo decir que desconozco totalmente que preparación pueda tener Cuauhtémoc Blanco y saben que ¡No me importa! Sé que es una persona exitosa en lo que ha hecho toda su vida, en ese sentido es un triunfador. Y en lo que alcanzo a percibir de su vida personal, por lo que públicamente se conoce, parece ser un hombre honesto ¡Con eso me basta!

Me pregunto ¿Podrá ser peor que el ex presidente municipal convicto de Iguala y de tantos otros municipios de Guerrero y Michoacán o de innumerables presidentes municipales a todo lo largo y ancho de la república, grandes o pequeños, señalados de ineptos y corruptos?

Lech Walesa, un sencillo electricista, tuvo la osadía de transformar Polonia y ser su presidente y no le pidieron ni necesito para ello credenciales académicas. 


Adolfo Camacho Gómez


lunes, 8 de diciembre de 2014

TELETÓN, BREVE COMENTARIO.



Al centro Francisco Vega,
 Gobernador de Baja California
Yo como muchos mexicanos donamos lo que podemos a TELETÓN (Fundación Teletón México), Cruz Roja Mexicana y otras instituciones locales con las que sentimos debemos ser solidarios.

Ahora bien Teletón nació siendo una asociación civil, es decir, formada entre ciudadanos para beneficiar a otros ciudadanos.

Así era hasta que empezó a pedir terrenos a título gratuito del fundo legal de los Estados[1]  y participaciones del erario público de los presupuestos Estatales. Que dejan de ser donativos en virtud de que se expresan bajo contrato que pasan de una administración Estatal a otra, se fijan como una condición sine qua non para su establecimiento.

Actualmente se estima y digo se estima porque los ciudadanos que donamos no tenemos la información fidedigna de manos de Teletón, se estima pues, que ya el porcentaje de donativos a Teletón Estatales, considerando terrenos y dineros, es mucho mayor que el donativo ciudadano, algunos hablan hasta del 190%.

Sería muy saludable que Teletón publicara el origen de sus ingresos y situación financiera no únicamente global, sino hospital por hospital, Estado por Estado, para que la población sepa con exactitud  la cantidad del dinero de nuestros impuestos qué recibe Teletón y el valor a precio de mercado de los terrenos que le son entregados a título gratuito.
 
Está muy bien que las empresas y las personas donemos hasta donde la ley lo permita, así es como las asociaciones civiles se soportan. 

Ahora bien, los ciudadanos queremos hospitales ESTATALES tan excelentes, tan presentables, tan bien atendidos, como los de Teletón. Pero los vemos decrépitos, con falta de equipamiento, con falta de personal capacitado, con insufrible falta de medicamentos y se nos dice que todo es por falta de dinero, pero por otro lado vemos que le entregan cantidades millonarias del erario público, es decir del dinero de nuestros impuestosa Teletón.  

En mi opinión Teletón debe de ser lo que fue en un principio una institución de ciudadanos para ciudadanos. En otras palabras, lo que es de Dios a Dios y lo que es del Cesar al Cesar. 

En última instancia, si Teletón no puede sobrevivir exclusivamente con las aportaciones ciudadanas ¡Que lo diga! Pero que no engañe a la gente diciendo que es una institución netamente ciudadana.


Adolfo Camacho Gómez

viernes, 14 de noviembre de 2014

¿Y DÓNDE ESTÁ EL PRESIDENTE?


