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lunes, 4 de agosto de 2014

TAMAL DE FRESA, UN EXQUISITO MANJAR.


El Tamal, es tal vez, uno de los alimentos más representativos de nuestra herencia indígena, teniendo como ingrediente principal el maíz. Al llegar los españoles a América encontraron que este alimento era preparado y consumido tanto por la gente común como por los reyes. No es difícil suponer el asombro de los primeros españoles al encontrar que este alimento requiere para su elaboración un grado de sofisticación importante y el resultado es un alimento altamente nutritivo y exquisito en grado sumo, con la posibilidad de hacer combinaciones con una gran variedad de ingredientes, dando por resultado una gama casi infinita de sabores. 

El origen de la palabra tamal proviene de la lengua náhuatl tamalli que significa envuelto. Se ha encontrado que su consumo se remonta a épocas anteriores a Cristo y a regiones que van desde América del Norte hasta Chile, pasando por América Central y el Caribe. En México es común que se consuma como un regusto en las meriendas, pero tradicionalmente en fechas conmemorativas como el día de la Candelaria que se celebra el día 2 de febrero, en Navidad, Año Nuevo y también en celebraciones familiares durante todo el año. Puede tener como el ingrediente principal además del maíz, carne de res, puerco o aves, así como frutas y vegetales. 

En esta ocasión les presento la receta proporcionada por una querida lectora para la elaboración de tamales de fresa que resultan ser un exquisito postre y su elaboración requiere de aproximadamente 2 horas. 

Ingredientes para toda la receta:

1 1/4 tazas de leche de vaca.
1/2 cucharita de polvo para hornear (levadura química).
1 taza de mantequilla
1 taza de azúcar blanca
1/2 cucharita de esencia de vainilla
2 tazas de harina de maíz
2 tazas de fresas
1 pizca de sal
1/2 taza de manteca vegetal
30 piezas de hojas de elote
Desinfectante de verduras 

Utensilios:

Tazón
Tabla para picar
Cuchillo grande
Machacador de frijoles
Batidora
Pala Miserable
Cuchara
Vaporera con tapa
Estufa

Preparación:


Poner a remojar las fresas en un tazón con agua y unas gotas de desinfectante de verduras durante al menos 5 minutos. Escurrir y cortarles el rabo. Colocarlas en un tazón y machacar con un machacador de papa junto con la vainilla y una pizca de sal. Dejar las fresas con pequeños trozos.

Dejar suavizar un poco la mantequilla y batir con la batidora junto con la manteca, el azúcar y el polvo para hornear hasta que se esponje un poco. Añadir la harina de maíz poco a poco sin dejar de batir manualmente con una pala miserable. Agregar la leche y las fresas molidas hasta integrar por completo. Si la masa queda muy aguada, agregar un poco más de harina de maíz.

Poner a remojar las hojas de elote en agua bien caliente al menos 20 minutos para que se suavicen.

Rellenar las hojas remojadas con una cucharada de la masa y envolver como tamales. Si se desea puede poner en el centro de la masa pedazos adicionales de fresas. Si las hojas para tamal son pequeñas, utilizar dos metidas una sobre otra para cada tamal. Se pueden amarrar los tamales con tiritas de las mismas hojas de elote.

Colocar una capa de hojas de tamal en la parte baja de la vaporera. Colocar los tamales parados, recargados uno sobre otro dentro de la vaporera formando una pirámide. Cocer al vapor durante aproximadamente una hora o una hora y media hasta que se desprendan de la hoja.

Servir bañados de crema o yogur y acompañados de café o chocolate caliente para la merienda o el desayuno. 


Adolfo Camacho Gómez


sábado, 12 de abril de 2014

CHILAQUILES ROJOS PARA LA CRUDA


Para la mañana siguiente de una noche borrascosa, no hay nada mejor para la cruda (como decimos los mexicanos) que unos sabrosos chilaquiles y  una cerveza bien helada.  

CHILAQUILES ROJOS

Ingredientes.

ü  10 tortillas cortadas en forma de totopos (5 ó 6 pedazos por tortilla), dorados en suficiente aceite de maíz y se dejan escurrir en un colador.
ü  1/2 litro de agua.
ü  3 tomates (en regiones del sur de México se conoce como jitomate).
ü  7 chiles serranos (o al gusto, según lo picoso que se deseen).
ü  1/4 de cebolla.
ü  3 dientes de ajo.
ü  Un manojito de epazote.
ü  Sal al gusto.
ü  Pimienta al gusto.
ü  Una cucharadita de caldo de pollo en polvo.
Preparación:
Elaboración de la salsa: Se ponen a hervir en agua los tomates, sólo por unos 30 segundos, a fin de cortar la cocción y poder quitarles la piel, se regresan nuevamente a hervir junto con los chiles serranos. Ya hervidos los tomates y los chiles se procede a licuarlos, junto con la cebolla y los dientes de ajo en el agua en que fueron hervidos anteriormente los tomates y los chiles, debe ser una salsa caldosa, no espesa. Aparte en una sartén se sofríe la salsa en poco aceite de maíz a manera de que los sabores se combinen y por último se agrega el manojito de epazote, se sazona con la sal, la pimienta y el caldo de pollo en polvo.
Cuando la salsa está en ebullición, se le agregan los pedazos de tortillas fritas. Si se desean chilaquiles crujientes, se sumergen los pedazos de tortillas fritas sólo por unos segundos, se sacan y se sirven.  Si se desean chilaquiles más aguados, se dejan los pedazos de tortillas fritas más tiempo en la salsa a manera de que se ablanden.
Se sirven con cebolla rebanada, queso fresco espolvoreado y crema encima de los chilaquiles. Se pueden acompañar con frijoles refritos y arroz frito. También es costumbre acompañar con huevos fritos para el desayuno.