Mexicali, B. C.

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domingo, 11 de septiembre de 2022

LA GUARDIA NACIONAL Una idea nacida de la mente de un individuo delirante.

 

Foto: Presidencia. Publicada por Forbes México.

Ya no existe una policía nacional en México. Quien cumplirá esta función en adelante será el ejército.

Ahora la Guardia Nacional (GN) es el ejército o el ejército es la Guardia Nacional, son una sola institución, ya no hay diferencia entre uno u otro. Haría, supuestamente, las labores policiacas que correspondían a la Policía Federa (PF), entre ellas; combatir al crimen organizado, lavado de dinero, delitos financieros, etc., pero en la práctica, también la vigilancia del orden público y prevención del delito como lo ha venido haciendo hasta ahora.

La GN es una policía (En la definición generalmente aceptada) supra estatal, es decir está por encima de las policías estatales y municipales, y así actuará cuando por si misma decida que, los delitos que persigue son de su competencia.

Definición generalmente aceptada de policía:

“Es una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos mediante distintas herramientas cívicas y sociales, entre las cuales, el uso de la fuerza sería la última herramienta llevada cabo para establecer el orden público”.

El objetivo de López Obrador de tener el control policiaco nacional viene de hace tiempo y no, no lo mueve brindar una mejor seguridad a los ciudadanos, lo mueve una obsesión desmedida de poder. Lo puso en marcha desde que llegó a la presidencia mediante una constante denigración de la PF calificándola de corrupta y amafiada con el crimen organizado. ¿Había algo de verdad en lo que denunciaba? Cierto, la había, pero no menos que en el ejército, pero ¿Por qué se podía saber lo que sucedía en la Policía Federal y no en el ejército?

Para contestar esta pregunta tenemos que entender uno de los cambios de importancia fundamental al adscribir la GN al ejército. Pero antes hay que anotar que desde el momento en que López Obrador hizo el cambio de PF a GN, no fue solo de nombre, su propósito fue no dejar ni vestigios de lo que fue la PF, se deshizo o relegó desde los altos mandos hasta los elementos de tropa y los sustituyó por soldados y militares. Pues bien, al ser la GN y el ejército jurídicamente lo mismo, quedan bajo el fuero militar, es decir, todos los delitos que cometan los integrantes de la GN, salvo los del fuero común (En los hechos ni estos), serán juzgados por el fuero militar, es decir dentro de la esfera castrense. Por decirlo de otra forma, todo queda en la oscuridad de los cuarteles. No es difícil, ahora, entender porque ha sido tan difícil saber la participación del ejército en el caso Ayotzinapa y como las policías civiles son materia de los jueces civiles, si podíamos saber de todas o casi todas de las corruptelas de la PF, pero de las del ejército, que las hay, nada.

No es necesario ir al pasado, que larga historia de excesos del ejército hay, hace apenas unos pocos días un soldado mato a una niña en Nuevo Laredo. Al día siguiente, López Obrador, se apresuró a justificar al ejército, diciendo que fue un accidente en un encuentro cruzado entre el ejército y el crimen organizado, sin haberse siquiera iniciado la investigación correspondiente. Pero la madre de la niña y testigos, de inmediato refutaron su dicho, fue un ataque directo al automóvil que conducía la mamá. No debe de extrañarnos, es lo que el ejército hace, para eso están entrenados, primero disparan, no tienen instrucción policiaca y la GN tampoco, son soldados. Ahora bien ¿Alguien sabe dónde está el soldado que cometió el crimen? ¿Fue consignado ante el ministerio público del Estado de Tamaulipas? Nada de nada.

Pero si un ciudadano común y corriente o un policía civil hubiera cometido tan horrendo crimen, ya estaría detenido, más ahora con la detención oficiosa que tanto defiende el presidente. Así ha sido y así será tratándose de delitos cometidos por las milicias y ahora la GN que, jurídicamente son lo mismo.

Cuando se habla de una Guardia Nacional militarizada, se entiende que está compuesta por soldados, comandada por militares y ser también parte del ejército.

Una policía civil está conformada por civiles con entrenamiento en academias civiles, que son instruidos en el debido proceso, respeto de todos los derechos ciudadanos y especialmente de los derechos humanos. No es lo mismo policías civiles entrenados en academias con disciplina militar, que militares en uniforme de policías.

Los soldados como tales o los soldados con uniformes de policías no están entrenados para actuar en un ambiente civil, de ahí la larga lista de violaciones de los derechos humanos. “De 2020 a mayo de 2022 la Guardia Nacional suma un total de 1,056 quejas ante la CNDH, mientras que, en el mismo lapso, la SEDENA suma 964”. Información publicada por el Portal del El Economista el 30 de junio de 2022.

Derechos humanos de las ONU condenó la adscripción de la GN al ejército, “Las fuerzas de seguridad deberían estar subordinadas a las autoridades civiles”, publicó en su portal el 9 de septiembre de 2022.

Solo dejar anotado que los constitucionalistas opinan que la ley promovida por López Obrador para adscribir la GN al ejército es contrario a lo mandatado en la constitución. Si es así, particulares o partidos políticos podrán impugnarlo ante la Suprema Corte de la Nación, pero esto podría llevar meses incluso años.

Todo estaría bien si la GN respetara los derechos humanos de los ciudadanos, que López Obrador no la utilice como una fuerza de intimidación o en forma facciosa, pero la forma de actuar de López, que hasta ahora ha mostrado, no nos augura nada bueno.

La realidad.

López Obrador prometió que desde su primer día de gobierno terminaría la violencia en las calles, para ello pondría en acción su estrategia de “abrazos no balazos”, pero no presentó ningún detalle de ella. En los hechos nos dimos cuenta que se trataba de no combatir al crimen organizado con toda la fuerza del Estado, es decir, esperaba que los criminales, al ver que su gobierno no los combatía se portarían bien. Hubo mil voces que señalaron que eso era una ingenuidad, pero López persistió en su idea.