¿Y DÓNDE ESTÁ EL PRESIDENTE?
Protestas en Australia por los 43 de Ayotzinapa

Inicia su sexenio queriendo dar un manotazo de autoridad. En unas cuantas semanas se arma un cuadro  delictivo contra la lideresa Elba Ester Gordillo y sin más se le encarcela. Por más que los medios de comunicación, principalmente las televisoras, con tiempos comprados o simplemente por querer congraciarse con el nuevo presidente,  presentaron a la Sra. Gordillo como el peor de los criminales del país, sin embargo no pudieron eliminar del imaginario popular que el nuevo presidente estaba tomando una venganza personal.  Sino entonces ¿Por qué no hizo lo mismo con tantos políticos inmersos en peores corruptelas? Aquí  el refrán aquel, referido a “quien avienta la piedra y esconde la mando” le queda que ni mandado hacer.
El control de los medios, que tan buenos resultados le dio durante su gobierno en el estado de México y durante su campaña, fue una útil herramienta para desinformar o informar lo menos posible, por decirlo de alguna manera, sobre el crimen, narcotráfico, impunidad y corrupción al inicio de su periodo presidencial. En cambio los medios, lo digo nuevamente, comprados o no, volcaron toda su atención sobre las famosas reformas constitucionales.
De pronto el país era Jauja, ya México era otro, todo era pura felicidad…pero solo para el presidente su cohorte y los medios de comunicación.
Pronto, se no decía a diario y a todas horas, vendrán cientos de petroleros y construirán cientos de plataformas y miles de posos para extraer millones de barriles de petróleo y entonces;  por acá se va a construir un tren ultra rápido, por allá se construirían 10 mil kilómetros de gasoductos, aquí un mega aeropuerto.  Y quien lo diría, por arte de magia se acabaron los pobres, una señora, de un pasado de honestidad cuestionable, se ha encargado de realizar el milagro. Y La cereza del pastel, se regalarán millones de pantallas de televisión, para que el pueblo no se pierda un solo minuto de la propaganda gubernamental.
Pero el México real era otro. La pobreza nunca disminuyó, ha seguido creciendo a pesar de las cifras  alegres de la señora ligada al señor que le entregaba dinero al señor de las ligas. La tan cacareada reforma fiscal lo único que ocasionó fue derrumbar de un solo golpe el buen manejo de la economía que durante doce años había logrado mantenerse sin crisis sexenales. Hoy nuestra economía parece estar herida de muerte, el desempleo va en aumento, la inflación ya bordea el 5%, el déficit fiscal crece año con año igual que el endeudamiento público. El narcotráfico y crimen organizado se desbocó después que Enrique Peña Nieto anunció que la estrategia de Felipe Calderón estaba equivocada y mandó al ejército a sus cuarteles.   
La educación, la herramienta más importante que una nación puede tener para el progreso de sus ciudadanos fue encargada a Emilio Chuayffet Chemor, pareció en principio que podría ser un hombre que pusiera orden en ese desbarajuste que es el sistema educativo mexicano. Por desgracia no fue así. El indicio más significativo fue la cancelación en 2012 de la prueba ENLACE. Una valiosa herramienta de evaluación iniciada en 2006 y la única con que, por primera vez en la historia de México,  contaban los padres de familia y la sociedad para conocer y comparar el nivel de desempeño de cada escuela. Desde su implantación la inconformidad de buena parte del profesorado no se hizo esperar. Los resultados de la prueba ENLACE sin duda evidenciaron el desempeño de cada uno de ellos, sino en lo personal, si en su conjunto como centro escolar. Que tenía fallas, cierto,  pero ¿Porqué cancelar en lugar de corregir y mejorar?
La UNAM ya no es la primera ni siquiera de Latinoamérica, nos superan Brasil y Argentina, el IPN en huelga acompañado por otra serie de universidades y preparatorias que se unieron al paro, en Oaxaca desde junio una buena cantidad de maestros están sin dar clases.
Impávido, impotente e incapaz  Peña Nieto vio como la realidad del país empezó a explotar en su cara. Los asesinatos, los secuestros, la desaparición de personas, los asaltos, los robos domiciliarios, en lugar de disminuir aumentaron.  La inteligencia, que dijo sería su estrategia para acabar con lo anterior ha fallado por completo.
Ya ni siquiera eran focos rojos, sino cruda realidad; Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Los Cabos, por mencionar los más conocidos y por último guerrero en donde Ayotzinapa fue la gota que derramó el vaso.
México entero se pregunta: Y EL PRESIDENTE ¿DÓNDE ESTÁ?

Adolfo Camacho Gómez


sábado, 25 de octubre de 2014

EL INJUSTO IMPUESTO AL VALOR AGREGADO.




Cruce fronterizo Tijuana, B.C.
Lo dije en su momento y ahora lo repito con la justificación de los resultados. “No era injusto que la frontera tuviera un Impuesto al Valor Agregado (IVA) cinco puntos porcentuales inferior al resto de la república, lo injusto era que el resto de la república tuviera una carga del 16%”.

En los Estados Unidos el impuesto sobre ventas es privilegio soberano de cada estado y cada uno de ellos pondera muy diferentes factores para fijarlo. El estado que aplica el porcentaje más alto es Tennessee con 9.45% y el estado con la tasa más baja es Alaska con 1.69%, pero también los hay que no cobran nada como Ontario, Montana, New Hampshire y Delaware.
http://taxfoundation.org/article/state-and-local-sales-tax-rates-2014

