La Confederación Nacional
Campesina (CNC) nace el 28 de agosto de
1938 por un decreto del presidente Lázaro Cárdenas, pero también al mismo
tiempo como un apéndice del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) fundado por
Lázaro Cárdenas para desmontar el Partido Nacional Revolucionario (PNR),
fundado por Plutarco Elías Calles, pero con el mismo principio hegemónico y
antidemocrático y que finalmente cambiaría su nombre en 1946 al actual Partido
Revolucionario Institucional (PRI). La
CNC es creada, en consecuencia, más como un medio de control político y
corporativo que como un deseo genuino de mejorar el campo mexicano. Darse
cuenta de esto es sencillo, basta ver la pésima situación del campo después de
77 años.
Pues bien, se anuncia que Enrique Peña Nieto (presidente de México),
presidirá el 77 aniversario de la CNC.
La nota del periódico Excélsior del día 26 de septiembre
anuncia que “En el recinto ferial, el mandatario atestiguará la firma del convenio entre la CNC y Financiera Nacional
de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), a través del
cual se analizará el Presupuesto Base Cero vinculado al agro para el 2016”. Ver nota de Excélsior
La interpretación es clara, como no hay mucho que celebrar se
abre la chequera del gobierno, es decir de nuestros impuestos, a la CNC.
La película ya la vimos; la relación de la CNC con las
instituciones financieras del Estado ha sido, en opinión de algunos, un nido de corrupción. Ésta nueva alianza, la
cual, sin tapujos atestiguará nada menos que el presidente de la república nos
traslada a las épocas del Banco de Crédito Ejidal, el cual fue vergonzosamente conocido como BANDIDAL, que deja bien claro el
titulo de bandidos para funcionarios y lideres que robaban con descaro los
dineros que debieron pero nunca llegaron, como deberían, a los campesinos empobrecidos hoy como
hace 77 años.
“Con esas experiencias
se armó el desorden y la corrupción. Así el Banjidal se empezó a llamar Bandidal; el Banco Agrícola, el Ladrícola; el Banco Aropecuario, el Agiopecuario; la Productora de
Semillas, la Revolvedora de Semillas; a la Aseguradora se le llamó la Abrochadora, Extensión Agrícola, fue Extorsión Agrícola, en fin, el ingenio
de los paisanos te gritaba que la podredumbre penetraba en todo el campo. Se
llegó al colmo de que entre la aseguradora y el banco, los empleados te
proponían “entrarle fuerte” y
tendrías ganancias seguras o no tendrías nada” -Párrafo de la página 86 de libro Los condenados en su tierra, del escritor
Rubén Mújica Vélez.
Que ésta vez puede ser diferente, tal vez, pero
por un lado tenemos a un presidente que dice públicamente que la corrupción es
cultural y por lo tanto según su opinión muy difícil de acabar, así mismo el
propio presidente como algunos de sus principales colaboradores están
instalados en una línea de conflicto de intereses tan delgada que una mayoría
de la población no cree en su honestidad. Por otro lado tenemos a una
Confederación Nacional Campesina cuyos líderes durante 12 años seguramente no
tuvieron acceso a las arcas del Estado, pero que están a punto, incluso
oficialmente, de volver hacerlo.
Por el bien de los campesinos espero que la historia no se
repita.
Adolfo Camacho Gómez