No fue necesario esperar mucho, desde el primer mes de su gobierno los asesinatos aumentaron, pero también las extorsiones, secuestros, cobro de piso, robo de combustibles, robo de mercancías para obligar a pequeños comerciantes a comprárselas bajo amenaza de muerte o quemar sus negocios, intervención del crimen organizado en la producción de productos agrícolas y minerales. Un estudio del Departamento del Interior de Estados Unidos señaló que el crimen organizado controlaba ya más del 30% del territorio nacional. En resumen, su estrategia fue un desastre.

López Obrador descargó su ineptitud en la PF, que desde un principio la venia tachando de inútil y corrupta. En 2020 decidió poner en práctica su vieja idea, desapareció la PF e inauguró su flamante GN.

Para frustración de López, a tres años de operación la GN no ha resuelto nada, y jamás dará resultados si no cambia su política de “abrazos no balazos” y se decide a combatir la delincuencia con toda la fuerza del Estado.

Tal vez, al ciudadano común poco le importe donde esté adscrita la GN (que no es asunto menor), si ésta estuviera dando los resultados que de ella se espera, pero por desgracia, hasta hoy los resultados no se ven por ningún lado y  López no cambiará de idea. Se especula, y algunos diputados y senadores de oposición lo han afirmado, que López Obrador pactó con el crimen organizado desde antes de su elección y esa connivencia se puso de manifiesto en las elecciones intermedias de 2021.

La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿Si López no creó la GN para combatir con todo su poder la violencia y el crimen organizado, entonces para que la creó? Las opiniones empiezan a fluir y lo que se vislumbra es ominoso.

El ejército no es una buena institución para la formación de policías. Los policías deben recibir instrucción en academias especializadas en ésta profesión. López Obrador desperdició un recurso valioso en su plan de universidades Benito Juárez, que han resultado ser menos que "patito". Ese esfuerzo pudo haber sido dedicado a construir una muy buena academia de policía en cada Estado de la república, donde se formaran verdaderos profesionales del trabajo policiaco con una uniformidad de criterios académicos, que además proporcionara extensiones educativas en todo tipo de disciplinas forenses para aquellos que desearan obtener grados educativos más altos. En mi opinión, mientras la educación policiaca no se vea con seriedad por nuestras autoridades, los resultados estarán cada vez más lejos. 

Pobre México, la esperanza que millones de mexicanos depositaron en López se ha ido al caño, López le ha fallado a México en todo; economía, salud, educación y por supuesto seguridad. Es necesario que esos millones de ciudadanos despierten de su letargo, se den cuenta que enfrente de todos hay una profunda barranca a la que López está precipitando el país y en las próximas elecciones lo echen fuera, junto con su partido Morena y su estúpida cuarta transformación.

Adolfo Camacho Gómez  

viernes, 9 de septiembre de 2022

LOS APAGONES: ¡Saquen las velas!

Cierto, en sexenios anteriores había apagones, siempre los ha habido, son inevitables, pero jamás como los hay en este sexenio Morenista de la cuarta transformación y jamás mintiendo descaradamente sobre sus casusas como lo hacen ahora, pero solo cuando se dignan, los funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a dar una explicación, porque en la gran mayoría de los casos simplemente los usuarios, sus clientes, sean hogares, comercios o industrias no les merecen una mínima atención.

Si en los hogares o comercios los víveres se pierden por falta de refrigeración o los aparatos truenan por las fluctuaciones del voltaje, o las industrias tienen que parar su producción, a la CFE no le importa. Cada hogar, cada comercio, cada industria tienen que cargar con sus pérdidas. Pero tampoco les importa si un enfermo se agrava por el sofocante calor o si está conectado a un generador de oxígeno y éste se apaga por falta de energía eléctrica.

Aquí vale la pregunta ¿Qué actitud tomaría el gobierno si el suministrador directo de energía eléctrica fuera una empresa privada, ante fallas tan evidentes como las que se están viviendo actualmente? La respuesta no tiene duda, el gobierno actuaría con toda su fuerza contra dicha empresa, le impondría cuantiosas multas, la obligaría a resarcir los daños y la amenaza de cancelar la concesión pendería como una espada de Damocles.

Ahora bien ¿Por qué los apagones?

Desde las reformas estructurales del sexenio anterior presidido por Enrique Peña, empresas privadas pudieron entrar a la generación de energía eléctrica, por una parte, en la modalidad de generadores, (En la Ley quedó el monopolio de la portación para la CFE), que venden la energía eléctrica a la CFE quien la distribuye a hogares, comercios e industrias. Fue un buen negocio para la CFE porque adquirió el KW a un precio más barato debido a la eficiencia del privado y el margen de utilidad de la CFE creció, en contra posición de la empresa estatal que por sus ineficiencias tiene costos de generación tres o cuatro veces más alto que las empresas privadas. En general, López Obrador aborrece la empresa privada, pero lo que al presidente López Obrador realmente lo enfureció, fue la otra modalidad. Ésta consiste en que una industria o un grupo de industriales pueden asociarse y generar electricidad para autoconsumo mediante la construcción de plantas de energía solar o eólica por empresas nacionales o extranjeras especialistas en el ramo y utilizar a la CFE solamente como el porteador de la energía eléctrica generada, por supuesto mediante el pago del porteo. Esto, obviamente, le quitó protagonismo en la industria a la CFE y clientes de alto consumo. Esto, para López, fue perder la soberanía del país, porque para él la energía eléctrica debe ser generada única y exclusivamente por el Estado. Una idea trasnochada que en la actualidad no tiene ningún sentido. Se ha demostrado una y otra vez en el mundo que los gobiernos son pésimos administradores. Vayan solo dos ejemplos, CONASUPO fue un fracaso y un nido de corrupción, pero la versión Morenista SEGALMEX, que prometían sería un ejemplo de eficiencia y pulcritud, solo en 3 años es un fracaso y un nido de corrupción.  

Las ideas de López Obrador, ancladas en la década de los cincuenta del siglo pasado, cuando el Estado Mexicano monopolizaba casi todo, no le permite vislumbrar que después de 70 año el mundo ha cambiado y México con él. México ahora forma parte de la zona económica más importante del mundo mediante el tratado de libre comercio de Estados Unidos, Canadá y México, desde el 1 de enero de 1994 y su renovación en 2020. Es bien conocida la aberración que profesa López Obrador contra la empresa privada; durante su campaña hacia los comicios del 1 de julio de 2018, en varias ocasiones se refirió a los empresarios como “traficantes de influencias y beneficiarios de la corrupción” y en el cierre general de empresas durante la pandemia, cuando la mayoría de los países ayudaban a sus empresarios con la finalidad de proteger los empleos, López Obrador expresó “si tienen que quebrar, que quiebren”, por desgracia así fue y se perdieron millones de empleos, que a la fecha no se han recuperado.