Como puede apreciarse fácilmente,  la diferencia con los estados fronterizos de Estados Unidos es de hasta 7.5 puntos porcentuales.
Muchos se preguntarán ¿Pero qué importa que en los estados fronterizos de Estados Unidos tengan un impuesto sobre ventas inferior al impuesto al valor agregado en México?
La respuesta no es sencilla, pero hay situaciones fáciles de comprender. En la frontera con Estados Unidos cruzan diariamente millones de personas. Tanto los que ingresan a México como los que van a Estados Unidos son consumidores potenciales. Si los precios en la frontera mexicana suben los visitantes dejan de adquirir productos en México y los mexicanos que cruzan a Estados Unidos procuran comprar los productos americanos más baratos. El resultado es que la industria y el comercio en la frontera mexicana pierden de todas formas. Esto es precisamente lo que ha venido ocurriendo durante todo 2014 y las consecuencias son inmediatas; Las empresas más pequeñas, más vulnerables, son las primeras que cierran, el desempleo aumenta, los salarios se estancan o inclusive bajan, la inseguridad aumenta y esto hace que más empresas cierren, en un círculo perverso.
Aún queda la pregunta ¿Porqué el 16% de IVA para el resto de la república es injusto? 
En principio es injusto porque es un impuesto que grava los ingresos que ya fueron sujetos del Impuesto sobre la Renta (ISR).  Es decir, por cada  $100 pesos que gana una persona, el gobierno le quita inmediatamente $35 pesos por concepto de ISR, pero no contento con eso, al momento de querer gastar los$ 65 pesos que le quedaron el gobierno le quita otros $10.40 pesos por concepto de IVA, por lo que de los $100 pesos ganados originalmente solo podrá disponer para su subsistencia de $54.60 pesos. Todo esto sin considerar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IESPS) que grava en forma adicional ciertos productos y servicios como; Gas, gasolina, teléfono, licores, cerveza, cigarros, bebidas azucaradas y comida chatarra. Y sin considerar tampoco el resto de impuestos municipales y estatales como; Prediales, revalidación de placas y tenencias de automóviles, etc.
Es verdad que el impuesto sobre ventas o el impuesto al valor agregado  han sido adoptados por muchos gobiernos en todo el mundo. Y esto se debe a que es un impuesto confiscatorio, porque reduce el poder adquisitivo de las personas cuyos ingresos ya han sido gravados por el impuesto sobre la rentas, es decir ninguna persona que gaste —y todos gastamos— se libra de pagarlo, y sobre todo porque  es relativamente fácil de recaudar por las autoridades.  Para lograr un equilibrio razonable y justo  algunos países establecen un balance entre el impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado. En otros países, sobre todo los de Europa Occidental, los ciudadanos ven que sus impuestos son manejados con gran honestidad y además cuentan con sistemas de justicia y servicios sociales de alta calidad. Todo lo que en México no sucede.   
El gobierno mexicano, pretendiendo ser benevolente, dice que a los asalariados les cobrará menos impuesto sobre la renta y que incluso no cobrará nada a los de más bajos salarios. Pero es una mentira, ya que únicamente se refiere al ISR, todos los asalariados, sean del nivel que sean, tendrán que descontar de su ingreso el 16% del Impuesto al Valor Agregado  cuando compren un cuaderno, un lápiz, unos zapatos o un uniforme escolar, en fin cualquier cosa excepto alimentos y verduras no procesados y medicinas.  Pero si se atreve hacer una fiestecita y desea comprar refrescos, cerveza y botanas tendrá que pagar en forma adicional el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, mismo que también tendrá que pagar si se atreve a usar un teléfono o si tiene un carrito tendrá que pagar IESPS sobre la gasolina que compre, también tendrá que pagar IESPS sobre la energía eléctrica y el gas que consuma en su casa.  
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informaba a principios de 2014 que 6.7 millones de trabajadores percibían salario mínimo es decir $2,045.50 pesos mensuales. Siendo realistas  estos 6.7 millones de personas, aunque no paguen ISR , solo dispondrán de entre $1,500.00 y $1,700.00 pesos netos para la subsistencia de su familia. Una situación similar afecta a las personas que reciben una pensión.
Sin dificultad se puede apreciar que el IVA es un impuesto injusto y confiscatorio que disminuye sensiblemente el poder adquisitivo de los ciudadanos, afectando con mayor virulencia a los más pobres.
Volviendo al impuesto sobre ventas en los Estados Unidos, debo señalar que no es un impuesto en cascada, ya que únicamente se aplica al último consumidor o como ellos le denominan  impuesto sobre “ventas al detalle”. Por otra parte como este impuesto es fijado por cada estado es muy flexible. Se da el caso, por ejemplo, que en casi todos los estados suspenden su cobro en épocas de regreso a clases y en algunos otros lo hacen en época navideña y de fin de año. También es el caso que todos los alimentos, procesados o no, y medicamentos están exentos de su pago, con excepción de lo que ellos llaman “comida caliente”. 
Esta libertad que tiene cada estado en los Estados Unidos para fijar su propio impuesto sobre las ventas reconoce un hecho primordial, y es que cada estado tiene circunstancias económicas y sociales muy diferentes.  Es notable que en esa competencia por mejorar la economía particular de cada estado ninguno se atreva a rebasar el 10% de impuestos sobre las ventas, que parece ser, cuando menos por ahora, una barrera infranqueable.
Estas diferencias, muy reales, que existen entre todos los estados de la República Mexicana no son consideradas para efecto de la aplicación del IVA. Hay estados que por su pobreza, por su bajísimo producto interno bruto, por su nulo empleo o por ser grandes expulsores de migrantes a los Estados Unidos, debieran tener un IVA diferenciado.  Es el caso también de los estados fronterizos, donde la fuga de consumidores es evidente.
En un México, donde la justicia es deficiente y corrupta, donde los servicios de salud son deplorables, donde la inseguridad es una espada de Damocles para todos los ciudadanos, donde los dineros de nuestros impuestos se derrochan indecentemente,  un IVA del 16% no solo es injusto, es inmoral.

Adolfo Camacho Gómez


sábado, 20 de septiembre de 2014

DE LA CORRUPCIÓN ¿QUIEN ES CULPABLE?


La justicia siempre es motivo de preocupación en todos los países y tienen mucha razón en ello, porque será a final de cuentas lo que lo hará ser un éxito o un fracaso. En algunos porque es muy dura y en otros porque es muy blanda. Inútilmente muchos gobernantes se enfrascan en querer encontrar un punto medio, cuando tratándose de la ley es muy difícil establecer un punto medio o se cumple o no se cumple.

Por una parte tenemos a los encargados de mantener el orden y de salvaguardar a la ciudadanía de quienes no respetan la ley y por otra los que se encargan de administrarla. Los primeros están bajo la tutela del Poder Ejecutivo, uno de los tres pilares de la democracia y para los segundos tenemos otro pilar, El Poder Judicial. Entre ellos tenemos a un tercer pilar El Poder Legislativo, quien se encarga de hacer las leyes que los primeros vigilan y los segundos procuran. 

 Estos tres pilares de la democracia se conjugan para que la justicia funcione correctamente en un país. Cada uno tiene su parte que aportar y de lo bien que lo hagan resulta el tipo de justicia que el país tiene.

Pero, y por desgracia siempre hay un pero en nuestro país, una serpiente los une con un nudo gordiano, la corrupción.

La organización Transparencia Internacional en su informe sobre corrupción de 2012 coloca a México empatado con Bolivia en el lugar 105 de entre 174 países analizados. Entre otros países latinoamericanos colocan a Barbados en el 15, Chile y Uruguay empatados en el 20 solo después de Estados Unidos, Brasil en 69, Salvador y Panamá en 83, Colombia en 94, República Dominicana y Ecuador empatados en el 118, Nicaragua en 130, Honduras en 133, Paraguay en 150 y Venezuela 165.
Si arbitrariamente partimos a la mitad este ranking, México se encuentra entre los más corruptos del mundo. Del otro lado Barbados, Chile, Uruguay, Brasil, Salvador y Panamá, están entre los buenos.
¿Qué pasa con México? ¿Qué pasa con nuestro país? Es difícil para una persona que ha nacido y crecido inmerso en esta sociedad, poder esterilizarse para describirlo, pero aún así trataré de decir una honesta opinión.

