Foto: Presidencia. Publicada por Forbes México. |
Ahora la Guardia Nacional (GN) es el ejército o el ejército es la Guardia
Nacional, son una sola institución, ya no hay diferencia entre uno u otro.
Haría, supuestamente, las labores policiacas que correspondían a la Policía
Federa (PF), entre ellas; combatir al crimen organizado, lavado de dinero,
delitos financieros, etc., pero en la práctica, también la vigilancia del orden
público y prevención del delito como lo ha venido haciendo hasta ahora.
La GN es una policía (En la definición generalmente aceptada) supra
estatal, es decir está por encima de las policías estatales y municipales, y
así actuará cuando por si misma decida que, los delitos que persigue son de su
competencia.
Definición generalmente aceptada de policía:
“Es una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la
seguridad de los ciudadanos mediante distintas herramientas cívicas y sociales,
entre las cuales, el uso de la fuerza sería la última herramienta llevada cabo
para establecer el orden público”.
El objetivo de López Obrador de tener el control policiaco nacional
viene de hace tiempo y no, no lo mueve brindar una mejor seguridad a los
ciudadanos, lo mueve una obsesión desmedida de poder. Lo puso en marcha desde
que llegó a la presidencia mediante una constante denigración de la PF calificándola
de corrupta y amafiada con el crimen organizado. ¿Había algo de verdad en lo
que denunciaba? Cierto, la había, pero no menos que en el ejército, pero ¿Por
qué se podía saber lo que sucedía en la Policía Federal y no en el ejército?
Para contestar esta pregunta tenemos que entender uno de los cambios de
importancia fundamental al adscribir la GN al ejército. Pero antes hay que
anotar que desde el momento en que López Obrador hizo el cambio de PF a GN, no
fue solo de nombre, su propósito fue no dejar ni vestigios de lo que fue la PF,
se deshizo o relegó desde los altos mandos hasta los elementos de tropa y los
sustituyó por soldados y militares. Pues bien, al ser la GN y el ejército
jurídicamente lo mismo, quedan bajo el fuero militar, es decir, todos los
delitos que cometan los integrantes de la GN, salvo los del fuero común (En los
hechos ni estos), serán juzgados por el fuero militar, es decir dentro de la
esfera castrense. Por decirlo de otra forma, todo queda en la oscuridad de los
cuarteles. No es difícil, ahora, entender porque ha sido tan difícil saber la
participación del ejército en el caso Ayotzinapa y como las policías civiles
son materia de los jueces civiles, si podíamos saber de todas o casi todas de
las corruptelas de la PF, pero de las del ejército, que las hay, nada.
No es necesario ir al pasado, que larga historia de excesos del ejército
hay, hace apenas unos pocos días un soldado mato a una niña en Nuevo Laredo. Al
día siguiente, López Obrador, se apresuró a justificar al ejército, diciendo
que fue un accidente en un encuentro cruzado entre el ejército y el crimen
organizado, sin haberse siquiera iniciado la investigación correspondiente.
Pero la madre de la niña y testigos, de inmediato refutaron su dicho, fue un
ataque directo al automóvil que conducía la mamá. No debe de extrañarnos, es lo
que el ejército hace, para eso están entrenados, primero disparan, no tienen
instrucción policiaca y la GN tampoco, son soldados. Ahora bien ¿Alguien sabe
dónde está el soldado que cometió el crimen? ¿Fue consignado ante el ministerio
público del Estado de Tamaulipas? Nada de nada.
Pero si un ciudadano común y corriente o un policía civil hubiera
cometido tan horrendo crimen, ya estaría detenido, más ahora con la detención
oficiosa que tanto defiende el presidente. Así ha sido y así será tratándose de
delitos cometidos por las milicias y ahora la GN que, jurídicamente son lo
mismo.
Cuando se habla de una Guardia Nacional militarizada, se entiende que
está compuesta por soldados, comandada por militares y ser también parte del
ejército.
Una policía civil está conformada por civiles con entrenamiento en
academias civiles, que son instruidos en el debido proceso, respeto de todos
los derechos ciudadanos y especialmente de los derechos humanos. No es lo mismo
policías civiles entrenados en academias con disciplina militar, que militares
en uniforme de policías.