López Obrador enfiló sus baterías contras los OXXOS propiedad de la empresa FEMSA, que autogenera buena parte de la electricidad necesaria para operar sus tiendas, dejando a la CFE sólo el premio del porteo, y contra IBERDROLA, empresa española dedicada la construcción de plantas generadoras electricidad en todas sus modalidades. Pero también contra la empresa BIMBO quien igualmente se autoabastece de energía eléctrica, de hecho, esta última, acaba de anunciar la adquisición de 2000 unidades eléctricas de reparto para la distribución de sus productos. Estas empresas mexicanas, quienes se asociaron con empresas internacionales que en el mundo se dedican a la instalación de plantas de energía solar o eólica, le sirvieron de blanco de sus odios, acusándolas de todo tipo de barbaridades en contra del “pueblo”, con el fin de hacer realidad su delirante idea de un pasado que ya no existe, que sea CFE la única generadora de energía eléctrica en el país.

Para lograr este plan se propuso poner en operación las plantas generadoras de electricidad propiedad de CFE que estaban paradas porque operaban con carbón o combustóleo y reacondicionar las que ya estaban en operación, así mismo las hidroeléctricas, para aumentar su generación. Pero los expertos inmediatamente hicieron ver que aún si consiguiera poner en operación todas las plantas de la CFE al 100%, por si sola, era incapaz de proporcionar toda la electricidad que el país necesita, mucho menos el aumento de demanda por el crecimiento normal de la población, del comercio y la industria. Pero además estas plantas que generan electricidad a base de carbón y combustóleo implican un obstáculo para las empresas que exportan a Estados Unidos y Canadá, ya que el tratado de libre comercio establece que la producción de esas empresas debe estar libre de la huella de carbono, es decir, el consumo de la energía eléctrica sucia que produce la CFE podría impedir exportar sus productos a esos países.

Para hacer realidad su delirio, López Obrador, dio la irracional orden de ir paulatinamente desconectando de la red eléctrica nacional a las plantas generadoras extranjeras privadas, no renovando sus contratos de suministro o cancelando los permisos para su operación. Por supuesto que esto iba a ocasionar apagones y lo fue, la población los sufre a diario. ¿Le importa a López? Para nada, más parece que su intención es que la población se acostumbre a los apagones y empiece a verlos como cosa normal. Así fue en Venezuela, y miren a ahora a ese pobre pueblo que sufre apagones no de horas sino de días.  

Es por demás decir que la instalación de plantas generadoras de electricidad privadas, tanto de ciclo combinado, como solares y eólicas, puso de manifiesto la ineficiencia de la CFE, al producir energía eléctrica más barata y limpia, contra la de CFE más cara y sucia. Usted se preguntará ¿Qué no es mejor para todos, generar electricidad más barata y limpia? Pues sí, pero dígaselo a López, a ver si le hace caso.

La otra causa de los apagones, es la falta de mantenimiento de las plantas de CFE. Es de todos conocido, que López privilegia sobre todas las cosas, sus proyectos faraónicos y sus programas sociales clientelares, que es a donde canaliza todos los recursos que puede, dejando en los huesos todo lo demás. Para lograrlo disminuyó al mínimo el gasto o inversión en todo aquello que para él es superfluo, incluso la salud de los mexicanos. Una de tantas cosas que López no entiende es que todo necesita mantenimiento; carreteras, hospitales, escuelas, edificios gubernamentales, unidades de transporte y por supuesto, las plantas generadoras de energía eléctrica. De poco sirve rehabilitar las plantas cerradas o ampliar la capacidad de las operantes, si no se les da el mantenimiento diario necesario, porque tarde o temprano van a fallar, y ya lo estamos viendo, están fallando.

“México tendrá apagones en 1 o 2 años por falta de inversiones: empresarios”, publicó el portal de El Financiero el pasado 21 de abril. Tal vez debieron agregar, peores o más intensos a los que ya estamos padeciendo.

Veamos otro aspecto; el tratado de libre comercio, México, Estados Unidos y Canadá, firmado por el propio López Obrador, establece que los países firmantes deberán dar trato igual a todas las empresas, sean nacionales o extranjeras y es claro que las ideas trasnochadas de López prevalecieron al dar trato desigual a las empresas generadoras de energía extranjeras lo que devino en que tanto Estados Unidos como Canadá pusieran en marcha el mecanismo de solución de controversias que el propio tratado prevé. Habiendo llegado a este punto, si López persiste en su sinrazón y no se logra ningún acuerdo, se establecerán sanciones comerciales contra México, que pueden llegar a ser desde imposición o aumento de aranceles sobre algunos productos de exportación o hasta el cierre de la frontera de sus países para algunos otros productos mexicanos. Y como siempre los más afectados serán los más pobres.

Resumiendo; la CFE en la actualidad no es capaz de generar toda la energía eléctrica que requiere el país. La CFE produce energía eléctrica cara y sucia. La CFE es una empresa ineficiente que pierde dinero y que, si bien algunas regiones del país se benefician de tarifas subsidiadas, al final las pérdidas las pagamos todos los mexicanos con nuestros impuestos. El gobierno de México equivoca su estrategia al tratar de poner en operación plantas que hace años están paradas, en lugar de asignar esos escasos recursos a la construcción de plantas solares o eólicas que generan electricidad más barata y limpia o le que es mejor, invitar a empresas nacionales o extranjeras que inviertan en la instalación de plantas solares o eólicas y así poder destinar esos recursos a cosas más esenciales como por ejemplo en medicamentos. El gobierno mexicano, por lo que se alcanza a apreciar en sus finanzas públicas, no tiene los recursos para construir la infraestructura necesaria para garantizar el suministro de electricidad cuando menos para la década próxima.