Desde que empecé a comprender como funcionan las cosas en nuestra sociedad descubrí, tal como si aprendiera a jugar futbol, es decir como cosa natural, que el soborno pareciera ocupar todo resquicio de nuestras vidas.

Antes que nada quiero comentar que al soborno, que es conocido como mordida en nuestro país, parece ser que llamarle mordida y no soborno, le quita seriedad al hecho y lo vuelve como algo coloquial, como algo que no daña a nadie y si ayuda a todos. Terrible engaño.

Desde los primeros años en la escuela aprendemos que copiar es malo, pero es malo solo si el maestro te sorprende, entonces se convierte en un juego de astucia en la que no tiene nada que ver honestidad, justicia o ética. Conseguir las tareas a cualquier precio o de cualquier manera se vale porque a los maestros poco les importa. Al final comprar un título de cualquier carrera es más que factible. Y no me refiero en sobornar a alguien en la universidad, que puede ser posible, me refiero a que hay lugares especializados y bien conocidos que se dedican a este lucrativo negocio. Con solo proporcionar un nombre y una fotografía lo entregan en unas horas y hasta servicio urgente proporcionan por aquello de una cita de trabajo inminente. ¿Que las autoridades lo saben? Claro que lo saben pero a cambio de un soborno adecuado hacen como que no saben nada. Imposible pensar de otra manera si una y otra vez dicen acabar con esta lacra; detienen a algunos responsables y sin embargo la actividad ilícita persiste. No es difícil imaginar la infinita cadena de ineficiencia que se genera al conseguir un trabajo con un título universitario apócrifo. Vaya, hasta algunos políticos han sido señalados de esta posibilidad.

Por su parte, el maestro se debate entre la impotencia y la mediocridad obteniendo prebendas y defendiendo esa mediocridad por medio de presión y amenazas al gobernante, quien es su empleador, cuya expresión más eficaz es el paro, es decir la suspensión de clases. El maestro tiene el descaro de pedir a los padres de sus alumnos que lo apoyen en la suspensión de clases. ¿Puede alguien siquiera imaginar que un maestro pida a un padre de familia le apoye en su anárquica decisión? Lo cual implica la antítesis del motivo por el cual los padres mandan a sus hijos a la escuela. Pues no hay que imaginarlo, es un hecho real que sucede constantemente en nuestro país. ¿Pero porque sucede? La educación debe ser gratuita dice la ley, es decir el padre de familia no desembolsa ningún centavo al llevar a su hijo a la escuela. Pero es poco consciente de que, lo que no paga en ese momento, lo debe pagar con el cobro de los impuestos que hace el Estado. Pero como la mayoría de los padres no paga impuestos, por estar en la informalidad o evadirlos en la formalidad o porque los salarios son tan bajos que están exentos, no tiene en su ser el valor civil para reclamarle al maestro. Es decir, uno hace como que da clases y el otro hace como que paga impuestos. El campo queda listo entonces para el chantaje del maestro, una de las formas más indignas de la corrupción por tratarse de niños inocentes. El maestro no lo dice abiertamente, sino que solo deja sentir el peso de su autoridad; Si no me apoyas yo tengo el poder de reprobar o expulsar de la escuela a tu hijo. Por su parte el padre o madre del alumno lo apoya porque replica el chantaje; A cambio tu, maestro, tienes que tratar con benevolencia a mi hijo y darle buenas calificaciones. Resulta al final que tenemos un sistema de educación primaria en donde todos los niños sin excepción son aprobados, sin importar su nivel de aprendizaje. La consecuencia no se deja esperar mucho tiempo, la deserción en la educación secundaria es altísima. Claro que existen maestros que no están de acuerdo con éstas prácticas pero se ven impotentes ante la marea corrupta que los rodea. De esta forma en la primera edad del niño queda bien marcado, de la forma didáctica más eficaz, que la honestidad y el esfuerzo no son los valores que fundamentan nuestra sociedad. Aprende de primera mano que la constancia y el esfuerzo no son ninguna prioridad, que el maestro reta al gobierno y que increíblemente se invierten los papeles, ya que es el gobierno quien soborna a los maestros con prebendas para que regresen al salón de clases, en lugar de ser sancionados. Que sus papás aceptan y apoyan a los maestros a cambio de que sus hijos sean bien tratados. Que su aprendizaje (la del niño) no importa para su evaluación final.

Cuando el niño llega la edad adulta ya ha aprendido que el soborno y el chantaje son un medio indispensable para bregar en la sociedad. La variedad de formas se multiplican casi al infinito.

Algo debemos decir sobre la aparentemente inofensiva propina. Esa pequeña cantidad de dinero que damos a las personas en todas partes como una adición del pago que ya hicimos por un servicio. ¿Por qué aceptamos dar propinas tan libre y alegremente? Son varios los motivos que están involucrados en esta práctica. Lo normal y más superficial es una acción por la cual agradecemos un servicio. Pero ¿Porqué pagar un precio adicional por un servicio por el que se supone se ha pagado su justo valor? Por dos simples razones supongo; o porque sabemos que el empleado que nos ha servido está injustamente mal pagado o para que el servidor que recibe un sueldo justo por dar un servicio correcto y adecuado no baje ese estándar. Si consideramos que esto no es soborno porque no se involucra una autoridad, la realidad es que es delgada la línea que los separa. Si lo hacemos por el primer motivo estamos solapando la injusticia de un patrón, es decir la corrupción de un sistema justo de valores. Si lo hacemos por el segundo, aceptamos el chantaje implícito del servidor. Pero también hay otro motivo, pretender que el servidor no siga los reglamentos propios de su empresa en nuestro beneficio. Pero ¡vaya! No hay que hacer una tragedia, se trata de una simple propina. ¿Una simple propina?