Los soldados como tales o los soldados con uniformes de policías no
están entrenados para actuar en un ambiente civil, de ahí la larga lista de
violaciones de los derechos humanos. “De 2020 a mayo de 2022 la Guardia
Nacional suma un total de 1,056 quejas ante la CNDH, mientras que, en el mismo
lapso, la SEDENA suma 964”. Información publicada por el Portal del El
Economista el 30 de junio de 2022.
Derechos humanos de las ONU condenó la adscripción de la GN al ejército,
“Las fuerzas de seguridad deberían estar subordinadas a las autoridades
civiles”, publicó en su portal el 9 de septiembre de 2022.
Solo dejar anotado que los constitucionalistas opinan que la ley
promovida por López Obrador para adscribir la GN al ejército es contrario a lo
mandatado en la constitución. Si es así, particulares o partidos políticos
podrán impugnarlo ante la Suprema Corte de la Nación, pero esto podría llevar
meses incluso años.
Todo estaría bien si la GN respetara los derechos humanos de los
ciudadanos, que López Obrador no la utilice como una fuerza de intimidación o
en forma facciosa, pero la forma de actuar de López, que hasta ahora ha
mostrado, no nos augura nada bueno.
La realidad.
López Obrador prometió que desde su primer día de gobierno terminaría la
violencia en las calles, para ello pondría en acción su estrategia de “abrazos
no balazos”, pero no presentó ningún detalle de ella. En los hechos nos dimos
cuenta que se trataba de no combatir al crimen organizado con toda la fuerza
del Estado, es decir, esperaba que los criminales, al ver que su gobierno no
los combatía se portarían bien. Hubo mil voces que señalaron que eso era una
ingenuidad, pero López persistió en su idea.
No fue necesario esperar mucho, desde el primer mes de su gobierno los
asesinatos aumentaron, pero también las extorsiones, secuestros, cobro de piso,
robo de combustibles, robo de mercancías para obligar a pequeños comerciantes a
comprárselas bajo amenaza de muerte o quemar sus negocios, intervención del
crimen organizado en la producción de productos agrícolas y minerales. Un
estudio del Departamento del Interior de Estados Unidos señaló que el crimen
organizado controlaba ya más del 30% del territorio nacional. En resumen, su
estrategia fue un desastre.
López Obrador descargó su ineptitud en la PF, que desde un principio la
venia tachando de inútil y corrupta. En 2020 decidió poner en práctica su vieja
idea, desapareció la PF e inauguró su flamante GN.
Para frustración de López, a tres años de operación la GN no ha resuelto
nada, y jamás dará resultados si no cambia su política de “abrazos no balazos”
y se decide a combatir la delincuencia con toda la fuerza del Estado.
Tal vez, al ciudadano común poco le importe donde esté adscrita la GN
(que no es asunto menor), si ésta estuviera dando los resultados que de ella se
espera, pero por desgracia, hasta hoy los resultados no se ven por ningún lado y López no cambiará de idea. Se especula, y algunos
diputados y senadores de oposición lo han afirmado, que López Obrador pactó con
el crimen organizado desde antes de su elección y esa connivencia se puso de
manifiesto en las elecciones intermedias de 2021.
La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿Si López no creó la GN para
combatir con todo su poder la violencia y el crimen organizado, entonces para
que la creó? Las opiniones empiezan a fluir y lo que se vislumbra es ominoso.
El ejército no es una buena institución para la formación de policías. Los policías deben recibir instrucción en academias especializadas en ésta profesión. López Obrador desperdició un recurso valioso en su plan de universidades Benito Juárez, que han resultado ser menos que "patito". Ese esfuerzo pudo haber sido dedicado a construir una muy buena academia de policía en cada Estado de la república, donde se formaran verdaderos profesionales del trabajo policiaco con una uniformidad de criterios académicos, que además proporcionara extensiones educativas en todo tipo de disciplinas forenses para aquellos que desearan obtener grados educativos más altos. En mi opinión, mientras la educación policiaca no se vea con seriedad por nuestras autoridades, los resultados estarán cada vez más lejos.
Pobre México, la esperanza que millones de mexicanos depositaron en López se ha ido al caño, López le ha fallado a México en todo; economía, salud,
educación y por supuesto seguridad. Es necesario que esos millones de
ciudadanos despierten de su letargo, se den cuenta que enfrente de todos hay
una profunda barranca a la que López está precipitando el país y en las próximas
elecciones lo echen fuera, junto con su partido Morena y su estúpida cuarta
transformación.
Adolfo
Camacho Gómez