A López Obrador le quedan escasos dos años para concluir su administración, en ese lapso poco podrá hacer para revertir la precariedad de la infraestructura de generación eléctrica del país. Por lo que el titular de El Financiero, mencionado anteriormente, se quedó corto, los apagones, no solo se prolongarán por 1 o 2 años, sino que se extenderán por muchos más, si la nueva administración no hace lo necesario para corregir la situación imperante y echa a la basura las ideas trasnochadas de López y facilita a las empresas, nacionales o extranjeras, especializadas en la generación de electricidad solar, eólica o de ciclo combinado, instalar plantas donde cada una de las modalidades sea más adecuada.

Pero hay algo más; la generación de electricidad a base de carbón o derivados del petróleo está muriendo en el mundo. Las plantas de ciclo combinado a base de gas natural sustituyen a aquellas por ser menos contaminantes y las de energía solar y eólica marcan la pauta. Pero todas ellas, en el tiempo, darán paso a la energía nuclear que ha demostrado ser la más barata, la más limpia y la que mejor continuidad tiene.

Reactores nucleares operando en el mundo y porcentaje de la electricidad que generan para cada país:

Fuente: Ministerio para la transición
ecológica. España
447 reactores nucleares generan actualmente el 11% de la electricidad en el mundo, pero países como Francia obtienen el 71.6% de su consumo total. En ese país se dice en broma o en serio que cada francés vive a no más de 200 kilómetros de un reactor nuclear. Estados Unidos el país que más rectores tiene en operación solo obtiene el 20% de sus requerimientos. Alemania cometió el error, a raíz del accidente de Fukushima, de apagar 30 de sus reactores y hoy está sufriendo por su dependencia del gas natural ruso. En este año se encuentran en construcción 58 nuevos reactores para generación de electricidad en el mundo, 16 de ellos en China y 8 en India. Si todo ello no nos dice hacia dónde se mueve el mundo estamos acabados.

Por desgracia el actual gobierno, con López Obrador a la cabeza, no tiene visión de futuro. Gobierna viendo sus narices, el futuro del país no le interesa, solo lo mueve la ambición de mantener el poder. Desprecia la ciencia y condena el futuro de millones de niños imponiendo una educación mediocre e inculcando en esta generación un desprecio por la superación personal.

López Obrador, en lugar de impulsar al país hacia el uso de nuevas tecnologías para producir electricidad más barata, más limpia y más estable, da un salto atrás de 30 o 40 años, volviendo al uso del carbón y el combustóleo, los más contaminantes que existen.

Espero que aún haya en México millones de ciudadanos que tengan conciencia de que ese camino es equivocado y que en todos ellos brote la fuerza para desechar la mediocridad corruptora Morenista que hoy se pavonea con la destrucción del país.

De no lograrlo, los apagones irán creciendo hasta que la oscuridad sea total.

Adolfo Camacho Gómez 

jueves, 25 de agosto de 2022

UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD, LA FALTA DE VACUNAS PARA INFANTES.

 

Respecto a la vacunación para prevenir la COVID-19, en México, al día 21 de agosto de 2022 según Our World in Data se han aplicado 231 millones de dosis, ahora bien; Si México tiene 130 millones de habitantes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que para que la población esté totalmente protegida se requiere la aplicación de 2 primeras dosis y una tercera como refuerzo (Aunque en algunos países ya se está aplicando la cuarta dosis). Lo anterior significa que para lograr ese estándar se hubieron de aplicar 390 millones de dosis, es decir en México hasta ahora solo se ha protegido totalmente al 68% de la población. En la población parcialmente o totalmente desprotegida están principalmente los niños menores de 17 años. Sin contar que la propia OMS recomienda que se aplique una 4ta. Dosis a toda la población y que en adelante deberá ser de aplicación anual como la de la influenza.

En el mundo la población completamente vacunada se promedia en 62.9%. Entonces, si México supera el promedio: ¿Por qué la mortalidad ha sido muy superior al promedio mundial?

El dato más reciente (Oficial) de muertes por COVID-19 en México es 328,871, el 4to. Lugar en el mundo, que de suyo es vergonzoso. Ya es de sobra sabido la negligencia con que se enfrentó en México el inicio de la pandemia, se minimizó desde el mismísimo presidente. Y las mentiras de su vocero Hugo López-Gatell fueron criminales por la desorientación que generaron en la población. Tanto el presidente como su vocero dijeron que el sistema de salud estaba preparado para afrontar la pandemia. La realidad fue trágicamente distinta: La capacidad hospitalaria fue insuficiente, el personal médico no tuvo a su disposición los elementos de protección ni los insumos necesarios para hacer con eficiencia su trabajo, ésto provocó que nuestro país alcanzara el deshonroso primer lugar mundial en muertes del sector salud, pero también hubo falta de los vitales ventiladores y la ya falta crónica de medicamentos. Los muertos se acumularon en las morgues, se impidió a sus familiares asistirlos en su muerte, los ingresaron vivos a los hospitales y los recibieron muertos sin poder despedirse de ellos. Los crematorios fueron insuficientes y en los cementerios tuvieron que hacer cola para sepultar a sus deudos.

La OMS, INEGI y UNAM han determinado que el número de muertes en exceso en México a la fecha es de 877,824 personas. Esto significa que millones de niños quedaron huérfanos de padre, madre o ambos. Esta tragedia al gobierno no le interesa, niños que de por vida tendrán que valerse por sí mismos. O ser recogidos amorosamente por sus tíos y abuelos. Porque a la fecha no se sabe de un organismo que esté atendiendo esta tragedia, no saben quiénes son ni dónde están. Pero la pandemia no ha terminado, las muertes siguen, si bien son menos en relación de los picos más altos, éstas no cesan y se debe a que faltan millones de ser totalmente vacunados, porque dígase lo que se diga, aún no se ha logrado la total vacunación de la población. No obstante que las muertes por COVID-19 siguen ocurriendo, el presidente López Obrador recientemente ha dado por terminada la pandemia. En su mente delirante cree que con su sola palabra terminará, esa actitud es propia de un demente o de un sínico populista.