En el seno del hogar desde su niñez y adolescencia se da el siguiente paso, el definitivo, el que gradúa con honores al nuevo candidato a ciudadano en el mundo de la corrupción institucionalizada. 
En México la portación de armas está generalmente prohibida, salvo para la policía y para alguno elementos de seguridad privada mediante licencia otorgada por la Secretaria de la Defensa Nacional (SDNA).
Por otra parte existe el derecho constitucional de la posesión de armas para la defensa de personas y bienes, pero esto se supone que únicamente puede ser dentro del hogar puesto que la portación está prohibida. Ahora bien para ejercer este derecho es necesario ser mayor de edad y que la tenencia de un arma esté autorizada y registrada ante la SDNA, quien limita la capacidad y calibre de las armas permitidas a menores de las que poseen las policías y el ejército.
Tenemos entonces que la tenencia o posesión de un arma está permitida por la constitución para cualquier ciudadano mayor de edad bajo las limitaciones que la SDNA impone… ¡Pero el comercio de armas está prohibido! Tenemos aquí uno de muchos absurdos en nuestra patria ¡La constitución permite pero la ley prohíbe!
Es aquí donde el niño después adolecente, en el seno de su hogar con sus padres como ejemplos primigenios, se enfrenta con un incomprensible absurdo que desemboca en la ilegalidad y corrupción más inimaginablemente difundida y enraizada en todos los rincones de la patria, desde los más ricos hasta los más pobres, desde las grandes urbes hasta los parajes más recónditos.
A sabiendas de la ilegalidad del hecho y por lo mismo nadie habla de ello, no se comenta con amigos menos con extraños, pero en millones de hogares en todo lo ancho y largo de nuestra república existen millones de armas de todo tipo. ¿Cómo llegaron a nuestro país? ¿Cómo fueron adquiridas? ¿Quién las vende?
Ante el inalienable instinto del jefe de familia por proteger a los suyos y sus bienes frente a la creciente e incontrolable ola de criminalidad y la ineficacia de la policía, poseer un arma se ha vuelto parte de la cotidianidad y en las zonas rurales hasta de supervivencia tanto por su defensa como para llevar comida a la mesa mediante la caza de especies menores.
Como no existe un mercado legal de armas la necesidad anímica o real por poseerlas ha provocado un mercado ilegal. Se vende, se compra y se guarda en sigilo, fuera de la ley. Al no haber documento que valide su legal adquisición hace imposible que el ciudadano acuda a la SDNA para registrarla. La cadena de ilegalidad y corrupción se da por necesidad. Entran las armas al país ilegalmente a través de un sistema aduanal ineficiente y corrupto, se comercia con ellas ilegalmente por la ineficiente y corrupta policía y el soborno con su manto facilitador lo cubre todo. Por tal motivo las autoridades no tienen ni la menor idea de cuantas armas existen en posesión de los ciudadanos, ya no digamos en manos de las mafias, delincuencia organizada o grupos guerrilleros.
Es tan consciente, sínica y permisora la autoridad de esta red de ilegalidad y corrupción que en las fiestas de año nuevo, cuando es costumbre que la gente saque sus armas para a mitad de la noche hacer disparos al aire, que la SDNA, los Gobernadores y Presidentes Municipales hagan peticiones públicas a la ciudadanía para que se abstenga de hacerlo. Petición que orondamente año con año es desoída y no pasa nada. En estas festividades es cuando generalmente el niño hace sus primeros disparos. Gran enseñanza para el joven que pronto será ciudadano.
Los absurdos se multiplican. El comercio de drogas está prohibido, pero la ley exime de culpa al ciudadano que porte hasta cierta cantidad de droga para su uso personal. ¿Entonces como diablos va adquirir ese mínimo que la ley le permite? Por supuesto en forma ilegal.
Estar en la informalidad, es decir, operar una unidad de comercio o servicio sin los registros y permisos requeridos y por supuesto sin pagar impuestos es un delito, pero la autoridad lo permite, lo solapa y hasta se aprovecha de ello con el argumento de que la constitución consagra el derecho de todo mexicano a ganarse la vida honestamente, organizando a millones de gentes con fines políticos. 
Las malas prácticas entre ciudadanos que comúnmente calificamos como corrupción, técnicamente no es tal, más bien son delitos perfectamente punibles en las leyes vigentes. Todas estas malas prácticas son susceptibles de querellas legales entre particulares y de castigar.
Pero cuando entramos al ámbito de la ley y la justicia en donde las autoridades son las encargadas de hacerlas y aplicarlas si podemos hablar de corrupción lisa y llana.
Si México es tan corrupto, como dice Transparencia Internacional, quien es entonces quien debe liderar el cambio, la transformación.
Se nos dice repetidamente desde el gobierno, pretendiendo lavar su culpa, que para que exista corrupción tiene que haber dos, el que ofrece y el que recibe, es decir, el ciudadano civil y el funcionario gubernamental. La realidad es que esta opinión tan difundida es conceptualmente falsa porque la acción o inacción a conveniencia del actor gubernamental es el origen y objeto de la práctica corrupta.

