Mexicali, B. C.

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lunes, 4 de julio de 2011

AL FIN ZINFANDEL

Parece ser que desde la más remota antigüedad el vino ha acompañado a la humanidad.  Los arqueólogos han encontrado vasijas de entre cinco y seis mil años antes de Cristo que muestran que ya se producía y bebía vino, luego entonces el inicio de su producción y consumo se pierde en la penumbra de los tiempos.

Lo anterior me lleva a pensar que la uva como tantas otras frutas las produjo la naturaleza en forma silvestre.  Pero esta fruta fue especial… muy especial. Realmente trasformó el mundo. Esos primeros seres humanos, sin saberlo, hicieron el primer experimento químico jamás hecho sobre la tierra, fermentaron el jugo de la uva transformándolo en vino y fue tan maravilloso el resultado que tuvieron que crear  un dios para celebrarlo, Dioniso, también conocido como Baco, del griego Bakkhos  y al frenesí que  producía Bakcheia.

¿Como lo hicieron posible?, es inútil imaginarlo. Pudo ser una simple casualidad, lo cierto es que  además de la transformación de la personalidad, que fue el origen de la deidad, descubrieron que su consumo cotidiano evitaba enfermedades. Lo que ahora sabemos con respecto a la fermentación  en el sentido de que prácticamente esteriliza el vino era desconocido para ellos, pero sus resultados estaban a la vista y su comparación con el agua fue inevitable, de hecho los griegos mezclaban el vino con agua para purificarla.

No es poca cosa que el vino haya surgido en la misma región donde surgió la cultura, la región mesopotámica, luego, se expandió hacia el sur, hasta llegar a Egipto y sus países vecinos y en forma simultánea se expandía su producción y consumo al occidente, Turquía, Macedonia, Grecia, Italia y de ahí a todo el mundo.

El imperio romano llevó la simiente de la vid a todos los rincones de su imperio, haciendo de su consumo una costumbre y más que eso;  sí los pueblos antiguos crearon un dios en su honor, el imperio romano cristianizado hizo del vino el elemento principal de su principal rito. De esta manera en cualquier lugar del mundo donde se celebraba una misa católica era necesario contar con vino de consagrar, entonces, no pasó mucho tiempo para que al lado de cada misión hubiera un viñedo, y como consecuencia lógica los monjes se convirtieron en los viticultores por excelencia.

La vid, también conocida como parra, para el buen desarrollo de su preciado fruto requería de clima, latitud, altitud y horas de luz solar. Por consiguiente las diferentes regiones con climas, latitudes, altitudes y horas de sol diferentes crearon por necesidad variedades de uvas diferentes.

Cachanilla es el gentilicio no oficial para los originarios de Mexicali, Baja California, México y por extensión para todos los Baja Californianos. En Mexicali se produce uva, pero hasta donde yo sé, no para la producción de vino, sin embargo muy cerca se encuentra el Valle de Guadalupe, lugar donde se produce una gran variedad de vides, entre ellas, la Zinfandel.  El sitio fue descubierto en 1795 por el español Ildefonso Bernal y debe su nombre precisamente a la misión que monjes Dominicos  establecieron en 1834 con el nombre de Misión de Nuestra Señora de Guadalupe del Norte, quienes aprovecharon su clima para iniciar el cultivo de la vid, el albaricoque, la pera y el olivo. En 1840 fue destruida por los indígenas del lugar.

A principios del siglo XX varias familias rusas se establecieron en el lugar mediante una concesión de 50 años dada por el entonces presidente de México, general Porfirio Díaz, quienes reanudaron el cultivo de la vid.

Aquí quiero introducir un dato curioso; el origen del  nombre zinfandel de esta variedad es desconocido, sin embargo se sabe que es en América donde se le empieza a nombrar de esta forma, ahora bien, mediante análisis del ADN de esta variedad se ha descubierto que es idéntica a la variedad Crljenak Kastelanski proveniente de Croacia y a la Primitivo que se cultiva en el sur de Italia. Rusos…Croacia...Zinfandel…cuando menos algo curioso hay ahí.
Para terminar puedo decir que soy Cachanilla y me gusta el Zinfandel. No soy un catador, no tengo ni la menor idea como se degusta un vino, por eso cuando alguien me pregunta ¿Porqué te gusta el Zinfandel? Contesto sin pena la perogrullada más grande del mundo “porque sabe verdaderamente a vino”.
adolka2@gmail.com

sábado, 25 de junio de 2011

LA FUTILIDAD DE LOS COMENTARISTAS DEPORTIVOS.