Es claro que la altísima cantidad de fallecidos a consecuencia del Covid-19 y el exceso de mortalidad se debió a la deficiencia criminal en la compra oportuna de vacunas por la idea equivocada de López Obrador de un falso ahorro y en la casi nula compra general de medicamentos y por supuesto de vacunas. Éstas llegaron a nuestro país muy tarde y en cantidades muy menores para la urgente necesidad, cuando miles de mexicanos ya habían muertos. Y cuando llegaron se administraron con tintes políticos a cuenta gotas. México hizo el papel de pordiosero, pidiendo favores aquí y allá. Las vacunas nunca llegaron con oportunidad en cantidades suficientes, y esa falta de vacunas oportunas el pueblo lo sufrió poniendo los muertos.

La tragedia se pudo evitar. Dinero había suficiente, pero López Obrador se dejó engañar, o lo hizo a sabiendas, sabía que la pandemia iba a ser una enfermedad muy peligrosa, pero lo dejó pasar, prefirió invertir los recursos en sus grandes obras, por demás inútiles, en lugar de preparar al país con insumos, medicamentos, contratación de médicos, ventiladores, etc., tuvo tiempo, mucho tiempo, pero no lo hizo.

Todo el pueblo espera que llegue el tiempo en que Hugo López-Gatell esté tras las rejas, si no que también el presidente López Obrador

Pero hay algo tan grave o más que lo anterior, no tiene nombre. La criminal falta de vacunas del cuadro básico para recién nacidos. De enero a marzo de 2021 solo se vacunó con esquema completo al 13.0% de los niños recién nacidos.











En México hace 30 años se dio por erradicada la poliomielitis, pero la vacuna sigue vigente en la cartilla nacional de vacunación. Pero el problema es que, como lo indica la gráfica anterior publicada por El Sol de México, la vacunación para recién nacidos ha caído estrepitosamente. Pero también las vacunas del sarampión, tosferina, periodontitis, varicela, etc.  En 2022 solo se ha aplicado el cuadro básico completo solo al 27.4% de los niños de 0 a 60 meses. En Estados Unidos ya se han presentado algunos casos de poliomielitis, en México aparentemente no, esperemos que así sea y no se haya ocultado. 

La vacuna para la viruela se dejó de aplicar hace aproximadamente 50 años porque se consideró erradicada en el mundo. Sin embargo, la viruela del mono ya en Estados Unidos se considera una emergencia médica, aquí en México no se le ha dado la importancia que amerita. No hay información masiva por parte de la secretaría de salud y su vocero, Hugo López-Gatell, hacen lo mismo que durante la pandemia de COVID-19, minimizan su virulencia, le dicen a la población que no es una enfermedad grave y es probable que así sea, pero se conoce que sí tiene un grado muy alto de virulencia y no se da ninguna información masiva de donde se pueden atender los enfermos, qué precauciones se deben tomar para evitar contagios, cuales son los primeros síntomas, a donde acudir en primera instancia. Hasta ahora, según los datos oficiales, los contagios son pocos, pero no así la trasmisión de la enfermedad. Después del primer brote a los pocos días fueron 50, en una semana 100 y a la fecha van 352, es decir un crecimiento exponencial, que, si no se ataca en los puntos de contagios y se aíslan, muy pronto será una epidemia incontenible.  Por desgracia parece que a las autoridades el sufrimiento del pueblo no le importa. En Francia y otros países ya se está aplicando masivamente la vacuna del mono.

Es cierto, añoramos las campañas de vacunación, el seguro popular, pero también el IMSS y el ISSSTE que, con todas sus deficiencias, eran mucho mejor que en las condiciones que están ahora. Pero no debemos aceptarlo, no debemos normalizar la mediocridad. Tenemos la fuerza de nuestro voto. En 2023 en los estados de Coahuila y Estado de México y 2024 en las elecciones generales. Es el camino, el único en nuestro sistema democrático.

Debemos hacerlo por esos niños que se han quedado sin vacunas, los sufrimientos que deberán enfrentar en sus vidas son inenarrables por la falta de sus primeras vacunas, pero también el sufrimiento de sus padres y los que ya sufren por la falta de medicamentos para el cáncer. 

El Presidente y los funcionarios mediocres que viven solo para inclinar la cerviz, en algún momento tendrán que pagar con cárcel su crimen, es el mayor crimen que se ha cometido en la historia de México por negligencia del Estado.

En primaria nos dijeron que la revolución causó un millón de muertos, pero eso nunca fue así. Esta cifra se obtiene de la diferencia de los censos de 1910 y 1921, periodo en que se realizó la revolución mexicana. Los datos de los censos de esos años no eran tan precisos como los que se elaboran en la actualidad, no obstante se realizaron con los recursos que había. El censo de 1910 era el tercero que se realizaba en nuestro país y arrojó la cifra de 15.2 millones de habitantes, en 1920 no se realizó ningún censo debido a que todavía no se pacificaba el país en su totalidad por lo que se hizo hasta 1921, este arrojó un total de 14.3 millones de mexicanos, 900 mil menos que en 1910. Está disminución se le atribuye a la revolución mexicana, pero en la primaria nunca te explicaron que a raíz de la propia revolución cientos de miles de mexicanos huyeron del país, a América Central, América del Sur, Europa y por supuesto Estados Unidos, los muertos de la guerra se calculan entre 200 y 300 mil.

Reitero pues, que la pandemia, la falta de medicamentos, los asesinados y las personas desaparecidas en lo que va del sexenio de López Obrador, es la mayor tragedia que le ha ocurrido a nuestro país en toda su historia.

SE TRATA DE UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.

Adolfo Camacho Gómez.

martes, 26 de abril de 2022

¿YA PUEDE DECIRSE QUE EL MANEJO DE LA PANDEMIA POR EL GOBIERNO MEXICANO LINDÓ EN LO CRIMINAL?

López Obrador, nunca se imaginó que habría personas vigilantes de cómo su gobierno manejaba la pandemia de Covid-19.