La realidad es que en todo el mundo en todos los países a habido y siempre habrá quien intente evadir la acción de la justicia, inclinarla a su favor u obtener beneficios económicos comprando el favor de las autoridades. ¿Por qué entonces en unos países florece la corrupción y en otros no? La respuesta es muy sencilla. En los países en donde la corrupción es mínima no es porque no existan ciudadanos con la intención de burlar la ley, sino porque los funcionarios encargados de aplicarla no lo permiten y los castigos para aquellos que transigen son efectivos, duros y ejemplares.

Hace poco escuche nada menos que al presidente de la república Enrique Peña Nieto decir en televisión nacional que acabar con la corrupción en México es muy difícil porque es un asunto cultural. Nada más por esta sínica respuesta el presidente debería ser defenestrado. Su sínica respuesta implica que desde la propia presidencia de la república se solapará —por no decir se promoverá— la corrupción ya que según su propio dicho poco o nada puede hacer.

Para Enrique Peña Nieto es tan natural la corrupción porque él mismo es fruto de la corrupción. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no nace para ofrecer una opción democrática a la ciudadanía sino para controlarla mediante el reparto de favores a sus líderes. Desde el más modesto jefe seccional hasta los más altos cargos, todos han sido receptores del reparto de beneficios. Escalar jerarquías hasta ser premiados con un puesto en la estructura gubernamental fue el sistema instalado durante 70 años. El aforismo o máxima de todo integrante del PRI y de su sistema fue y parece vuelve a ser “No me des, nomás ponme donde hay…que de agarrar yo me encargo” y en la ciudadanía en general se hizo común la ingeniosa ocurrencia “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” que no significaba otra cosa que estar fuera de la nómina gubernamental es estar jodido. Pero la corrupción fue solapada, promovida y ampliamente aprovechada por los más encumbrados personajes, no obstante a ello, se convirtieron como aberrantes ejemplos, en figuras veneradas por el PRI. El representante más señero de esta élite, no por único sino porqué alardeó sin tapujos de su fortuna, fue el profesor Carlos Hank González, quien de ostentarse un modesto profesor — que no lo era— acumuló una inmensa fortuna al amparo del poder, gobernó el Estado de México y se le atribuye el liderazgo de una especie de cofradía llamada Grupo Atlacomulco de donde se ha presumido la designación de los gobernadores del Estado de México desde la década de los 40 y cierta influencia para la elección de candidatos a la presidencia de la república. A este personaje se le atribuye la frase “Un político pobre es un pobre político”. En esta línea de corrupción se inserta el propio Enrique Peña Nieto quien fue a su vez gobernador del Estado de México y ahora presidente de la república, es decir tiene su origen en el Grupo Atlacomulco. Es pues la corrupción un aluvión, que bien ha permeado en la sociedad y tiene su punto de partida en los más altos cargos de la nación.
“Primero mátalos y después averiguas” fue una frase atribuida al presidente Porfirio Díaz, la cual manifiesta el máximo desprecio posible a la ley y la justicia. Posteriormente, fue adoptada en su hacer cotidiano por el anterior forajido y después líder de la revolución Francisco Villa. Como herencia maldita de esta máxima, aún hasta nuestros días, se encarcela sin el menor reparo a gente inocente sin tener la menor prueba real de culpabilidad dejando en el inculpado encarcelado la carga de la prueba de su inocencia.
“Carrancear” fue una palabra adoptada por el pueblo como sinónimo del robo descarado de los bienes de la nación durante el periodo del presidente Venustiano Carranza, quien fue asesinado como resultado de las luchas por el poder en su huida para establecer su gobierno en Veracruz.
“Nadie resiste un cañonazo de 50,000 pesos” sinónimo de la mayor indecencia posible, fue la expresión del General Álvaro Obregón, quien fuera presidente de México y a quien se atribuye la maquinación del asesinato de Venustiano Carranza.
“Es el orgullo de mi nepotismo” dijo el presidente José López Portillo cuando designó a su hijo como subsecretario de programación y presupuesto. Costumbre despótica nada extraña, más bien común, aceptada y ejercida por todos los presidentes de la república y por todos los funcionarios públicos desde el más alto hasta el más bajo nivel. Es bien sabido como Benito Juárez dio empleo a toda su parentela y siguiendo su ejemplo, así ha sido hasta la fecha.
Pero la corrupción más nefasta, la práctica que ha podrido hasta las entrañas a la nación entera y que nulificó totalmente los poderes legislativo y judicial, es la que instauró Álvaro Obregón abrogándose el poder de la designación de su sucesor en la presidencia de la república desde 1924. Quien en aquel momento recibió el beneplácito fue Plutarco Elías Calles. De ese momento hasta 1994 todos los presidentes de México fueron designados en forma personalísima por sus antecesores y cada uno de ellos en forma similar fue el gran elector de todos los gobernadores y estos a su vez de todos los presidentes municipales. Las elecciones pasaron a hacer un simple remedo democrático. A través de la coerción, el fraude o la violencia siempre ganaron los designados por el presidente. El propio gran santón de la revolución, el General Lázaro Cárdenas jamás hubiera sido presidente si no fue por la designación que de él hizo Plutarco Elías Calles, que bien pudo haber escogido a otro dejando en el ostracismo histórico a Cárdenas, pero éste a su vez no pudo evitar sustraerse a la nefasta práctica corrupta y designó presidente a Manuel Ávila Camacho.
Fue tal el descaro manifiesto del uso de ésta usurpación de la voluntad ciudadana, no únicamente ilegal sino también irracional, que la mayoría de los ex presidentes en sus memorias lo han descrito. El escritor Mauricio González de la Garza en su libro Diluvio[1] nos relata del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz; "Luis Echeverría fue escogido, según palabras de don Gustavo, por silencioso, por disciplinado, por trabajador, por patriota y por anticomunista. “Si alguna vez hubiera aceptado ir a comer a su casa —y no fui para protegerlo— de seguro que jamás llega a la presidencia. Unas horas en esa casa me hubieran revelado todo lo que estuvo para mi escondido”.
¿Regresará Enrique Peña Nieto, después de doce años de habernos librado de ella, ésta nefasta costumbre? Por el bien de México espero que no.
Es mentira púes que el pueblo sea corrupto por naturaleza. La corrupción nace, se derrama y se esparce desde las más altas élites del poder. El pueblo se ve inmerso en la corrupción por necesidad, por la necesidad que le impone el estado corrupto y corruptor para poder deambular por los vericuetos kafkianos de la burocracia y la justicia.

