Es no menos que una estupidez decir que el asesinato de un candidato es un hecho aislado. Por su puesto que es un hecho aislado. No se hacen elecciones todos los días, por lo tanto no se pueden matar candidatos todos los días. Sería lo mismo que decir que el asesinato del Luis Donaldo Colosio (candidato a la presidencia en 1994) fue un hecho aislado, cuando únicamente se elige presidente cada 6 años.
Pero dicha salvedad aparte, de ninguna manera es un hecho aislado, cuando menos han asesinados 4 candidatos en este año 2015, pero ademas otros tantos han podido salir con vida de atentados contra su vida, más otros tantos que han renunciado a sus candidaturas por haber sido amenazados de muerte. Enlace a nota de Candidatos asesinados en 2015.
El asesinato de un solo candidato, no importa que sea a la más ínfima representación popular, es un atentado a la democracia del país en su totalidad.
Significa que nuestro sistema democrático está herido de muerte. Significa que no somos capaces de llevar a buen término el principio que nos une como república.
Friederich Nietzsche decia: "Pero la sangre es el peor testimonio de la verdad; la sangre envenena la más pura doctrina y la cambia en locura y odio de los corazones"
Eruviel Ávila es un heredero de la corrupción más refinada que existe en este país. Tratar de minimizar el asesinato de un candidato a elección popular diciendo que es un hecho aislado, es un acto de cobardía, es no querer enfrentar el hecho de que en su gobierno, como en los gobiernos de los Estados vecinos, el estado de derecho está resquebrajado porque la delincuencia organizada y el narcotráfico han sentado sus reales en ese Estado.
No señor Eruviel Ávila, el asesinato de uno solo de los candidatos a elección popular, es el principio de la muerte de la democracia en este país. Así de importante es.
Adolfo Camacho Gómez
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