Pero las hubo, y verdaderos científicos que dieron la voz de alarma desde que se tuvo conocimiento de su brote en diciembre de 2019 en China. Desde un principio señalaron los terribles errores en que estaban incurriendo las autoridades sanitarias del país al no prepararse oportunamente y no darle importancia a su gravedad y la virulencia de contagio. El propio presidente López Obrador hizo un llamado a la población, que no puedo menos que tildar de criminal, a no tener miedo, a salir de sus casas a visitar los restaurantes, cuando en otros países ya se estaba decretando el cierre completo. La tardanza de al menos un mes que el gobierno tardó en decretar el cierre, sin duda, fue lo que causó la primera ola incontenible de muertes. Vinieron después los oídos sordos de las mismas autoridades de salud mexicanas, a la premisa sugerida por la Organización Mundial de Salud (OMS) de hacer pruebas masivas y un rastreo activo de los infectados con el fin de cortar la cadena de contagios. En México nunca se hizo, pero también jamás han explicado por qué no lo hicieron. Algunos conocedores de los pasillos de la política sugieren que el gobierno tenía la intención de ocultar a la población la magnitud y gravedad de la pandemia y dar la apariencia que todo estaba bajo control. Fue solo un deseo inútil, porque los hospitales fueron insuficientes en unos cuantos días y los muertos se fueron acumulando por miles mes tras mes.

Una más de las atrocidades: ¿Fue ineptitud o canallada la distribución gratuita del medicamento invermectina por las autoridades de salud de la Ciudad de México atribuyéndole cualidades que no tenía para curar la Covid-19?

Llegamos a las vacunas. Los países más avanzados, en sus grandes centros de investigación privados o públicos, iniciaron con premura los trabajos para el desarrollo de una vacuna, ya que entendieron que su creación sería la forma más efectiva de ponerle un alto a la pandemia. Otros países en la misma situación que México, es decir, que no contaban con laboratorios de investigación para el desarrollo de la vacuna, de inmediato se pusieron en contacto directo con los laboratorios productores y se adelantaron a hacer contratos de suministro para cuando la vacuna estuviera lista. México optó por unirse al mecanismo COVAX de la OMS, que en teoría era un organismo para el acceso equitativo mundial de las vacunas. Fue un gran error, porque también COVAX tendría que hacer fila para la obtención de vacunas de los laboratorios. Muy pronto la esperanza del gobierno mexicano de obtener vacunas mediante este mecanismo se esfumó. Cuando se formó en la fila para comprar vacunas fue demasiado tarde. Fue notorio que López Obrador no quería gastar dinero en la compra de vacunas. Jamás pasó por su cabeza parar o disminuir la contrucción de sus obras magnas, tren Maya, refinería Dos Bocas y aeropuerto Felipe Angeles, para destinar recursos, no solo a la compra de vacunas, pero ni siquiera para comprar medicamentos e insumos de protección para el personal médico.

Las primeras vacunas que llegaron a nuestro país, fue el fruto de una donación de Pfizer en diciembre de 2020, pero el gobierno lo celebró como un gran triunfo, más de una decena de funcionarios del más alto nivel fueron a recibir el avión que las transportaba. Fue el parto de los montes, sólo eran 3 mil dosis. Con el tiempo y a cuentagotas fueron llegando más vacunas y se inició la vacunación de la población empezando por los adultos mayores, pero al estilo de López Obrador, él se propuso por todos los medios de que los receptores de las vacunas pensaran que él era el dispensador de las dosis salvadoras, para lo cual en las pocas ciudades donde iniciaron y los centros que se instalaron, en primera fila estaba el ejército y la guardia nacional, pero también una cuadrilla de miembros de su partido MORENA. Fue no menos que deleznable el uso político que hizo de la campaña de vacunación.

Hubo periodistas avezados al tema y expertos que llevaron minuciosa cuenta de las vacunas recibidas y las administradas con la información que la propia Secretaría de Salud daba a conocer. Muy pronto cayeron en la cuenta que había un desfase de aproximadamente 40 millones de vacunas.

Nunca dió el gobierno mexicano una explicación aceptable del porqué tenía en reserva tal cantidad de vacunas. Pero de pronto hay una prisa inusitada de las autoridades de salud por aplicar masivamente vacunas Covid, al grado de pedir ayudas a los Gobiernos de los Estados para que en sus centros de de salud, IMSS e ISSSTE se aplicaran. Se instalaron centros de vacunación hasta en supermercados. ¡Había millones de vacunas a punto de caducar!

324 Mil muertes por covid-19 según conteo oficial. 810 Mil de acuerdo con el índice de mortalidad en exceso dictaminado por la UNAM. 

Las preguntas saltan de inmediato: ¿Por qué no se aplicó esa reserva de vacunas hace un año? ¿Por qué no se utilizaron todos los recursos inmuebles y humanos de que se disponía desde un principio? ¿Cuántas vidas se hubieran salvador de haberlo hecho así desde el inicio de la pandemia? ¿Que motivó a López Obrador a dar la orden de dosificar a cuentagotas su aplicación?

Hoy prácticamente el subsecretario de salud Hugo López-Gatell en presencia del Presidente dió por terminada la pandemia. ¿Podemos creerlo, cuando en China en estos momentos están lidiando con un nuevo brote? ¿Habrá una cuarta ola?


Adolfo Camacho Gómez.

   


sábado, 9 de abril de 2022

CONTROL DE PRECIOS, LA PUERTA DEL INFIERNO.

Los que alcanzaron la mayoría de edad entre 1965 o 1967, es decir adultos como su servidor, conocen perfectamente bien lo pernicioso que es un control de precios.

Control de precios significa que un gobierno que se ve afectado por una inflación mayor a lo normal, (generalmente se considera una inflación normal cuando no es mayor, punto más punto menos, del 3% anual), y sobre todo cuando tiene un marcado sesgo populista, tiende a fijar precios máximos para muchos artículos, principalmente de los llamados canasta básica, es decir de primera necesidad. Aunque los controles de precios en realidad no controlan nada, ya que solo es un alivio momentáneo, porque el aumento del costo de los insumos a los productores no se detiene jamás y pronto hacen incosteable su producción y el gobierno queda atrapado en la disyuntiva de enfrentarse a una escasez porque los industriales nunca van a producir con pérdidas, o fijar un nuevo precio controlado que restituya los nuevos costos de producción. La trampa consiste en que el gobierno hace creer a la población que la culpa del aumento de precios es de los productores y comerciantes y no de su pésimo manejo de la economía del país.