Adolfo Camacho Gómez



[1] DILUVIO (Mauricio González de la Garza) Editorial Grijalbo 1988 página 59.

viernes, 29 de agosto de 2014

MÉXICO LIBERAL ¡QUE HORROR!


Supongo que cuando Usted se refiere en forma negativa al sistema liberal, es porque está en su contra. Luego entonces debo entender que Usted puede ofrecernos otro sistema en su lugar y en consecuencia contrario al primero.

Supongo de nuevo que no se refiere liberal a lo político sino en lo económico. Porque un país liberal en lo político, aunque suene a Perogrullo, es donde sus ciudadanos gozan de libertades plenas y creo que ni Usted ni yo podríamos escribir lo que escribimos si no viviéramos en un país políticamente liberal.

Ahora bien, vivimos, querámoslo o no en un mundo económicamente liberal. Quedan muy pocos países que en su interior son totalmente estatistas, es decir en una economía en donde todos los medios de producción y de servicios son controlados por el estado, y estos por necesidad no son liberales políticamente. Pero aún estos países, como un todo, participan y se benefician del sistema económico liberal mundial.

Si se trata de hacer una reflexión objetiva debemos preguntarnos porque quedan tan pocos países totalmente estatistas y la respuesta es muy sencilla; porque en todos aquellos en que reprimieron a sus ciudadanos todas las posibilidades de emprender se empobrecieron tanto como pueblo y como país que no les quedó más remedio que liberar el emprendimiento de sus gentes y esto no puede dar verdaderos frutos si no se insertan en el mercado mundial.

Se culpa de la pobreza de muchos países al imperialismo yanqui, pero la realidad, esto dista mucho de ser verdad.  De hecho la Unión Soviética y la China comunista se comportaron durante muchas décadas como verdaderos países imperiales, manteniendo por la fuerza bajo su control férreo a tres cuartas partes del mundo en Europa, Asia, África y América, y a otros países alineados o simpatizantes que en más o menos medida establecieron su sistema comunista. Para su desgracia, por ello, muchos de esos países siguen siendo de los más pobres. Pero hubo otros que se sacudieron el yugo comunista soviético o chino y otros que al caer las barreras que los retenían por la propia bancarrota de la Unión soviética y China migraron rápidamente al sistema liberal y se han convertido en países prósperos, muchos de ellos más que México.  Es más la propia ex Unión Soviética, ahora Rusia y China son ahora países económicamente liberales.

México no es pobre, nuestra economía ronda en la 12 y la 15 del mundo, si lo vemos de esta manera estamos entre los más ricos. México es un país profundamente desigual, pero no es debido a si se hace más o menos liberal económicamente, sino a la indolencia de los propios mexicanos que hemos dejado hacer  y deshacer a su antojo a políticos ineptos y corruptos. Hemos dejado instaurarse una burocracia dorada al más puro estilo de la nomenclatura soviética y una  aberrante partidocracia que extrae impúdicamente miles de millones de pesos, a la cual, con tristeza, he visto sumarse a quien se autonombraba adalid de la rectitud y honestidad política, Manuel López Obrador, quien a mi entender debió mantenerse incólume.  Y que este remedo de sistema político-burocrático ha atenazado el pleno emprendimiento de los mexicanos.

Por favor,  si hay otro sistema económico que no sea el liberar, el cual pueda adoptar nuestro país,  dígamelo por favor.   

Adolfo Camacho Gómez

martes, 19 de agosto de 2014

ENRIQUE PEÑA NIETO...LA MENTIRA SU FORMA DE GOBIERNO.

Marcha por la paz en Tampico, Tamaulipas, México.

