A pesar del corto tiempo que el
hombre vive sobre la tierra es de llamar la atención su gran preocupación por el fin del mundo.
Si es tan corto el tiempo de vida
del hombre sobre este mundo ¿de donde le viene su inquietud por que la tierra
que lo cobija se acabe?
Ahora sabemos que el sistema
solar, donde se inserta la tierra, tiene aproximadamente 4,500 millones de años,
que el sistema solar es eso precisamente, solar,
es decir que nuestra tierra es un satélite del sol, como la luna es satélite de
la tierra. Que la tierra existe gracias a que el sol existe, que si el sol deja
de existir lo mismo hará la tierra y no al revés. A su vez el sol existe
gracias a la formación de la galaxia que llamamos Vía Láctea, en la cual tanto el sol como la tierra son una
minúscula parte. Que esta galaxia es una de cien mil millones que existen en el
universo que observamos. Dicho de otra manera, nuestra enorme galaxia es apenas
un punto muy pequeño en el universo, y dentro de ese pequeño punto, nuestro
sistema solar es prácticamente nada y dentro de esa nada está la tierra y
después, solo después, los seres humanos que la habitamos.
Ahora sabemos que la vida inició
en la tierra alrededor de unos mil millones de años después de haberse formado,
sin embargo si consideramos a los primeros seres que fabricaron herramientas
nos remontaríamos a solo 2.5 millones de años y si señalamos a los primeros
seres que cultivaron la tierra y desarrollaron la ganadería estaríamos apenas a
8,500 años y de la escritura a 5000 años solamente. Pero
si queremos saber cuándo vivieron los seres humanos que nos permitieron saber que la tierra y el sistema solar se formó hace
4500 millones de años, que el sol que permite que los seres humanos vivamos en
la tierra, continuará en su fase actual fusionando hidrogeno por otros 5000
millones de años y después empezará a decaer en una estrella gigante roja para
terminar en una enana blanca y con ello la
vida sobre la tierra será imposible, entonces debemos alejarnos a tan solo menos
de 100 años, es decir algunos de estos preclaros hombres aún están entre
nosotros.
Estas inteligentes personas nos
han demostrado sin lugar a dudas que el temor de los seres humanos por un inminente fin del mundo es una
ridícula idea explotada por grupos religiosos o seudo-religiosos, que por
desgracia millones de personas la creen con una inocencia empapada de
ingenuidad.
Antropólogos y geólogos tienen
perfectamente claro que la humanidad tendrá que convivir en el futuro con
grandes deshielos y monstruosas glaciaciones, grandes erupciones volcánicas,
innumerables terremotos y uno que otro asteroide o cometa, ante lo cual es
incierto si el hombre actual sobrevivirá. Sí el 99% de las especies que han
poblado la tierra han desaparecido y ninguna de ellas ha perdurado por más de
500 millones de años, la posibilidad de que nuestra especie, la de los seres
humanos tal y como nos reconocemos, también desparezca, parece ser un destino
ineludible… y esto será, mucho, mucho antes del fin del mundo.