<<Los controles de precios, inevitablemente, terminan en escasez y mercado negro>>  

Si bien la inflación, en la coyuntura actual, no es privativa de México. Prácticamente la mayoría de los países del mundo se vieron en la necesidad de destinar ingentes cantidades de dinero para paliar las necesidades de sus ciudadanos debido al cierre por la pandemia, pero también apoyaron a productores y comerciantes. En México se hizo lo propio mediante las llamadas ayudas sociales, pero de manera insuficiente, con un desparpajo sin igual y sin reglas de operación, además con motivo de las elecciones en 2021 se hizo un anticipo correspondiente a dos bimestres de las mismas. Pero nunca se dio un apoyo a productores y comerciantes; en las propias palabras de López Obrador “No vamos a salvar a ningún empresario, si tienen que cerrar que cierren”. Pero también desde 2019 en una decisión sin ningún fundamento económico, López Obrador decidió aumentar los salarios mínimos 20%, 4 veces la inflación de ese año, lo repitió en 2021, cuando la actividad económica había estado prácticamente parada por la pandemia y lo volvió hacer en 2022 cuando la inflación ya estaba desbocada. Pero eso no fue todo, en la zona fronteriza en 2019 el aumento del salario mínimo fue del 100%. Es fácil comprender que esos aumentos por decreto produjeron aumentos en cascada anormales en el resto de las escalas salariales, que inevitablemente incidieron en los costos de producción de industriales, comerciantes y prestadores de servicios.

Los trabajadores aplaudieron a rabiar esa decisión y la popularidad de López Obrador se fue a las nubes. A López era todo lo que le importaba, las consecuencias no.

Las empresas aguantaron hasta donde pudieron sin aumentar los precios. Los costos que representaron dichos aumentos salariales, incluyendo también los aumentos en prestaciones laborales ligados a los salarios, más el rompimiento de las cadenas de suministros por el cierre mundial a que obligó la pandemia, hizo inevitable repercutir dichos costos en los precios de sus productos. Por supuesto el aumento salarial no sustentado en la productividad de las empresas, es sólo uno entre una amplia variedad de componentes en la inflación.

La ecuación infernal, hasta para los no iniciados como yo, es evidente; a menor producción y mayor circulante monetario, precios más altos, o lo que es lo mismo a menor oferta contra mayor demanda mayor inflación.

Con aguacates para los que como yo poco entendemos: Supongamos que en el mundo solo hay un productor de aguacates y sus arbolitos le producen 5 kilos y por otro lado hay un solo comprador de aguacates que posee 100 pesos y le compra los 5 kilos con los 100 pesos, cada kilo costará 20 pesos. Ahora bien, por las razones que usted quiera, como por ejemplo falta de lluvia, el productor de aguacates cosecha solo 3 kilos, pero el comprador por arte de magia ahora posee 300 pesos y hacen la misma transacción, todo el dinero por toda la producción, el kilo ahora costará 100 pesos. La explicación puede parecer burda, pero ni más ni menos, así funcionan los precios y no hay quien, por más poderoso que crea ser, que lo pueda cambiar.

Ahora, aquellos trabajadores que aplaudían a rabiar están enojados porque ya no les alcanza el dinero de su quincena, pero muy pocos relacionan aquellos aumentos que fueron hechos sin una base real en la productividad con el aumento de precios y siguen agradecidos con López, sin entender que con la regla viene el castigo. En un periodo inflacionario, y peor, cuando en un país se pierde el control de ella, los salarios siempre pierden. Así ha sido siempre. 

No pasará mucho tiempo en que López Obrador acuse a los empresarios de encarecedores, acaparadores y todo lo que se le ocurra, y para castigarlos y supuestamente hacer justicia y beneficiar a los asalariados, decrete un control de precios.

Quienes lo vivimos en los años 70 y 80 en los sexenios de Luis Echeverría, López Portillo y Miguel de la Madrid, sabemos lo nefasto que fue aquello.

Luis Echeverría recibió de Días Ordaz una inflación en 1970 de 4.98% y entregó a López Portillo en 1976 la inflación en 27.20%, éste entregó la inflación a Miguel de la Madrid en 1982 en 98.84%, de la Madrid entregó a Salinas de Gortari en 1988 inflación de 51.66%, pero un año antes tuvo la inflación más alta desde que se tienen registros 159.17%. Salinas de Gortari cerró 1994 con 7.05%. Vino Cedillo y con él, el llamado error de diciembre y la inflación en 1995 subió a 51.97%, pero cerró el año 2000 en 8.96%. Le siguieron Fox, Calderón y Peña, con una inflación promedio en los 3 sexenios de 4.3%, con la más alta en el periodo de Peña en 2017, año del “gasolinazo” de 6.77%.

El control de precios generalizado inició con Luis Echeverría, quien tuvo la nefasta creencia de que pidiendo prestado, imprimiendo dinero sin sustento y gastando a manos llenas se podría crear crecimiento, pero lo único que creo fue el combustible de la inflación. Creado el monstruo tuvo la genial idea de imponer el control de precios no solo a la canasta básica, sino prácticamente a todo, pocos productos se salvaron, culpando por supuesto, al empresariado del aumento de los precios. López Portillo tuvo la fortuna de que fuera descubierto el yacimiento de petróleo de Cantarell, y que con sus palabras; “preparémonos para administrar la abundancia”, el desenfreno de gasto y endeudamiento continuó. Por supuesto los precios no dejaron de subir y el control de precios continuó. En 1982 inicia la administración de Miguel de la Madrid tratando de imponer un plan de austeridad en su gobierno, pero para entonces el gobierno era el principal empleador, más del 60% del empleo formal dependían directa o indirectamente del gobierno. Durante decenios el gobierno se fue haciendo propietario de todo tipo de empresas, desde empacadoras de pescado a fábricas de llantas, leche, conservas, por supuesto la industria petrolera, pero también la eléctrica, ferrocarriles, mineras, azucarera, telefónicas, televisoras, puertos, aeropuertos, astilleros, cinematográficas, hasta hoteles, restaurantes, bares y equipos de fútbol.