Hace unos días un reportero de ESPN (Siglas en ingles que en español  significan Cadena de Programación de Deportes y Entretenimiento), se vio en verdaderos aprietos cuando el Chepo De la torre (Entrenador de la selección de futbol de México) a una pregunta de ese reportero le respondió con otra pregunta.
Para tratar de ser explicito trataré de reconstruir la pregunta del reportero y la respuesta-pregunta del Chepo.
El reportero: ¿Tienes la obligación de ganar la copa oro?
El Chepo: ¿Tú tienes la obligación de estar aquí?
Muy probablemente el Chepo sabía que le preguntarían eso y estudió muy bien su respuesta convirtiéndola en pregunta.
Tanto la pregunta del  reportero como la del Chepo, tienen como únicas respuestas un sí o un no.
En los dos casos tanto el Chepo como el reportero están en un predicamento; en el caso del Chepo a un SÍ, el reportero  repreguntaría ¿Qué pasa entonces si no ganas? Y si su repuesta fuera un No, entonces abriría la puerta para un sinfín de comentarios en su contra. En el caso del reportero, cayó inocentemente y respondió NO, es decir que no estaba ahí por obligación, queriendo decir que hacía su trabajo por vocación y gustosamente,  si en caso contrarió la respuesta del reportero hubiese sido SÍ, entonces se entendería que estaba forzado a estar ahí aunque él no lo quisiera. El reportero hubiera tenido que haber sido tan inteligente como el Chepo y eludir la respuesta-pregunta, pero no lo fue.  
Aunque objetivamente la respuesta del Chepo tendría que ser SÍ, el objetivo de su respuesta-pregunta era cortar de tajo esa pregunta, cosa que logró, ridiculizando además al reportero.
Hasta  ahí las cosas hubieran sido intrascendentes, salvo que en el programa diario vespertino de ESPN, las cuatro personas que lo transmiten conjuntamente iniciaron un linchamiento verbal del Chepo De la Torre. Entre los adjetivos que le dedicaron hubo; falta de valor, irresponsable, arrogante, irascible, y así por el estilo, cada uno competía por adjudicarle el calificativo más insultante, dentro de los límites aceptados en televisión. Pero aun así esto parece ser una especie de derecho del que gozan las gentes que a través de un micrófono o una cámara de televisión se dirigen al público,  y que además nadie debe atreverse a conculcar.
Entonces llegaron a una conclusión unánime y por la forma en que lo expresaron dogmática. El reportero en cuestión, ellos mismos y toda su cofradía, estaban ahí para preguntar y el entrevistado, en este caso el Chepo De la torre, estaba únicamente para responder, por ningún motivo cabía la posibilidad de que el entrevistado hiciera preguntas al entrevistador, como el Chepo De la torre rompió ésta sacrosanta regla se hizo acreedor a todos los epítetos que le endilgaron.
Ahora bien, ¿Qué mostraron estas personas con esa actitud? Lo que me resulta indiscutible, cuando menos en este caso, es que fue más inteligente el  entrevistado que el entrevistador. Tan fue así, que parecían una especie de pandilla atacando a un solo hombre por espacio de casi una hora y que por otra parte no estaba ahí para poder defenderse, con el único fin de revertir su incompetencia que fue puesta en evidencia.
También resulta evidente que los reporteros esperan que el entrevistado sea dócil, amable, obsequioso y prolijo en sus respuestas, no importando que tipo de preguntas le hagan. Preguntas que en muchos casos son ofensivas y en otras estúpidas por decir lo menos. Alegan en su defensa que el entrevistado esta en su derecho a negarse a contestar, sí, esto es cierto, pero lo que no dicen es que cuando el entrevistado se arroga este derecho y no contesta alguna de sus preguntas, después en sus programas, ya sin la presencia del entrevistado, lo denigran hasta decir basta.
  Para finalizar ¿Quién les dijo a esta gavilla que el entrevistado no debe hacer preguntas? ¿A  tanto llega el temor a su incapacidad para contestar una simple pregunta? ¿Por qué consuetudinariamente se empeñan en sus programas en atacar  y muchas veces denigrar inmisericordemente a personas que no están presentes?
Hoy más tarde se jugara el partido Estados Unidos-México. La moneda está en el aire, sí gana México no faltará quien diga que era normal que ganara, que no se ha hecho nada extraordinario, que no hay ningún motivo para elogiar al Chepo ya que únicamente ha hecho su trabajo. Ah pero si pierde México el Chepo será como la carne en la tabla del carnicero para los reporteros.