Ahora Peña Nieto nos viene a decir que los asesinatos dolosos han disminuido 17%¹. Resulta que ahora él lleva su cuenta particular. Todo lo que vemos los mexicanos todos los días no cuenta. Quien en su sano juicio puede creer semejante disminución.
De nueva cuenta los medios parecen estar en el juego de Peña Nieto porque no he visto que cuestionen sus cifras como lo hacían en el sexenio de Calderón que llegaban a desmentir las cifras oficiales hasta si diferían con un solo dígito contra sus propios registros.
En el sexenio de Calderón prácticamente todos los medios llevaban al día sus propias cifras y parecía un deporte cotejarlas con el medio competidor y publicarlas a ocho columnas.
Ahora los medios dan a conocer algunos de los asesinatos y los hallazgos de tumbas clandestinas, porque es claro que no todos, y parece ser que a nadie le importa ahora llevar la cuenta exacta, ni maximizar los hechos como lo hacían en el sexenio de Calderón. Me pregunto por qué. ¿A caso los medios ya hicieron su pacto con Peña Nieto? ¿A cambio de qué? ¿O amenazados con qué?
Está más que claro que Peña Nieto de nuevo le miente al pueblo mexicano y en forma descarada manipula las cifras para tratar de justificar que no ha podido contener la criminalidad en México. Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Veracruz son solo una muestra. Y ahora el Estado de México. Estado que él gobernó y  en donde en aparente complicidad con los medios, que manejaba a su antojo, y que parece que hoy lo hace con mayor eficacia,  ocultó las verdaderas cifras de narcotráfico y criminalidad que ahí había y que ahora están saliendo a la luz inconteniblemente. Criminalidad y narcotráfico que no brotó ahora por arte de magia, existía durante el gobierno de Peña Nieto quien en vez de atacarlo lo dejó crecer a ciencia cierta, porque no se puede explicar de otra manera, con el fin de dar la falsa imagen de que en el Estado que él gobernaba no pasaba nada malo, mientras gastaba cientos de millones de pesos en publicidad en plena campaña para la presidencia desde la gubernatura que el detentaba. Ahora el actual gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, ante la incontrolable ola de criminalidad y narcotráfico que heredó, ha tenido que pedir la presencia del ejército y la policía federal.
Muy pronto Peña Nieto quedó en ridículo, ya que no le quedó otro camino que mandar al ejército y a la policía federal para contener la criminalidad y el narcotráfico, como lo había hecho Calderón, para sofocar los brotes en todos los rincones asediados de México. Hecho que durante toda su campaña gritó que no haría.

¹ El 14 de agosto Enrique Peña Nieto ha declarado que los homicidios dolosos han disminuído 27%. Conforme la realidad percibida por la ciudadanía en su vida cotidiana no puedo más que decir que solo parecen cifras alegres acompañadas de un vergonzoso silencio complice de muchos medios de comunicación.


Adolfo Camacho Gómez


sábado, 9 de agosto de 2014

EL DEMAGOGO SIEMPRE MIENTE.


El presidente del PAN y la asamblea del Distrito Federal ha propuesto aumentar los salarios por decreto.
No me sorprende que los asambleístas del PRD y el PAN hagan una propuesta de esta naturaleza porque con toda claridad se percibe que lo que menos les interesa en este momento es beneficiar al trabajador y sus familias. No de ninguna manera. Lo que les interesa en este momento es ganar escaños en la asamblea, ganar el mayor número de delegaciones y pelear por los municipios y estados en disputa en las próximas elecciones del año 2015.
Solo espero que el PRI y Enrique Peña Nieto no se enganchen y por llevar la delantera cometan el aberrante error de aumentar por decreto los salarios.
Aunque muchos mexicanos no lo recuerden, no concibo que nuestros representantes y menos el propio presidente desconozcan nuestra historia económica más reciente.
Queriendo corregir un problema económico estructural, originado básicamente por un gasto irracional, los presidentes Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel De Lamadrid y Carlos Salinas tomaron  con singular irresponsabilidad  esta medida, no una, sino dos o tres veces por año y lo único que lograron fue crear la inflación jamás imaginada en México que en lugar de ayudar al trabajador lo empobreció más. Pero las consecuencias no se quedaron ahí. Como medida compensatoria los interese subieron hasta hacer impagables las deudas. El peso se devaluaba todos los días. La caída del poder adquisitivo provocó que la producción disminuyera hasta caer en recesión.  Las deudas bancarias quedaron impagas originando su virtual quiebra. Para solucionar esta encrucijada el gobierno tuvo que recurrir al famoso rescate bancario. Una cajetilla de cigarros valía 12,000.00 pesos. Para tratar de minimizar ante los ojos de la gente esta monstruosidad se recurrió al ilusionismo de emitir billetes nuevos con una quita de 3 ceros.
Todo aquello parece muy lejano, pero la realidad es que aún estamos sufriendo sus secuelas. Por más que se quiera negar, las duras medidas económicas tomadas por Ernesto Zedillo y la disciplina financiera de los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón han puesto a México de pie nuevamente. Los políticos actuales no quieren recordar que las arcas de la nación estaban vacías al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo, quien tuvo que solicitar un préstamo de emergencia a los Estados Unidos por  50 mil millones de dólares y que el presidente Bill Clinton lo autorizó en contra de su propio congreso salvando a México de una cesación de pagos de la deuda pública.  Hoy por hoy las reservas de México son las más altas habidas en su historia y no gracias al PRI.
En la administración de Enrique Peña Nieto parece olvidarse toda aquella tragedia. Pide y se le autoriza un déficit presupuestal y un aumento en la deuda pública por arriba de lo razonable, Queriendo equivocadamente con esta medida aumentar artificialmente el crecimiento económico para cumplir su promesa del 5%. Pero ya se ve que nada se logra con esto. El crecimiento disminuye y la inflación aumenta. Entonces La tentación para el gobernante aparece como el dulce para un niño, aumentar por decreto los salarios, cerrando con esto un círculo diabólico del cual es muy difícil salir.
Las medidas demagógicas son alegremente aceptadas por el pueblo porque prometen un beneficio inmediato pero que a mediano plazo lo que entrañan es sufrimiento.
Si no se tiene la capacidad de ver en nuestra propia historia, basta voltear a Europa en la actualidad y ver a todos aquellos países que irresponsablemente se endeudaron y despilfarraron sus recursos o voltear a ver en nuestra América el infernal agujero en que se encuentran Venezuela y Argentina. Y en el que Brasil se verá inmerso si no corrige rápidamente.
México no debe perminitir más endeudamiento nacional ni presupuestos deficitarios y no debe creer de nuevo en ese demagógico engaño de gobernantes que no velan por el bienestar del pueblo sino solamente por sus propios intereses.