Miguel De la Madrid, aunque tenía buenas intenciones, no tuvo el valor de realizar los cambios estructurales que modificaran de raíz la distorsión económica que afligía al país. Para colmo en 1986 aconteció el mayor terremoto de que se tiene memoria en México, lo que echó por tierra cualquier intensión de corregir el desorden. Ningún país puede soportar un sistema ultra centralizado, no lo soportó la Unión Soviética ni la China comunista. Corea del Norte, Cuba y Venezuela son una pesadilla para el bienestar de sus ciudadanos.

Necesario comentar que en 1961 se creó la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), por supuesto propiedad del gobierno, que tenía la finalidad de garantizar la compra y regulación de los precios en los productos de la canasta básica, es decir, ser una competencia desleal a la iniciativa privada mediante subsidios con cargo al erario. Pero principalmente acaparó el monopolio del maíz.

Aunque el fenómeno del monopolio del maíz por el Estado a través de CONASUPO, ha sido analizado por verdaderos estudiosos, puedo comentarles lo que yo viví de primera mano:

El maíz era comprado a los productores nacionales e internacionales a precio de mercado por CONASUPO, quien lo concentraba y distribuía en todo el país. CONASUPO estipulaba precios para los diferentes tipos de uso; producción de tortilla, industrial y engorda de animales.

El precio para los productores de tortilla era inferior al precio de mercado que compraba CONASUPO, es decir subsidiado, con el fin de que el tortillero vendiera la tortilla al público al precio controlado. A cada tortillero se le asignaba una cantidad límite de maíz, con el fin de evitar acaparamiento. En la forma de asignar las cuotas entraban todas las posibilidades; amiguismo, influencias, compadrazgos y por supuesto la “mordida”. Dependía de las argucias, sagacidad o mañas del tortillero obtener suministro de maíz suficiente y constante para no detener su producción. No es difícil imaginar que muy pronto se hizo habitual la escasez de tortilla. El consumidor tenía que ir muy temprano para alcanzar a comprar sólo un kilo máximo.

Por supuesto el mercado negro no se hizo esperar. Los pequeños engordadores de puercos o clandestinos que no tenían acceso a comprar a CONASUPO, acudían a los tortilleros. A éstos les convenía vender parte de su maíz a los engordadores, compensando de esa forma la magra utilidad que les rendía la tortilla debido al precio controlado. Pero también estaban los restauranteros que pagaban un precio superior al controlado para asegurar un suministro de tortilla para sus negocios, por supuesto con detrimento del consumidor hogareño.

Agregue a esto, otros miles de productos que estaban en la misma situación, las importaciones estaban prohibidas o muy controladas, lo mismo el acceso a dólares. Los industriales se inclinaron a producir solo una línea de sus productos, los más económicos y por consiguiente de menor calidad y en cantidades mínimas que cubrieran a medias la demanda, por lo que constantemente había faltantes en tiendas y supermercados. Todo escaseaba, desde pasta dental, jabón, papel higiénico, huevo, carne, pollo, hasta refacciones para automóviles. La fayuca (introducción hormiga de productos americanos) se convirtió en una práctica común para consumo personal o reventa.

Lo repito <<el control de precios siempre termina en corrupción, escasez y mercado negro>> y como siempre sucede con estas medidas equivocadas, los más pobres a quienes se pretende beneficiar son los más perjudicados. La conseja popular, con toda crudeza se hace realidad; ¡El producto más caro es el que no hay!

Pero hubo otra raja en todo ello, la corrupción rampante. Desde el alto funcionario que recibía un “donativo voluntario” por la firma que autorizaba el precio de un producto o la importación de otro, hasta el ejército de vigilantes de los precios al consumidor que se convirtieron en extorsionadores de comerciantes y prestadores de servicios.

Todo esto viene a colación por la amenaza de López Obrador de imponer control de precios a algunos productos de la canasta básica si la inflación no baja. Insólito de una persona que, como él, sabe lo nefasto que es imponer control de precios porque él fue testigo de ello.


viernes, 7 de enero de 2022

PALABRAS MORTALES

 

Hay palabras, que dichas por un alto funcionario pueden rayar en lo criminal.

Hay algo muy preocupante, más allá de la cantidad de bromas surgidas a raíz de lo dicho por nada menos que la más alta autoridad encargada de velar por la salud de todos los mexicanos, el Secretario de Salud Jorge Alcocer Varela, en relación a la cura para los niños atacados por la covid-19:

“Y les dura a los niños dos o tres días y lo comentábamos, es tan solo con tés, no estoy señalando que es así de sencillo, con tés, con paracetamol, un medicamento que es muy bueno para eso y no es agresivo en otros tejidos y desde luego la fluidez del medio caliente que esté, lo que usan las mamás, el vaporub y todas esas cosas que parecen ser intrascendentes y los tés”

Este comentario fue hecho por el secretario de salud en la más alta tribuna de difusión, que es la conferencia diaria, más conocida como “la mañanera”, teniendo como testigo al mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

Bien sabe, el presidente, el secretario de salud y los ideólogos que fraguaron esta plataforma de comunicación, que su mensaje diario llega principalmente a la población más pobre, millones de personas que no tienen acceso a una información diferenciada, y aceptan como dogma de fe lo dicho en esa mañanera.

Nadie duda de los lauros académicos logrados por el Dr. Jorge Alcocer Varela, pero por eso mismo, es inconcebible que desconozca los datos sobre la mortalidad infantil y cuanto de ello se debe a los remedios caseros administrados por madres y padres a sus niños al detectar el inicio de alguna enfermedad respiratoria y acuden al médico cuando ya es demasiado tarde. En la privacidad del consultorio médico y después de la revisión y auscultación del paciente niño, el doctor puede hacer las indicaciones que crea convenientes para ese enfermo, pero raya en lo criminal generalizar de la manera como lo hizo el secretario de salud y en el foro que lo hizo, con la fuerza de persuasión que da la presencia del presidente de la república. ¿Cuántas mamás acatarán a ciegas la recomendación del doctor Alcocer, soslayando lo grave que puede ser la covid-19 en algunos casos?

Muchos graves errores se han cometido en el manejo de la pandemia, como para seguir acumulando más.

¡YA BASTA!

 

Adolfo Camacho Gómez.